Vamos a seguir el juego que empezamos con la década de los 70 para centrarnos en los 80, cumbre de muchos estilos adheridos al rock y semilla de muchos de nosotros. Una vez más vamos a elegir 1 solo disco por banda y, como fue mi caso en los 70, nos decantamos por méritos totalmente subjetivos. Elegiremos aquellos discos que son importantes para mí, que han sido o son algo inherente a mi persona, que me han acompañado todos estos años y que siguen ahí. Tal y como hice en la anterior lista dejo los álbums nacionales para otra ocasión. Puede que mis compañeros no sigan el ejemplo, pero me centro en los internacionales porque no quiero ponerme más trabas aún. Elegir solo 100 ya es un suplicio, pero si no me pongo algunas normas puede que termine por sangrar o romperme algo, así que lo haré un poco más fácil.

Sin más preámbulos vamos a citar 100 discos de la década de los 80 del siglo XX que han supuesto algo importante en mi vida. Seguro que volveré a olvidar los que más te gustan o mis selecciones te parezcan fruslerías, pero es mi lista y, sin ninguna pretensión mayor que pasarlo bien, ahí van.

 

100 DISCOS 80’s

 

1.- The Cult “Sonic Temple” (1989)

El que me conozca un poco sabe que no soy objetivo y que The Cult es mi banda favorita, y Sonic Temple mi álbum preferido. En constante evolución desde su inicio post punk y en un acercamiento continuo al hard rock, desembarcan en USA con el productor Bob Rock y graban un disco redondo en todos los aspectos. Fue la despedida del otro apoyo generacional del grupo que fue Jamie Stewart, la llegada de Mickey Curry tras los bombos, aunque de la gira se hizo cargo Matt Sorum, y la unión con Bob tras los mandos técnicos. El tracklist es espectacular y todos los temas son apoteósicos, hasta el bonus que solo aparecía en la edición en cd, “Medicine train”, podría devenir en single, y muestra a la banda en su cenit más alto. Canciones como “Fire woman”, “Edie (ciao baby)”, “Sweet soul sister”, “Sun king” o “New York city” van aparejadas al sonido de este disco, obra cumbre de una banda top. Y luego podemos hablar de la portada, con Billy y el brazo en alto a punto de rasgar las cuerdas de su Gibson, todo un emblema e imagen icónica de lo que es el hard rock.

 

2.- Guns N’ Roses “Appetite for destruction” (1987)

La verdad es que cualquiera de mi Top 10 podría habitar el número 1, pero este es uno de esos discos más grande que la vida. Lo he escuchado tantas veces que me sé las más mínimas inflexiones de cada uno de los músicos. Recuerdo que venía del colegio y ponían video clips en tv, me topé con “Sweet child o’ mine” y algo en mi cabeza cambió. Yo era seguidor del rock gótico y la vertiente más oscura de los 80 hasta que 2 o 3 bandas me volaron la cabeza. Y los G’N’R de Axl, Slash, Izzy, Duff y Steven fueron una de ellas. Clásicos indiscutibles como “Nightrain”, “Paradise city”, “Sweet child o’ mine” o “My Michelle” las conocen hasta los que no gustan del r’n’r. Pero también contiene joyas que no han parado de crecer desde su lanzamiento como “Rocket queen”, “It’s so easy” o “Mr. Brownstone”. Cualquiera podría haber sido single, pero pasaron de telonear a The Cult en la gira norteamericana a ser la banda más grande y peligrosa del mundo.

 

3.- AC/DC “Back in black” (1980)

La muerte de Bon Scott creó un cisma y muchos pensaban que sería el fin del grupo, pero los hermanos Young tiraron hacia adelante y eligieron a Brian Johnson para sustituirle. El resultado es obvio, el disco más vendido en la historia de la banda y uno de los más exitosos de la historia. Producido de nuevo por Robert “Mutt” Lange, y con Cliff Williams (bajo) y Phil Rudd (batería) acompañando a Angus, Malcolm y Brian, contiene 10 cortes espectaculares, con iconos del hard rock mundial de todos los tiempos como “Hells bells”, “Shoot to thrill”, “Back in black, “You shook me all night long” o “Rock ‘n’ roll ain’t noise pollution”. Han pasado más de 40 años de su publicación y suena tan espectacular como siempre.

 

4.- Metallica “Ride the lightning” (1984)

Tras su excepcional debut 1 año antes y antes de romper la baraja con “Master of puppets” un par de años después, nos llega su 2º álbum, rompedor, enérgico, complejo y variado. A temas tan rápidos como “Fight fire with fire” o “Creeping death” se unen otros más enredados y oscuros como “Fade to black” o la instrumental “The call of Ktulu”. Con Kirk Hammett ya asentado como sustituto de Dave Mustaine en la guitarra principal, demuestran una evolución espectacular respecto a su primer lanzamiento y es el aviso de convertirse en el icono mediático que es hoy en día. Una barbaridad de disco, donde “For whom the bell tolls” o “Fade to black” son tan modernas que siguen sonando en sus conciertos hoy en día.

 

5.- Ozzy Osbourne “Blizzard of Ozz” (1980)

Tras la salida de Ozzy de Black Sabbath, inició su carrera en solitario reclutando al guitarrista Randy Rhoads y al bajista Bob Daisley, y ya con su debut remontó de manera espectacular en todos los niveles. Musicalmente, popularmente, de ventas…, cerrando el círculo con la incorporación de Lee Kerslake en la batería y Don Airey en los teclados. El resultado es mayestático, colocándolo entre los grandes álbumes de la historia del rock and roll. Temas como “I don’t know”, “Crazy train”, “Mr. Crowley” o “Steal away (the night)”, siguen sonando atronadores, descubriéndonos a uno de los mayores genios de las 6 cuerdas que todavía hoy recordamos, además del fantástico trabajo de Ozzy con las melodías.

 

6.- Iron Maiden “Piece of mind” (1983)

Lo cierto es que cualquier disco de la Dama en los 80 podía ser el elegido y me decanto por este, únicamente por razones personales. Llegué tarde a ellos, pero cuando llegué me obsesioné mucho y el directo “Live after death” y este “Piece of mind” pueden ser lo que más veces escuché. Aquí llega la formación más clásica, con la llegada de Nicko McBrain a la batería, la consolidación de Bruce Dickinson a las voces, y Dave Murray y Adrian Smith a las guitarras y Steve Harris al bajo. Incluye iconos de su repertorio como “Flight of Icarus”, “The trooper” o “Die with your boots on”, pero iniciar un disco con 2 temas de casi 7 minutos como “Where eagles dare” y “Revelations”, y cerrarlo con 1 de más de 7 como “To tame a land” es seguridad en uno mismo a nivel extremo, y con razón.

 

7.- Judas Priest “Screaming for vengeance” (1982)

Elegir un disco de Judas Priest es como elegir entre morir o morir, pero me decanto por este. Dudo mucho con el “Defenders of the faith” que también me encanta, pero aquí se incluyen algunos de mis temas favoritos de la banda. El inicio  con “The hellion” y “The electric eye” puede que sea la intro más brutal de la historia del heavy metal, y “You’ve got another thing comin’” y “Screaming for vengeance” 2 de sus hits más claros, pero hasta las canciones que se pueden considerar de relleno son magníficas. Cortes como “Riding on the wind”, “Devil’s child” u otro de los singles extraídos como “(Take these) Chains”. Se grabó en Ibiza con Tom Allom y fue su álbum más exitoso, abriéndoles las puertas definitivamente de Estados Unidos.

 

8.- Megadeth “Peace sells, but who’s byuing?” (1986)

Tras su expulsión de Metallica, Dave Mustaine montó su propia banda, grabó su primer disco y, con este segundo, ya dejó claro que iba a ser uno de los grandes del thrash metal mundial. Con una grabación complicadísima por los problemas con las drogas y el alcohol de todos los miembros del grupo, son capaces de ofrecer 8 cortes de calidad suprema e inspirada en todos los apartados técnicos. Las guitarras de Chris Poland y Dave Mustaine son sobresalientes, las bases rítmicas de David Ellefson y Gar Samuelson son brutales y, pese a que la voz de MegaDave siempre se ha criticado, es capaz de componer iconos del género como “Wake up dead” o “Peace sells” y emblemas metaleros como “Devil’s island” o “Good morning/Black Friday”. Si le añadimos la aparición de Vic Rattlehead como mascota oficial del combo a raíz de la extraordinaria portada de Ed Repka se cierra el círculo de una obra maestra.

 

9.- Aerosmith “Pump” (1989)

Una de las bandas más grandes de la historia del rock, imprescindible en los 70, tras pasar por muchísimos problemas adictivos, había resurgido de sus cenizas y en 1989 lanzó uno de sus trabajos más exitosos. Era su décimo disco de estudio, producido por Bruce Fairbairn para el sello Geffen con Mike Frazer y Ken Lomas en los mandos técnicos. Ello creó escuela y daba garantía de calidad. La lista de canciones es espectacular y todas ellas podrían ser hits. Las baladas “What it takes” o “Janie’s got a gun”, trallazos como la incial “Young lust” o maravillas roqueras como “The other side”, “My girl” o “Love in an elevator”. Hello Mr. Tyler, going… down?

 

10.- Steve Jones “Fire & gasoline” (1989)

Segundo álbum del que fuera guitarrista de los Sex Pistols, ya asentado en Los Ángeles y con un sonido plenamente hard roquero. Cuenta con las colaboraciones estelares de Ian Astbury y Billy Duffy de The Cult, Axl Rose de G’N’R y Nikki Sixx de Mötley Crüe, así como del batería Mickey Curry (Brian Adams, The Cult…) y del bajista Terry Nails. Su acercamiento al movimiento motero y de hard rock californiano es tan evidente que influyó de manera directa a muchísimas bandas y músicos que vivieron aquellos años de esplendor. Podría destacar la inicial “Freedom fighter” su versión del clásico de los Pistols en que colabora Axl Rose, “I did you no wrong”, o la versión del “Suffragette City” de David Bowie, pero todos y cada uno de los cortes que componen el disco son extraordinarios, de una energía desbordante y un poderío a flor de piel.

 

11.- Overkill “The years of decay” (1989)

Siempre hay bandas que tienes más idealizadas y las encumbras en tu historia musical. Cuando hablo de thrash metal siempre he idealizado a Megadeth del Big 4 y a Overkill de ese segundo escalón que puede compartir con Testament, Exodus y demás. Hubo una época en que este disco sonaba todas las semanas en casa y que cortes como “Time to kill”, “Elimination”, “E.vil N.ever D.ies”, “I hate” o “The years of decay” se metieron en mi cerebro de manera obsesiva. Siempre he considerado a Bobby “Blitz” Ellsworth mi cantante favorito del género, y su unión con el bajista D.D. Verni algo mágico. Multitud de guitarristas y baterías han pasado por la banda, siendo Bobby Gustafson y Sid Falck los que conformaban el combo de New Jersey en esta época. Una banda que nunca falla, que año tras año ahí sigue, y que desde los inicios del thrash debería tener un reconocimiento mucho mayor.

 

12.- Skid Row “Skid Row” (1989)

Un amigo me dejó este disco porque otro amigo suyo había estudiado en EE.UU. y volvió con este flipando. A la 1ª no me dijo nada, pero un par de meses después volví a él y ya caí rendido por completo ante Skid Row. La banda formada por Sebastian Bach, Scotti Hill, Dave Sabo, Rachel Bolan y Rob Affuso se coló por completo en mi reproductor y, además de sus extraordinarias baladas como “18 and life” y “I remember you”, canciones tan directas y eléctricas como “Piece of me”, “Makin’ a mess” y la generacional “Youth gone wild” se marcaron a fuego en mi piel. Un hard rock más duro y potente del que solíamos estar acostumbrados y que llegó para quedarse. Su posterior “Slave to the grind” ya pasó directamente a ser uno de los discos de mi vida.

 

13.- Anthrax “Among the living” (1987)

Muchas cosas se juntan en un solo disco dedicado a la memoria del recientemente fallecido Cliff Burton. Supuso el debut de Eddie Kramer como productor, la confirmación de Joey Belladona como cantante, así como la importancia enorme de la sección rítmica compuesta por Frankie Bello al bajo, Scott Ian con la guitarra rítmica y también autor de casi todas las letras y, especialmente, de esa máquina sentada tras su kit de batería llamada Charlie Benante. Podemos asegurar que es un disco pleno de hits y canciones memorables, aunque temas como “Caught in a mosh”, “I am the law” o “Indians” son de memoria obligada, sin olvidar iconos como “Among the living”, “Efilnikufesin N.F.L.” o “One world”. Una joya imperecedera.

 

14.- Whitesnake “Ready an’ willing” (1980)

Es casi una certeza que David Coverdale tuvo que reconvertir la banda para entrar a saco en el mercado USA, pero la formación clásica siempre serán mis favoritos. La dupla que formaban Bernie Marsden y Mickey Moody creaban magia, pero es que además se les unieron Ian Paice a la batería y Jon Lord a los teclados además de seguir con el sempiterno Neil Murray al bajo. Cuenta con clásicos irrefutables como “Fool for your loving”, “Ready an’ willing” o “Ain’t gonna cry no more”, pero es que cualqueira de los cortes que contiene podría ser mis favoritos. “Sweet talker”, “Blindman” o “Black and blue” los querrían muchas bandas como propios. Una joya absoluta.

 

15.- Faith no more “The real thing” (1989)

Alucinógeno álbum de una de las bandas definitivas del mal llamado metal alternativo. Con la llegada de Mike Patton a las voces llegaron a otro nivel que, poco antes el aterrizaje de Jim Martin a la guitarra les había acercado. Mike, Jim, Billy Gould al bajo, Mike Bordin con la batería y Roddy Bottum con los teclados grabaron uno de los discos más variados y definitorios de un estilo que vivía sus años más desbordantes. El éxito les llegó con “Epic”, pero cortes como “From out to nowhere”, “Zombie eaters” o “Surprise! You’re dead!” solo hacen que confirmar la exuberante grandeza de un combo inexcusable.

 

16.- Tesla “The great radio controversy” (1989)

Siempre he alucinado con esta banda desde la 1ª vez que los escuché. Puede que este sea el disco que más veces he escuchado de ellos y los he emparentado con Aerosmith como hermanos mayores y aun no sé por qué. “Hang touch”, “Heaven’s trail (no way out)”, “Did it for the Money”, “The way it is” o baladones como “Love song” y “Paradise” siempre me han puesto los pelos de punta y siguen haciéndolo. El quinteto formado por Jeff Keith, Tommy Skeoch, Frank Hannon, Brian Wheat y Troy Luccketta son y serán un referente de hard rock clásico, con estilo, con gusto, con algo propio que los hace únicos.

 

17.- Motörhead “Ace of spades” (1980)

Tras los éxitos de “Overkill” y “Bomber”, Lemmy y los suyos debían consolidar su posición entre las bandas de rock and roll de la época. Y a fe que lo consiguieron, grabando su disco más exitoso, repleto de temas icónicos en su carrera como “Ace of spades”, “(We are) the road crew”, “The chase is better than the catch”, “Jailbait”, “Shoot you in the back” o “The hammer”, una completa orgía de actitud que, tantos años después, sigue marcado a fuego en todos los fans. Lemmy, Eddie y Phil siguen siendo la alineación favorita de los fans por discos como este. Una brutalidad.

 

18.- Y&T “Black tiger” (1982)

Otra de las bandas ineludibles de la época dorada del hard rock estadounidense. Su cuarto álbum no deja títere con cabeza y presenta una serie de temas inquebrantables, sólidos y que permanecerán para siempre en sus setlists, caso de “Open fire”, “Black tiger” o la enorme “Forever”. Su formación más clásica con Dave Meniketti como líder indiscutible a las voces y guitarra, Joey Alves con la otra guitarra, Phil Kennemore al bajo y Leonard Haze tras los parches, graban uno de los discos que representan la edad dorada del combo californiano. Los vi hace bastantes años ya y salí alucinando con el carisma que desprende Dave y se convirtió en uno de los conciertos de mi vida. Absolutamente impagables.

 

19.- Zodiac mindwarp & the love reaction “Tattooed beat messiah” (1988)

LP debut de la banda que creó Mark Manning y que conocí gracias a los video clips gamberros y divertidos que emitían en televisión de “Prime mover” o “Backseat education”. De imagen grosera, sinvergüenza e irónica a raudales, dieron un sentido del humor cachondísimo al hard rock más callejero de la época. Temas como los citados, “Planet girl”, “Let’s break the law” o la versión del clásico de Steppenwolf “Born to be wild” los convirtieron en una banda que había que conocer y escuchar sin medida en aquellos maravillosos años, y que todavía suena habitualmente. Nothing is imposible!!!

 

20.- Helloween “Keeper of the seven keys part I” (1987)

Los alemanes son considerados los creadores del power metal y este disco una de las piezas indiscutibles del mismo. Siempre suelo escuchar las 2 partes seguidas y, no sé por qué, siembre disfruto más con la 1ª que con la 2ª. Pese a que los singles más reconocidos están en la 2ª, como “Eagly fly free”, “Dr. Stein” o “I want out”, siempre he sentido mucha más cercanía con “I’m alive”, “Future world” o “Halloween”. La formación que unía a Michael Kiske, Kay Hansen, Michael Weikath, Markus Grosskopf y Ingo Schwitchtenberg siempre será considerada la más clásica y esta parte I la creadora de mundos paralelos en el metal, donde las calabazas reinarán por siempre.

 

21.- The Fuzztones “Lysergic emanations” (1985)

Álbum debut de la banda que revitalizó el sonido garaje de los 60. Su líder, Rudi Protrudi (guitarra, armónica y voz) se une al guitarrista Elan Portnoy, al bajista Michael Jay, el batería Ira Elliott y la teclista Deb O’Nair para grabar un disco capital del género. Con multitud de versiones de grupos clásicos, destacan las que hacen de los Sonics como “Strychnine” y “Cinderella” que les catapultan al éxito internacional, aunque temas propios como “She’s wicked” o “Highway 69” se convierten en clásicos por derecho propio. Tuve la suerte de verlos en la gira que celebraba el 25 aniversario del álbum y fue apoteósico. Siempre he creído que este fue el 1er vinilo que compré con mi dinero, aunque mi memoria es lo que es.

 

22.- Savatage “Hall of the mountain king” (1987)

Podemos considerarlo como el disco que comenzó una etapa en la banda. La llegada del productor Paul O’Neill, que también colaboró en la composición, les acercó más al metal progresivo y sinfónico, y los desarrollos guitarreros de Criss y la aguda voz de Jon convirtieron a “24 hours ago”, “Legions” o “Hall of the mountain king” en clásicos de la banda. Los hermanos Oliva, Jon y Cris, con Johnny Lee Middleton al bajo y coros y Steve Waholz a la batería fueron la 1ª formación clásica del grupo, muy recordada por los fans más iniciales.

 

23.- Testament “The new order” (1988)

El segundo álbum de los californianos, que los metió de lleno entre esa 2ª oleada de grandes bandas de thrash metal. Reune un buen puñado de sus temas clásicos, que todavía hoy podemos escuchar en sus directos, como “Trial by fire”, “Disciples of the watch”, “The preacher”, “The new order” o “Into the pit”, además de la versión del clásico de Aerosmith “Nobody’s fault” y 2 piezas instrumentales que agrandan mucho el conjunto. Pese a la grandísimo cantidad de músicos extraordinarios que han pasado por sus filas, siempre podemos considerar que esta formación es la clásica y definitiva del combo, con Chuck Billy, Alex Skolnick, Eric Peterson, Greg Christian y Louie Clemente, y este “The new order” uno de sus discos definitivos.

 

24.- Stevie Ray Vaughan “Texas flood” (1984)

El debut de Stevie es solo el anticipo de una carrera corta, pero maravillosa. Su unión con los famosos Double Trouble, Tommy Shannon y Chris Layton, dotó al grupo de un sonido único y característico. La maestría de Stevie con la guitarra y la actualización del sonido bluesero al sonido sureño y fronterizo estadounidense les encumbró en su momento y, todavía hoy, son recordados como una banda especial y un músico de los más grandes. Temas insignes como “Love struck baby”, “Pride and joy”, “Testify” o las versiones de Howling Wolf, “Tell me”, o Buddy Guy, “Mary had a little lamb”, son solo una muestra de lo que nos iría regalando el gran Stevie durante toda la década.

 

25.- Joe Satriani “Surfing with the alien” (1987)

Los 80 fueron la década de los guitarristas y Joe Satriani es uno de los elegidos, de los más exitosos y conocidos mundialmente por discos tan maravillosos como este. El compendio de rock, melodía, técnica y estilo a base de talento puro es espectacular. Grabado con un presupuesto minúsculo, improvisando muchos solos, con la mayoría de baterías programadas y buscando huecos en el estudio, da como resultado un álbum icónico y representativo del género particular al que nos referimos. Con la pequeña ayuda de Jeff Campitelli en algunas baterías y overdubs, Joe es el responsable de todo lo que podemos oír, una maravilla de principio a fin, dejando temas tan emblemáticos como el que da nombre al disco, la balada “Always with me, always with you” o “Satch boogie”. Yngwie, Steve, Vinnie, Joey…, muchos vinieron después, pero todo partió de Joe. Gracias.

 

26.- W.A.S.P. “The headless children” (1989)

El cuarto álbum de la banda californiana supuso un cambio en muchos sentidos. Dejó de lado la teatralidad de sus primeros discos, la lascivia en sus textos y una mayor elaboración en los desarrollos musicales. Blackie Lawless (guitarra rítmica y voz) iba de la mano del guitarrista Chris Holmes en su última grabación antes de abandonar la banda, el bajista Johnny Rod que también los dejó, y el batería Frankie Banali que al poco pasaría a ser parte del grupo. Alguna colaboración destacada como Ken Hensley o Lita Ford y una tracklist que tira de espaldas. Además del tema que da título al álbum, engloba una de sus baladas definitivas como “Forever free”, los adrenalíticos “Maneater” o “Rebel in the F.D.G.” o la dedicada a Chris “Mean man”, un trallazo en toda la quijada que te hará hincar la rodilla.

 

27.- Slayer “South of heaven” (1988)

Tras el éxito que supuso la velocidad y agresividad ofrecida en su anterior álbum “Reign in blood”, el cuarteto se enfrentaba a qué hacer para no repetirse y seguir evolucionando como banda. La solución fue bajar de revoluciones y ofrecer otra cara del poliedro. Tom Araya, Jeff Hanneman, Kerry King y Dave Lombardo se enfrentaron a un disco que, a toro pasado, no les deja satisfechos, pero que supuso otro éxito y su inclusión en el Four Fav del thrash junto a Metallica, Megadeth y Anthrax. Cortes como “South of heaven”, “Mandatory suicide”, “Live undead” o “Ghosts of war” siguen sonando tan poderosas como hace 35 años.

 

28.- Suicidal Tendencies “How will I laugh tomorrow when I can’t even smile today?” (1988)

Un disco recurrente cuando suena Suicidal en mi casa. Supuso la última grabación antes de la llegada de Robert Trujillo y el debut de Mike Clark como guitarrista junto a Rocky George. El ritmo, el tempo, el incansable balanceo de un lado a otro, que desde la inicial “Trip at the brain” o “How will I laught tomorrow”, se meten en tu cuerpo convierten a la banda de Mike Muir en un referente absoluto en el crossover metal que unifica multitud de variantes  (metal, punk, thrash, hardcore…) en una sola banda de primer nivel. Siempre he pensado que sus primeros 90 fueron el punto culminante de su carrera, pero este redondo es un ejemplo perfecto de una banda única.

 

29.- Black Sabbath “Born again” (1983)

Obviamente considero los discos con Dio obras maestras, pero elijo este porque es algo especial para mí. Unió a Ian Gillan con la parte creativa de Black Sabbath, Iommi, Butler y Ward, uniendo 2 de los mundos que más idolatro, Purple y Sabbath. También es un álbum especial porque sonaban más oscuros y siniestros que nunca, incluso aterradores, e incluye algunas canciones que más se repiten en mi cabeza como “Trashed”, “Digital bitch” o “Hot line”. Los riffs de Iommi son atronadores, los gritos de Gillan dan miedo, las bases son profundas, incluso los temas instrumentales son inquietantes y diabólicos. Una joya escondida en una discografía excelsa que hay que reivindicar.

 

30.- The Cure “Pornography” (1982)

Una de las cumbres indiscutibles de la conocida como Dark Wave del rock gótico, donde la introspección guitarrera, la frustración vital y la pérdida ganan a todo lo demás. Cerró la conocida como Trilogía Gótica de la banda junto a los discos “Seventeen seconds” y “Faith” y la depresión campó con libertad en una propuesta muy contraria a lo que venía triunfando en aquella época. Temas como “One hundred years”, “The hanging garden” o “Strange day” subliman la musicalidad de caer en un pozo. La formación ha cambiado tanto que el formato trío de este disco es reconocido por todos sus seguidores, con Robert Smith, Simon Gallup y Laurence Tolhurst.

 

31- Alice Cooper “Trash” (1989)

La figura de Alice es imprescindible y, tras sus vaivenes vitales y musicales, acababa de firmar con Epic Records y, con la colaboración de Desmond Child, se coló en todas las casas con este disco. Hits como “Poison”  o “Only my heart talkin’” se acompañaban de trallazos roqueros como “House of fire” o “Bed of nails” que lo volvieron a encumbrar en lo más alto de las listas. Otra de esas joyas tan interiorizadas que ni nos damos cuenta de su importancia.

 

32.- Deep Purple “Perfect strangers” (1984)

Reunión del mítico MKII de la banda desde hacía más de 10 años que supuso un gran retorno. Temas como “Perfect strangers”, “Knocking at your back door” o “Nobody’s home” no desentonaban en absoluto en su leyenda y obtuvo un éxito considerable. Cortes que recordaban tiempos pasados como “Gypsy’s kiss”, muy roqueros como “Mean streak” o más melódicos como “Wasted sunsets” completan un gran disco. Gillan, Blackmore, Glover, Paice y Lord no podían hacer nada malo juntos y les salió un gran disco, todavía muy reconocido hoy en día.

 

33.- Dio “Dream evil” (1987)

El cuarto álbum de Dio, el que todos consideran el principio del fin, a mi me encanta. Dejaré para otros compañeros el “Holy Diver” o “The Last in Line”, para elegir un disco que, cada vez que lo pongo, el buen rollo se  adueña de mi. Suposo el debut de Craig Goldy como guitarrista en sustitución de Vivian Campbell, y junto a Jimmy Bain, Vinny Appice y Claude Schnell formarían la banda de Ronnie James Dio. Cortes como “Night people”, “Sunset superman” o “Naked in the rain” me siguen poniendo los pelos de punta y me obligan a levantarme y cantar con él.

 

34.- Michael Monroe “Not fakin’ it” (1989)

Segundo álbum del gran finés donde, con la colaboración de un montón de músicos de primer nivel, como su ex compañero Nasty Suicide o Ian Hunter, Anton Fig o Kenny Aronson, dan luz a uno de los discos más exitosos de su carrera. Canciones como “Dead, jail or rock ‘n’ roll”, “Shakedown”, “Love is thicker than blood” o la enorme versión de Nazareth “Not fakin’ it” convierten al Michael más roquero en un referente absoluto para toda una generación. Tuve la suerte de verlo muchos años después con Sammi Yaffa en su banda y fue algo glorioso. Una de las figuras indiscutibles del rock en el mundo entero.

 

35.- Badlands “Badlands” (1989)

Badlands acumulan muchas cosas que los hacen especiales. Los músicos que componen la banda son de un nivel extraordinario, Ray Gillen, Jake E. Lee, Eric Singer y Greg Chaisson. Su virtuosismo con los instrumentos es exquisito y sus composiciones son fantásticas. En este debut juntan todas sus influencias cercanas al rock, con muchos efluvios hard roqueros y bluesies, cerrando un disco maravilloso que deja claro que el paso de Jake por la banda de Ozzy, de Ray por Black Sabbath o de Eric por Kiss no es una casualidad. Desgraciadamente, la muerte de su vocalista truncó la carrera de una banda fantástica, con un sonido único y que nos podría haber regalado muchas horas de disfrute.

 

36.- Junkyard “Junkyard” (1989)

Dave Roach, Chris Gates, Brian Baker, Clay Anthony  y Pat Muzingo debutaron con 10 canciones que forman parte de uno de los mejores debuts de la historia del rock. Cortes como “Simple man”, “Life sentence”, “Blooze”, “Hot rod” o “Can’t hold back” conforman un disco espectacular que no te cansas de escuchar. Tuve la suerte de verlos un par de veces tras su reunión en el siglo XXI y fueron noches brutales de rock ‘n’ roll y una química especial entre los asistentes. No los olvidemos nunca.

 

37.- Coroner “No more color” (1989)

La banda de thrash metal técnico por antonomasia da, con este tercer disco, un soplo de aire fresco al género. Composiciones muy trabajadas, desarrollos largos y elaborados, con una técnica exquisita en todos los instrumentos, introduciendo algunos elementos variados a su paleta de colores. 8 cortes de un nivel altísimo, colocando a Ron Royce, Tommy Baron y Marquis Marky en el olimpo de los aficionados que buscaban algo más, dejando alguno de sus discos como emblemas de un estilo único que ellos representan como nadie.

 

38.- Manowar “Hail to England” (1984)

Descubrí tarde a Manowar y a pesar de sus producciones limitadas, siempre he tenido tendencia a sus inicios. Su llegada al conocimiento popular fue posterior, pero este disco siempre me ha fascinado. Composiciones épicas como “Blood of my enemies”, “Kill with power” o “Army of the immortals” son absolutamente icónicas y temas como “Each dawn I die” o “Hail to England” te obligan a levantar el puño con ellos. La épica metalera llevada al máximo. Siempre he dicho que un guitarrazo de Ross the Boss vale más que muchas discografías completas y aquí un ejemplo.

 

39.- The Cramps “A date with Elvis” (1986)

Tercer disco de uno de los grupos más emblemáticos del universo roquero. Lux Interior y Poison Ivy son la pareja icónica que representa casi todos los valores del rock and roll, y aquí graban 11 temas de guitarreo clásico y las inconfundibles locuras vocales de Lux. Temas como “People ain’t no good”, “What’s inside a girl?” o “Can you pussy do the dog?” son ejemplo de la perfecta mezcolanza de rock and roll y actitud de las que son emblemas. Acompañados por Nick Knox a la batería, los conocí en el colegio con 14 años, cuando mi amigo Gabriel, fan de los Stray Cats o los Meteors, me grabó una cinta con este disco y abrió una puerta que nunca se ha cerrado. Gracias colega.

 

40.- Terence Trent D’Arby “Introducing the hardline according to Terence Trent D’Arby” (1987)

La irrupción de Terence fue tremenda en el mundo musical, con esa mezcla de soul, rock, pop o r&b que brilla todavía más por la fuerza que transmite al cantar o al grabar la mayoría de instrumentos utilizados (voces, teclados, percusiones…). Contiene alguno de sus temas más conocidos, pero todo él podría considerarse un hit porque escucharlo del tirón es un chute de energía y canciones como “If you let me stay”, “Dance little sister”, “Sign your name” o la versión de Smokey Robinson que cierra el álbum, “Who’s loving you”, son de una fuerza espectacular. Yo lo conocí por uno de esos conciertos con los que nos alegraba la sobremesa la televisión pública de la época y ya quedé prendado para siempre.

 

41.- The Mission “Children” (1988)

Uno de los emblemas del denominado rock gótico británico surgió de la partida de Wayne Hussey y Craig Adams de The Sisters of Mercy. Con su primer disco ya llamaron la atención de mucha gente, pero fue con este 2º álbum con el que terminaron de derribar muros. De sonido oscuro y tenebroso y singles como “Tower of strength” o “Beyond the pale” lograron gran repercusión. Yo tuve la suerte de verlos en la gira de su siguiente disco “Carved in sand” y aun lo recuerdo como un directo fantástico donde sonaron temas incluídos aquí como los nombrados o “Fabienne” y “Kingdome come”. Una de esas bandas que rodean las diversas variantes del rock y sigue en la mente de casi todos los que estuvimos allí.

 

42.- Diamond Head “Lightning to the nations” (1981)

Debut de uno de los emblemas de la NWOBHM, del que tanto habíamos oído hablar, pero que no tenía casi nadie. Suena afilado, agresivo y lo sacaron a través de su propio sello Happy Face. Luego cambiaron su estilo y Metallica hizo varias covers de su trackist, “The prince”, “Am I evil” y “It’s electric”, pero la aportación de Sean Harris, Brian Tatler, Kimberley Colin y Duncan Scott es crucial e infalible. 7 canciones que han pasado a la historia del heavy metal.

 

43.- Lillian Axe “Love+War” (1989)

Una banda a la que llegué por recomendación y que la maestría y técnica de su guitarrista me conquistó por completo. Steve Blaze es uno de esos músicos a los que casi nadie reconoce el tremendo talento que atesora y en este álbum podemos comprobarlo. Acompañado de Ron Taylor a las voces, Jon Ster con la otra guitarra y los teclados, Rob Stratton al bajo y Danny King a la batería, graban temas tan redondos como “All’s fair in love and war”, “She likes it on top”, “The world stopped turning” o “Fool’s Paradise”, tan melódicos y técnicamente impolutos que son capaces de generar una sensación de alivio y bienestar inmediatos. Un disco para rescatar.

 

44.- Van Halen “1984” (1984)

El sexto álbum de la banda y último con David Lee Roth como vocalista supuso el debut del estudio de grabación propio sito en la casa de Eddie. Fue un éxito absoluto y la fama de la banda parecía no tener fin. El tema “Jump” fue un single mega ventas y mega radiado hasta la extenuación, pero más allá hay cortes de primer nivel como “Hot for teacher” o “Panama” que también lograron gran aceptación pública y elevaron las ventas del álbum hasta más de 10 millones, convirtiéndolo en uno de los discos más conocidos del grupo y tan reivindicado por las canciones que lo componen como agotado por el mega hit que los dio a conocer a nivel mundial, hasta a aquellos a los que no interesaban en absoluto. Los virtuosismos de Eddie congeniaban con los sintetizadores y los gritos de David con esas melodías y coros tan marca de la casa.

 

45.- The Sisters of Mercy “Floodland” (1987)

La historia de la banda es tan problemática como exitosa en esta segunda mitad de los 80. Tras la salida de Wayne Hussey y Craig Adams para formar The Mission, Andrew Eldritch unió a Patricia Morrison al combo que hacía con la caja de ritmos Doktor Avalanche y graban su disco más exitoso. Gran parte de la culpa la tuvieron los videos de “This corrosión”, “Lucretia my reflection” y “Dominion” que inundaron las televisiones y discotecas de la época. Las tensiones y luchas entre Eldritch y todos los miembros que pasaron por la banda le han llevado a innumerables disputas legales, y las críticas negativas de sus directos, siempre llenos de efectos, samplers y pregrabados no imperdirán que disfrutemos cada vez que este álbum gira en nuestro reproductor.

 

46.- Annihilator “Alice in hell” (1989)

Annihilator es igual a Jeff Waters. Así, sin más. Y este disco supuso el debut como grupo, aunque el propio Jeff grabó las guitarras y bajo previamente a elegir un vocalista y un batería. Una de esas cosas que dejan claro que Jeff es alguien especialmente dotado para la música. Finalmente ficha a Randy Rampage para las voces y a Ray Hartmann para la batería. Todo ello queda en un segundo plano al hacer rodar el disco y escuchar un inicio tan salvaje como la intro “Crystal Ann”, y los hits “Alison hell” y “WTYD”. De ahí se parte para uno de los discos indiscutibles del grupo y del thrash en general.

 

47.- Bauhaus “In the flat field” (1980)

Álbum debut de la banda que definió el rock gótico. Claustrofóbico, de una intensidad y profundidad en su propuesta, tanto estética como líricamente, que te consume por entero. Tras su éxito con el single “Bela Lugosi’s dead”, comienzan su andadura discográfica y temas como “Double dare”, “In the flat field”, “Spy in the cab”, “Stigmata martyr” o “A God in an alcove” los ejemplifican en su parte más extrema. Reivindicados por todos, roqueros, metaleros, góticos, buena parte del futuro bebió de su influencia. La enorme presencia de impacto de Peter Murphy, Daniel Ash, David J. y Kevin Haskins ha sido imitada hasta la saciedad.

 

48.- L.A. Guns “Cocked and loaded” (1989)

Una de las bandas definitivas del sleazy angelino graba su 2º álbum, con el que terminarían de encaramarse a la cumbre del género. Tras un debut exitoso, su segundo lanzamiento incluye alguno de sus hits definitivos como “Rip and tear”, “Never enough” o “The ballad of Jayne”. El grupo lo compone la formación más clásica, con Phil Lewis, Tracii Guns, Mick Cripps, Kelly Nickels y Steve Riley, aunque la cantidad de músicos que han pasado por sus filas y las disputas entre Phil y Tracii han sido sempiternas, llevando a existir 2 encarnaciones distintas. Yo pude ver a la liderada por Tracii hace bastantes años y seguía teniendo magia en sus manos.

 

49.- Accept “Balls to the wall” (1983)

La banda europea que define el heavy metal vivió en esta primera mitad de la década sus años más exitosos, inspirados y productivos. Tanto “Resteless and wild” (1982) como “Metal heart” (1985) podrían ser los elegidos, pero este álbum supuso mi debut con ellos y aglutina varias canciones que han pasado a la historia del género y el sonido de la banda ya está totalmente definido. De hecho reúnen a los músicos que más identificamos como músicos de Accept: Udo a las voces, Wolf Hoffmann y Herman Frank a las guitarras, Peter Baltes al bajo y Stefan Kaufmann a la batería, y supuso un éxito tanto en Europa como en Norteamérica.

 

50.- Queen “A kind of magic” (1986)

Este disco fue importante para mí porque englobaba 2 de las cosas que me fascinaban en la época, la música y el cine. La gran mayoría de sus canciones formaron parte de la banda sonora de la película “Los inmortales”, y otro de sus hits de “Águila de acero”. La película protagonizada por Sean Connery y Christopher Lambert es una de las que he visto un montón de veces y temas como “A kind of magic”, “Who wants to live forever” o “Gimme the prize” se pegaron a mí de forma inminente, pero otras excluídas como la inicial “One visión” o “Friends will be friends” han sonado mil veces en casa por distintos motivos. Mercury, May, Deacon y Taylor siempre estarán en nosotros por algún motivo.

 

51.- Bon Jovi “New Jersey” (1988)

Tras el éxito de “Slippery when wet”, Jon Bon Jovi y Ritchie Sambora compusieron, con la ayuda de Desmond Child, uno de sus redondos más emblemáticos. Contiene alguno de sus grandes hits como “Bad medicine”, “Born to be my baby”, “Lay your hands on me” o la balada “I’ll be there for you”. Con la formación clásica de Jon, Ritchie, Alec John Such, Tico Torres y David Bryan, se metieron en todas las casas del mundo, con hasta 5 singles extraídos y videos en reproducción continua en la televisión, convirtiendo al grupo de New Jersey en uno de los máximos representantes del mal llamado hair metal.

 

52.- Ramones “End of the century” (1980)

El disco más exitoso de la historia del grupo a nivel mediatico fue producido por el mítico Phil Spector e introdujo alguna variación respecto a su pasado. Rock enérgico y de estribillos pegadizos, pero con temas un poco más largos y mayor producción. La locura y obsesiones de Spector desquiciaron a la banda, pero terminaron por grabar alguno de sus temas más reconocidos como “Do you remember rock ‘n’ roll radio?”, “I’m affected”, “Rock ‘n’ roll highschool” o las versiones de las Ronettes “Baby, I love you” y de los Heartbreakers de Johnny Thunders “Chinese rock”.

 

53.- Cinderella “Long cold winter” (1988)

Tom Keifer, Jeff Labar, Eric Brittingham y Fred Coury se desmarcaron con un álbum variado, bluesero, roquero, repleto de grandes canciones, llegando a extraer 4 singles del mismo, y completando un disco maravilloso. Su desmarcamiento del anterior “Night songs” dejó clara la amplitud de su paleta de sonidos, con la característica voz de Tom y ese aire a blues que impregna todo el redondo. Una gozada volver a recuperarlo cada poco tiempo y que vuelvan a sonar “Gypsy road” o “Coming home”.

 

54.- Armored Saint “March of the saint” (1984)

Llegué a este álbum muchos años después. Conocí a John Bush como cantante de Anthrax y un amigo me recomendó su banda original. Llegué a hacerle caso y caí rendido porque siendo parte de ese heavy metal americano, lo distinguían varias cosas. Por un lado, la espectacular voz de John que les da una personalidad propia, y por otra, aunque ellos reniegan del resultado obtenido, esa visión del heavy americano tan distinta de la MTV y la edulcoración de cualquier banda para acercarse al mainstream. La formación clásica con los hermanos Sandoval, Phil a la guitarra y Gonzo a la batería, el gran Joey Vera al bajo, el fallecido Dave Prichard con la otra guitarra,y el único John Bush al frente, dejaron para la historia un debut que todavía suena maravilloso hoy en día.

 

55.- White Lion “Pride” (1987)

Segundo disco de una de las bandas más significativas del rock melódico de la época. Su enorme guitarrista Vito Bratta deja alucinando a cualquiera con su maestría con la guitarra, y se hace acompañar del vocalista melódico Mike Tramp y de una pareja de bases rítmicas espectacular, James LoMenzo al bajo y Greg D’Angelo a la batería. Hits de la banda como las baladas “Wait” o “When the children cry” se acompañan de trallazos como “Hungry” o “Don’t give up” que hacen que temas tan redondos como “Lonely nights” o “All join our hands” parezcan al alcance de cualquiera. Una joya.

 

56.- The Waterboys “This is the sea” (1985)

No sé de dónde sois o dónde crecisteis, pero en Valencia este disco fue un éxito abrumador. Sonaban sus canciones en la radio y en las discotecas y The Waterboys pasó a ser una de esas bandas que todos conocían. Este es su tercer álbum y el nombre de Mike Scott pasó a ser conocido. Aquí iba acompañado por Tony Thistlethwaite y Karl Wallinger, más un puñado de músicos que decoraron todas las canciones con coros, cuerdas y vientos. Hits como “Don’t bang the drum” o “The pan within” se acompañaban de algunos de mis favoritos como “Old England”, “Medicine bow” o “Be my enemy” para componer uno de los discos que mas veces escuché en mi primera juventud.

 

57.- Danzig “Danzig” (1988)

Debut de la banda de Glenn Danzig, tras su paso por The Misfits y Samhain, que también fue el debut del sello Def American con Rick Rubin como productor. La cavernosa voz de Glenn casa a la perfección con la oscuridad y profundidad de las guitarras. Contó con la colaboración de James Hetfield (Metallica) en los coros de un par de temas, dejándonos alguna canción para la historia como “Twist of Cain”, “Mother”, “She rides” o “Am I demon”. Cuarteto compuesto por Glenn Danzig, Eerie Von, John Christ y Chuck Biscuits a medio camino entre muchas cosas y con un estilo propio.

 

58.- Love and Rockets “Love and Rockets” (1989)

Banda que surgió de las cenizas de Bauhaus y con este álbum homónimo logró su mayor éxito. Para los que los seguíamos, discos como “Express” (1986) o “Seventh dream of teenage heaven” (1986) ya nos habían encantado, pero aquí lograron su mayor éxito con temas como “No big deal”, “Motorcycle” o su mayor logro “So alive”. El trío formado por Daniel Ash (voz y guitarra), David J. (bajo y teclados) y Kevin Haskins (batería, percusión y samples) lograron su mayor reconocimiento con estas 10 canciones que les hicieron muy populares para toda una generación y, como en mi caso, investigamos a su banda madre para comprender de dónde venían todos esos sonidos y atmósferas.

 

59.- The Michael Schenker Group “The Michael Schenker Group” (1980)

Tras su salida de UFO, el guitarrista alemán montó su propia banda con Gary Barden a las voces, Mo Foster al bajo, Simon Phillips a la batería y Don Airey a los teclados, grabando un disco potente y absoluto referente del hard ‘n’ heavy. Temas como “Armed and ready”, “Cry for the nations”, la instrumental “Into the arena” o “Lost horizons” son parte inherente al género, y Michael Schenker un icono de la guitarra eléctrica por derecho propio, ya merecido tras su paso por Scorpions y UFO, y confirmado con su propuesta en solitario.

 

60.- Vinnie Moore “Mind’s eye” (1986)

Álbum debut de uno de los guitarristas más talentosos de esa época. Publicado por un sello especialista en heavy metal y shred, nos regaló alguna de las composiciones más brutales del estilo. Cortes como “Hero without honor”, “Lifeforce”, “In control” o “N.N.Y.” se han grabado en mi cabeza desde que los escuché por primera vez y han sido muchas. Se rodeó de músicos prestigiosos como Tony MacAlpine, Tommy Aldridge o Andy West y, posteriormente, hemos podido verlo en diversas grabaciones y siendo parte de la banda de Alice Cooper o UFO, pero siempre se quedó esa etapa primigenia como genio de las 6 cuerdas que, con apenas 21 años, grabó uno de los discos que más veces se han reproducido en mi casa.

 

61.- Mötley Crüe “Shout at the devil” (1983)

La irrupción de Mötley Crüe en el panorama roquero se consolidó con su 2º trabajo. Temas como “Looks that kill”, “Too Young to fall in love” y, sobre todo, “Shout at the devil” lograron mucha repercusión y el sonido crudo con sus estrafalarias pintas, maquillados y con ropa llamativa, los puso al frente del movimiento angelino que mezclaba hard rock y glam rock con sonido más duros y aroma peligroso. Sus excesos y abusos varios o la versión de los Beatles “Helter skelter” son más picante y especias a una historia de película. La formación clásica, con Vince Neil, Mick Mars, Nikki Sixx y Tommy Lee revolucionaron el strip angelino primero y todos los Estados Unidos después.

 

62.- Yngwie Malmsteen “Odissey” (1988)

Cuarto disco del guitarrista sueco, al que podemos considerar uno de los creadores del metal neoclásico que unía la música clásica y la técnica shred con la guitarra. Aquí junta su camino con el vocalista Joe Lynn Turner y sigue su relación con los hermanos Johansson, Jens a los teclados, de importancia capital en su sonido, y Anders en la batería, además de Barry Dunaway al bajo. Además de “Rising force”, uno de sus temas más reconocidos, incluye 3 temas totalmente instrumentales como “Bite the bullet”, “Krakatau” y “Memories” que dejan clara la maestría del sueco con las 6 cuerdas.

 

63.- King’s X “Gretchen goes to Nebraska” (1989)

Segundo disco de estudio de la banda que enhebra un álbum conceptual religioso. Fue muy bien recibido por la crítica y tiene un aura progresiva que gusta mucho a los músicos. La enorme fuerza que desprende la voz de Doug y el enérgico ritmo que imponen a todas sus composiciones lo convierten en un disco especial. Con muchos arreglos, de viento, coros…, consigue que el trío formado por Doug Pinnick (voz y bajo), Ty Tabor (guitarra, coros y arreglos) y Jerry Gaskill (batería y coros) suenen como un compacto conjunto de instrumentistas de primer nivel.

 

64.- Candlemass “Nightfall” (1987)

El segundo disco de la banda definitiva del doom metal, desde Suecia asentó las columnas sobre las que sustentar todo un género. Riffs profundos, sonido pesado y una ambientación malsana y tenebrosa. La llegada de Messiah Marcoli a las voces, Lars Johansson a la guitarra para acompañar a Mats Bjorkman, y Jan Lindh a la batería, junto al creador de todo Leif Edling al bajo, componen el disco definitivo del género. Temas tan reconocibles como “Bewitched”, “At the gallows end” o los pasajes instrumentales de “Gothic Stone”, “Marche funebre” y “Black candles” convierten a Candlemass en algo único y majestuoso. Tuve la suerte de verlos muchos años después con Mats Leven a las voces y fue algo maravilloso tenerlos a 2 metros de mí convirtiendo una pequeña sala local en algo tremebundo.

 

65.- The Police “Synchronicity” (1983)

El quinto fue el último disco de la banda británica formada por Sting, Andy Summers y Stewart Copeland, y también el más exitoso a nivel popular. Las originales “Walking in your footsteps” o “Mother” iban acompañadas por las 2 partes de “Sinchronicity”, “Wrapped around your finger”, “King of pain” o el tema que los encumbró al estrellato mundial y que todo el mundo conoce “Every breath you take”. La variedad de sonidos les acerca a la moda de los sintetizadores y les aleja de sus influencias anteriores, catalpultándolos al estrellato mundial justo antes de separarse.

 

66.- Rory Gallagher “Jinx” (1982)

El noveno álbum del irlandés de oro nos presentó a Brendan O’Neill en la batería para acompañar al eterno Gerry McAvoy al bajo, invitando a músicos como Bob Andrews, Dick Parry o Ray Beavis para encargarse de los teclados o los vientos.El estilo y clase de Rory es sempiterno y aquí vuelve a demostrar de nuevo su talento. Cortes como “Big guns”, “Easy come, easy go” o “Jinxed” son una muestra clara de su calidad y variedad como músico, pero además nos regala la versión de “Ride on red, ride on” de Louisiana Red para convertir otro de sus discos en imprescindible.

 

67.- The Damned “Phantasmagoria” (1985)

La época gótica del grupo alcanzó su punto culminante con este álbum que sonó sin parar en mi casa. Temas como “Shadow of love”, “Is it a dream” o “Grimly fiendish” son emblemas de la década y los sintetizadores, teclados y coros son ejemplo de lo que sonaba. Dave Vanian, vocalista original de la banda, junto a su compadre Rat Scabies en la batería, se unió a Roman Jugg a las guitarras y teclados y a Bryan Merrick al bajo para grabar uno de los discos insignia del rock gótico británico imperante en los primeros 80.

 

68.- Metal Church “Metal Church” (1984)

Debut de los estadounidenses, quizás el más cercano al thrash de su catálogo, con David Wayne a las voces, Kurdt Vanderhoof y Craig Wells a las guitarras, Duke Erickson al bajo y Kirk Arrington a la batería. Muy agresivo, pero muy influenciado por el heavy más clásico, contiene alguno de sus guitarras más veloces y de sus ritmos más violentos, con una voz muy poderosa y una ambientación muy oscura y agresiva. Canciones como la inicial “Beyond the black”, la que da nombre al grupo y al disco, “Metal Church” o “Hitman” son imprescindibles para conocerlos.

 

69.- The Jesus and Mary chain “Automatic” (1989)

La banda escocesa de rock formada por los hermanos Reid, Jim y Will, consiguen con este álbum su mayor repercusión. Temas como “Blues from a gun”, “Head on”, “Here comes Alice” o “Coast to coast” siguen repartiendo distorsión y guitarrazos por doquier. En este caso se hicieron acompañar de una batería programada y un bajo sintetizador con programaciones que dan protagonismo a las distorsiones que salen de las cuerdas de sus guitarras y de las melodías oscuras y sigilosas de sus textos. En España tuvieron bastante reconocimiento y tuve la suerte de verlos hace un lustro sorprendiéndome con satisfacción la energía que desprendían desde el escenario y la gran presencia escénica de su líder.

 

70.- The Almighty “Blood, fire & Love” (1989)

Debut de la banda de Ricky Warwick que llegó a mi por mediación de un amigo y siempre me ha parecido uno de esos discos escondidos entre tanta joya de la época. Temas como “Lay down the law” o “Power” son muestra del poderío e inmediatez de una propuesta roquera con fundamento y que mereció mucha mejor suerte de la que tuvo. Ricky acabó en una de las formaciones de Thin Lizzy y formó posteriormente Black Star Riders con músicos que conoció allí, aunque siempre está presente una posible reunión de la formación original con Warwick, Tantrum, Floyd London y Stump Monroe, y en ello están.

 

71.- Dead Kennedys “Give me convenience or give me death” (1987)

Con esta banda no puedo elegir un disco anterior porque los conocí con este disco y me volvió loco. Singles que no habían sido publicados en ningún disco o caras B de sencillos o distintas versiones de las publicadas anteriormente componen este redondo que puede considerarse un recopilatorio o grandes éxitos. Es una locura de hardcore punk a toda velocidad, con hits bestiales como “California über alles”, “Holiday in Cambodia”, “Too drunk to fuck”, “Life sentence” o “Police truck”. 17 canciones a toda velocidad que te aceleran y te vuelven totalmente loco. Con Jello Biafra como vocalista, East Bay Ray y 6025 en las guitarras, Klaus Flouride al bajo y las baterías de Ted y D.H. Peligro comprende todas las épocas de la banda durante su duración primigenia y es absolutamente imprescindible.

 

72.- Fates Warning “Perfect symmetry” (1989)

El quinto disco de los norteamericanos, con una formación que pasará a ser la más reconocida, es uno de sus mejores trabajos. Con su entrada en el metal progresivo, puede que aquí llegaran a su cenit, con unos desarrollos que ensamblan perfectamente las bases rítmicas de Joe DiBiase al bajo con los teclados de Kevin Moore y la llegada de Mark Zonder tras los parches, además de las guitarras de Jim Matheos y Frank Aresti y las voces de Ray Alder. 8 canciones de gran demostración técnica e inspiración compositiva que los lleva a los altares del prog con 2 o 3 bandas más de la época.

 

73.- Ratt “Out of the cellar” (1984)

Debut de Ratt que obtuvo un gran éxito y les catapultó como uno de los emblemas del glam metal americano de los 80. El tema “Round and round” se convirtió en seña de identidad del grupo formado por Stephen Percy, Warren DeMartini, Robbin Crosby, Juan Croucier y Bobby Blotzer. Siempre ha aparecido como uno de los mejores discos del género, aunque sus siguientes trabajos “Invasion of your privacy” o “Dancing undercover” son igualmente destacables y disfrutables.

 

74.- Scorpions “Love at first sting” (1984)

Ya estamos hablando del noveno disco de los alemanes, pero tras el éxito de su anterior “Blackout”, terminaron de conquistar todos los mercados mundiales. Tras ciertos problemas con su productor habitual, Dieter Derks, se mantuvo la alineación habitual, con Klaus Meine a las voces, tras haber superado todos sus problemas con las cuerdas vocales, Rudolf Schenker y Matthias Jabs a las guitarras, Francis Buchholz al bajo y Herman Rarebell a la batería. Hits mundiales como “Rock you like a hurricane”, “Big city nights” y, especialmente, “Still loving you” lo convierten en el preferido de muchos fans, aunque hay temas como “Coming home” o “Bad boys running wild” que aparecen un poco escondidos por el brillo de sus singles.

 

75.- Death Angel “The ultra-violence” (1987)

Banda californiana incluída en el movimiento thrasher que arrasó la costa oeste norteamericana y debutaba con este LP que sigue sonando arrollador, destacando un tema instrumental de más de 10 minutos que dio título al disco. Mark Osegueda a las voces, Rob Cavestany y Gus Pepa a las guitarras, Dennis Pepa al bajo, Andy Galeon con la batería y Arnie Tan a la percusión nos regalan 8 cortes tan bestiales que nos obligan a incluirlos en esta lista, aunque su posterior discografía no haría más que confirmarlo en la escena metalera y su resurrección en el siglo XXI no ha parado de darnos alegrías.

 

76.- Dokken “Back for the attack” (1987)

La formación de Don Dokken, George Lynch, Jeff Pilson y Mick Brown fueron una de las estrellas de los 80 en USA, cuando el hard rock imperaba y sus distintas versiones, glam, hair, aor…, eran superventas en las listas. Me decanto por este disco porque puede que sea el primero que escuché de ellos, y temas como “Kiss of death”, “Prisoner” o la instrumental “Mr. Scary” me siguen gustando tanto como la primera vez. La gira de este disco supuso el primer lapsus de la formación clásica, pero la maestría de Lynch con la guitarra quedó grabada para siempre en mi memoria.

 

77.- Marillion “Misplaced childhood” (1985)

El tercer disco de los ingleses puede considerarse su mejor obra. Es su primer disco conceptual, con un éxito como “Kayleigh” y su formación más clásica. Fish se encarga de las voces, Steve Rothery de las guitarras, Pete Trewavas del bajo y algunos samplers y efectos sonoros, Ian Mosley de la batería y Mark Kelly de los teclados. Englobados dentro del movimiento denominado neo-prog, podemos considerarlos como la banda europea más representativa del género.

 

78.- Angel Witch “Angel witch” (1980)

Debut de una de las bandas emblema de la NWOBHM. Trío de sonido eléctrico y nervioso que puso las bases de muchas cosas, entre ellas los cimientos de los géneros más agresivos del heavy, caso del speed y el thrash. Kevin Heybourne, voz y guitarra, Kevin Riddles, bajo y coros, y Dave Hogg, batería, pusieron algunos de los primeros ladrillos del muro que venía de las islas. Letras controvertidas y polémicas y composiciones rápidas y poderosas dan a este debut el cartel de un icono genérico cuando hablamos del heavy ochentero en general y de la NWOBHM en particular.

 

79.- Inmaculate Fools “Dumb poet” (1987)

Uno de esos grupos que sonaban mucho por estos lares y que, con este disco, lograron su mayor repercusión con esa mezcla de folk, rock, pop y textos trabajados. Podría considerarse la banda de Kevin Weathrill, vocalista, guitarrista y compositor de la mayoría de sus canciones, y acompañado por su hermano Paul y los hermanos Andy y Peter Ross, grabando su disco más representativo. Cortes como “Tragic comedy”, “Dumb poet” o la inicial “Never give less tan everything” siguen sonando muy frescos, representativos de la época que el pop/rock británico atravesaba, con mayor repercusión fuera del Reino Unido y muy seguido en el levante español.

 

80.- Thin Lizzy “Chinatown” (1980)

El décimo álbum de la banda supuso el debut de Snowy White como guitarrista junto a Scott Gorham y la 1ª colaboración de Darren Wharton antes de converirse en miembro oficial. Sigue conservando el sonido clásico del grupo irlandés, con las guitarras dobladas y la voz oscura y susurrante de Phil. Temas como “Killer on the loose” o “Sweetheart” podrían destacarse, aunque podría considerarse un disco bastante compacto. Brian Downey volvía a encargarse de la batería y contó con la colaboración de Midge Ure antes de montar Ultravox y fue una de las últimas balas del gran Lynott antes de su muerte.

 

81.- Twisted Sister “Stay hungry” (1984)

El tercer disco del combo norteamericano les encumbró a lo más alto de su carrera. Los hits “We’re not gonna take it” y “I wanna rock”, con la ayuda de los clips que los acompañaron ayudaron muchísimo a ello y el auge del glam en la primera mitad de los 80 terminó de conseguirlo. Con Dee Snider al frente como vocalista y compositor, lo acompañaban Jay Jay French y Eddie Ojeda a las guitarras, Mark Mendoza al bajo y A.J. Pero en la batería, dejando su álbum más exitoso y canciones que siguen sonando festivas y divertidas como “The price” o “Stay hungry” además de los singles masivos.

 

82.- Pink Floyd “A momentary lapse of reason” (1987)

“Learning to fly” fue lo 1º que escuché de Pink Floyd sabiendo lo que era. Dejé grabando un programa de video clips con una cinta de vhs y al visionarlo ya quedé atrapado. Podemos considerarlo un disco de David Gilmour bajo el nombre de la banda porque Nick Mason y Richard Wright también estuvieron involucrados levemente. Las disputas internas con Roger Waters seguían ahí y tuvieron más salsa rosa que lo meramente musical, pero a mí siempre me ha parecido un álbum más que correcto, con algún tema sobresaliente, y que me presentó a una banda que sería muy importante para mí. La citada, “The dogs of war”, “On the turning away” o “Sorrow” seguían agrandando la mística de la obra de los británicos.

 

83.- Gary Moore “Victims of the future” (1983)

Cuarto álbum de estudio del guitarrista nordirlandés que contó con la colaboración de insignes músicos a nivel internacional como Ian Paice, Neil Murray, Neil Carter o Bob Daisley para ahondar en su vertiente más hard roquera y heavy con protagonismo absoluto de su guitarra. Temas como el que da título al disco, la versión de los Yardbirds de “Shapes of things” o la balada “Empty rooms” lo colocan en lo más alto de su discografía y un imprescindible de la década de los 80.

 

84.- Rush “Moving pictures” (1981)

Cualquier disco de la época dorada de la banda sería acertado poner aquí, pero puede que la importancia de sus singles les avance por la derecha. Tanto “Tom Sawyer” como la épica “The camera eye” son ejemplos de la diversidad y amplitud de miras de la banda en aquel momento. Geddy Lee (voz y bajo) y Alex Lifeson (guitarras) en la música y Neal Peart (batería y percusión) con las letras crean una obra única e imperecedera.

 

85.- Onslaught “The force” (1986)

Segundo álbum de la banda británica que más me gusta dentro del movimiento thrash. Con un personal reformado y un sonido mucho más maduro, junta a Sy Keeler a las voces, las guitarras de Nige Rockett y Jase Stallard, el bajo de Paul Mahoney y la batería de Steve Grice para dar forma a su disco más reconocido, con voces agresivas, guitarras punzantes y bases machaconas. En el siglo XXI se reunieron y no han bajado un apice el listón, siguen en plena forma.

 

86.- Faster Pussycat “Wake me when it’s over” (1989)

Esta primera encarncación de la banda nos dejó sus mejores trabajos, muy cercanos al hard y sleazy de la época, y puede que este disco sea su mejor aportación. Canciones como “Poison Ivy” o la balada “House of pain” son conocidas por casi todo el mundo y la formación clásica con su frontman Taime Downe, Brent Muscar y Greg Steele a las guitarras, Eric Stacy al bajo y Mark Michals a la batería es la que mejor encarna a los hard roqueros de Los Ángeles que triunfaron a final de la década de los 80. Pude verlos en el siglo XXI con Taime como único miembro original y fue genial escuchar esos temas en directo, aunque su propuesta más cercana al rock gótico industrial dejó mucho que desear.

 

87.- Tygers of pang tang “Spellbound” (1981)

El segundo disco de los británicos, emblemas de la NWOBHM, presentaba algunos detalles resaltables. Fue producido por Chris Tsangarides y llegaron 2 miembros nuevos, Jon Deverill a las voces y John Sykes para acompañar a Robb Weir con las guitarras, además de Richard Laws al bajo y Brian Dick a la batería. Contiene alguno de sus temas emblema como “Hellbound”, “The story so far” o “Don’t stop by” y el típico sonido de las bandas de la época en ese género.

 

88.- The Exploited “Punks not dead” (1981)

La banda más grande de la 2ª oleada punk británica, junto a Discharged y GBH, debuta con este disco directo, de canciones rápidas y cortas, estribillos repetitivos  y reconocibles, que me pilló siendo un chaval y siempre me ha fascinado. Temas conocidos como “Punks not dead”, “Army life”, “Sex and violence”, “Exploited barmy army” o “I believe in anarchy” siempre me obligan a levantarme y cantar con Wattie a grito pelado. Siempre recordaré cuando intenté colar una cinta con este disco en un bus del viaje de fin de curso del colegio y no llegó a terminar la 1ª canción, y eso que no llega a los 2 minutos.

 

89.- The Georgia Satellites “In the land of salvation and sin” (1989)

Claro representante de eso que llamamos rock americano que une el rock and roll y el southern rock a partes iguales. Temas clásicos de lo dicho son “I dunno”, “All over but the cryin’” o “Slaughterhouse”, y la formación clásica con Dan Baird, Rick Richards, Rick Price y Mauro Magellan, contaba con las colaboraciones de Ian McLagan, Kevin Jennings o Nicolette Larson y dejan en alto el rock clásico norteamericano.

 

90.- Circus of power “Circus of power” (1988)

Debut de la banda neoyorkina liderada por Alex Mitchell que ya dejaba claro por dónde iban los tiros. Hard rock callejero y motero que completaba su formación con Ricky Mahler como guitarrista, Gary Sunshine al bajo y Ryan Maher tras los bombos. Producidos por Daniel Rey para RCA, contaba con temas significativamente potentes como “Motor”, “White trash queen” o “Backseat mama”. Uno de esos grupos a los que hoy alabaríamos sin medida y que se han perdido en el tiempo.

 

91.- Saga “Worlds apart” (1981)

La banda canadiense englobada dentro del movimiento neo-prog nos regala otro delicioso álbum de sonidos que te van envolviendo y terminas totalmente enganchado a su propuesta onírica. La banda formada por Michael Sadler, Ian Crichton, Jim Crichton, Steve Negus y Jim Gilmour nos regala uno de sus mejores trabajos, donde los singles “On the loose”, “Wind him up” y “Amnesia” son tan magníficos como “No regrets” o “No stranger”, dos de los capítulos que el grupo dedicó a lo largo de los años a la primera juventud de A. Einstein. Seguro que no lo recuerdas, pero si te gusta el género no lo dudes y recupéralo.

 

92.- Girlschool “Hit and run” (1981)

Segundo álbum de la banda heavy femenina por excelencia, que contaba con el apoyo del gran Lemmy. El hit “C’mon let’s go” o la versión de “Tush” de ZZ Top les pone como referente del género en la época y cortes tan diversos como “The hunter” o “Back to start” convierten al disco en una delicia que se escucha con gran satisfacción tantos años después. Kim McAuliffe, Kelly Johnson, Enid Williams y Denise Dufort se hicieron un hueco más que merecido en la jungla del metal ochentero.

 

93.- Hanoi Rocks “Oriental beat” (1982)

Los finlandeses liderados por el gran Michael Monroe grabaron su segundo disco con esa estética entre punk y glam y ese sonido rock/pop tan pegadizo y enérgico que, en sus conciertos, se transmitía de forma intensa al público. Solo por la inicial “Motorvatin´” ya merecería la pena, pero es un compendio perfecto de lo que ofrecían y contaban con la alineación más recordada con Michael al frente (voz, saxo y harmónica), Andy McCoy y Nasty Suicide en las guitarras y coros, Sami Yaffa al bajo y Gyp Casino tras la batería en una de sus últimas grabaciones antes de la llegada del fallecido Razzle.

 

94.- Flesh for Lulu “Big fun city” (1985)

Banda británica de rock que tuvo cierta repercusión por estos lares, especialmente porque un par de años después reventaron las discotecas con su tema “I go crazy”, pero ya aquí dejaban constancia de su energía y la perfecta comunión pop rock de su propuesta. Destacaban temas como “Baby hurricane” o “Laundromat kat”, pero los tenía en una versión doble de 2 discos que incluía temas como “Seven hail Mary’s” o “I may have said you’re beautiful but you know I’m just a liar” y sonaron mucho por estas latitudes y la banda de Nick Marsh logró bastante reconocimiento. A mi me sigue gustando y convirtiendo una gris tarde de invierno en una delicia alegre y divertida con una sonrisa en la cara.

 

95.- Trouble “Psalm 9” (1984)

Debut de una de las bandas por antonomasia del doom metal. Guitarras profundas y oscuras, tempos cavernosos y ritmos cadentes. Las letras están basadas en muchos versículos bíblicos que llevó a confundirles con una banda de metal cristiano, pero lo han negado en diversas ocasiones y queda como un ejemplo de la hondura de sus textos. Con el tiempo han sido más reconocidos que en su momento, pero la importancia de su trabajo es indudable y junto a otras bandas como Saint Vitus pueden ser considerados los padres de un género y este álbum la visagra del mismo.

 

96.- Rock City Angels “Young man’s blues” (1988)

Una de las bandas malditas, con una estética muy parecida a The Black Crowes, pero un sonido más duro que ellos. Bobby Durango se hacía cargo de las voces, Mike Barnes y Doug Banx de las guitarras, Andy Panik del bajo y Jackie Jukes de la batería y, con su debut, intentó abrirse camino en un mundo que debería haberle dado la oportunidad de demostrar que ahí había algo. El mal trato recibido por Geffen Records y la multitud de músicos que pasaron por sus filas los han convertido en un tesoro escondido.

 

97.- Grim Reaper “See you in hell” (1984)

Debut de la banda de Steve Grimmett que nos regala una de las canciones definitivas del heavy metal ochentero. Solo por el tema que da título al álbum debut de Grim Reaper ya vale la pena, pero además cuenta con todos los elementos propios del género, guitarras afiladas, ritmos machacones, voces agresivas y un ritmo trepidante. Steve Grimmett, Nick Bowcott, Dave Wanklin y Lee Harris graban otro de esos discos que no debes dejar pasar.

 

98.- Tank “Filth hounds of hades” (1980)

Debut de la banda británica incluída en la NWOBHM, que contó con la producción de “Fast” Eddie Clark y muestra una clara influencia de lo que salía por aquel entonces de las islas. Trío compuesto por Algy Ward, Peter Brabbs y Mark Brabbs que deja 10 temas de ritmo trepidante y voz agresiva, grabando temas como “Shellshock”, “Run like hell” o “Blood, guts and beer” que dejaban claro que lo que mostraba la portada, con 3 lobos hambrientos, babeando su ira, representaba muy bien el hambre de éxito del trío.

 

99.- Cirith Ungol “Frost and fire” (1980)

Álbum debut de los californianos, cabezas visibles del movimiento heavy norteamericano. Con Tim Baker a las voces, Jerry Fogle y Greg Lindstrom a las guitarras, Michael Vujea al bajo y Robert Graven en la batería dejan clara su visión primitiva del género, con riffs rápidos y sencillos, crudos en su sonido, y la característica voz de su vocalista, logran un compendio muy característico de cómo sonaban en aquella época. Como curiosidad hay que decir que en los créditos aparece Michael como bajista aunque han reconocido muchas veces que fue Greg el que grabó las líneas de bajo para el disco. También hay que citar el trabajo de Michael Whelan con la portada del disco, un artista muy reconocido cuyo trabajo ha aparecido en multitud de libros y discos.

 

100.- Wynton Marsalis “Black codes” (1985)

Debo nombrar al disco que me introdujo en el fascinante mundo del jazz. Wynton Marsalis es trompetista de jazz estadounidense al que tuve la suerte de ver cuando vino a mi ciudad con su proyecto juvenil del Lincoln Center y salí totalmente alucinado de lo que transmitían. Este disco cayó en mis manos casi por casualidad y abrió una puerta que no creo que se cierre nunca más en mi vida. Canciones como “Black codes” o “Delfeayo’s dilemma” resuenan en mi cabeza y dejan claro que hay mucho talento en casi todos los géneros. Con la ayuda de su hermano Brandford con el saxo, Charnett Moffett al bajo, Kenny Kirkland al piano, y Jeff Watts a la batería, graban uno de los discos definitivos de jazz cuando el jazz ya no era seguido por casi nadie.

 

Espero que te haya interesado y, si ya leiste alguna de las listas de los 70, lo hayas pasado bien y te haya servido para descubrir alguna banda o recuperar algún disco. Si es así habrá valido la pena todo el tiempo empleado y, si tan solo ha servido para que pases un buen rato, la satisfacción habrá sido mutua y me alegro por ello. Como siempre, gracias por leer.

by: Eduardo Garrido

by: Eduardo Garrido

Roquero, cinéfilo, lector empedernido que estudió Derecho para trabajar en una biblioteca y disponer de pelis, discos y libros a mano

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