Sin duda, Mike Flanagan es uno de los grandes creadores contemporáneos dentro del cine de género. Tras unos cuantos títulos dentro del horror más o menos convencional (“Oculus”, “Hush”, “Somnia” o “Ouija”) consiguió dar el salto hacia producciones más interesantes.

Y es que desde la estupenda “El juego de Gerald” le siguió la más que digna “Doctor Sueño” que continuaba, nada menos, que a “El resplandor”. Dos cintas que le auparon a la creación de series de televisión tan geniales como “la maldición de Hill House”, más flojas como “La maldición de Bly Manor” y notables trabajos como “El club de la medianoche”, “Misa de medianoche” o “El hundimiento de la Casa Usher”.
Y como en “Gerald´s game” (posiblemente la mejor versión cinematográfica de un relato de Stephen King) vuelve al celebérrimo escritor norteamericano, adaptando un relato corto como “la vida de Chuck”, un drama con tintes de ciencia ficción y misterio.
Y ahí es donde emerge la figura de Flanagan pues, como leímos hace años en una publicación, uno llega a la película por la intriga y el miedo y se queda por el drama. Un guion maravilloso de Mike Flanagan que él mismo dirige con una sensibilidad brutal, además de con una técnica y sentido del ritmo (Flanagan también edita) a a altura de muy pocos directores en la actualidad.
Varias historias cruzadas que comienzan por el final hasta que este cobra sentido en el desenlace, que es el inicio. Una estructura alambicada que recuerda a un cruce entre “Memento” y “Short Cuts” o “Magnolia”. Un año donde el cine de terror también ha ofrecido un largometraje de historias cruzadas como la maravillosa “Weapons” aunque “La vida de Chuck” sea incluso mejor pues el arco psicológico y la sensibilidad con la que están tratados es merecedora de ser ejemplo en Escuelas de Cine sobre cómo definir un personaje.
Y como protagonista un excelso Tom Hiddlestom, con su antológica escena de baile con Karem Gillam, secundado por un reparto solvente con Chiwetel Ejlofor, Jacob Tremblay, Mia Sara, un Mark Hamill que nos recuerda a Oliver Reed, el descubrimiento de Trinity Jo-Li Bliss o la protagonista de “Pesadilla en Elm Street” Heather Langenkamp. Echamos de menos a Henry Thomas entre sus actores fetiche pues por ahí desfilan en pequeños papeles Kate Siegel o Carl Lumbly, junto a sus técnicos de confianza que consiguen otro excepcional filme en la carrera de Mike Flanagan. Un título que a buen seguro escogeremos entre lo mejor que nos está brindando este 2025.




















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