Es cierto que estamos todavía a principios de febrero y resta la mayoría del año pero estamos convencidos que el concierto de Franck Carducci & The Fantastic Squad del sábado pasado quedará en el recuerdo como de lo mejor del año y eso, que a modo de ejemplo, en el 2024 entre festivales, salas de gran, mediano y pequeño aforo pudimos ver más de cien conciertos, cosa que en esta presente temporada no debería variar en exceso.
Y es que ante una Sala Milwaukee que presentaba un estupendo aspecto, llegaba la inclasificable banda franco- holandesa capitaneada por Franck Carducci, acompañado de su bastión en el escenario como es Mary a la guitarra acústica, las percusiones, el baile y la performance con abanicos arco iris, láseres, fustas o cambios de vestuarios, Léa a la batería, golpeando con fiereza sin perder su sonrisa, Barth a la guitarra, todo un talento a las seis cuerdas, tanto con la Gibson Les Paul o con la preciosa Fender Telecaster “customizada” que nos mostró y Cedric “MasterBlaster”, mejorando con su teclado cada nota. Además la banda es magistral en los coros, apoyando a un Carducci que se presentaba en El Puerto de Santa María a la voz y al bajo aunque en los primeros temas mostraba una guitarra- bajo de doble mástil, con doce cuerdas en la parte superior y cuatro en la inferior. Un artilugio sensacional que sustituyó más tarde por uno Fender de cuatro cuerdas con la bandera del Reino Unido.
Y es que no pueden negar la influencia de la música británica al fusionar el rock de corte clásico con el progresivo, lo que consigue que algunos temas nos suenen a Led Zeppelin, otros a The Beatles, a The Who o a los mismísimos Genesis a los que suma su estética glam, con el quinteto perfectamente maquillado y vestuario trabajado y una grandísima puesta en escena con Mary Reynaud de protagonista, jugando con un punto de erotismo tanto en su émulo de “majorette”, con el láser reflejado en su corpiño de pedrería o vestida de gata con fusta, castigando al público y resto de integrantes en ese homenaje a “Alicia en el país de las maravillas” que es “Alice’s Eeire dream”, una de las muchas, y buenas, melodías compuestas por Franck Carducci que comenzó su hora y tres cuartos de actuación con “Slave to Rock and Roll”, continuando con estupendos cortes como “A brief tale of time”, “The betrayal of you”, “The limits of freedom”, “Atificial paradises” y “The angel” (cantadas ambas por Mary), el momento en solitario de Franck con “Sweet Cassandra”, “Torn apart” con el lucimiento a la batería de Léa con un gran solo en la entrada de la canción o la larga “Love and survive”, presentando a todos los integrantes de la formación. Pero ante la insistencia del público, volvieron a salir a escena para interpretar un bis especial pues pidieron apagar monitores y con el único acompañamiento de una guitarra acústica interpretar “a capella” la preciosa “On the road to nowhere”.
Una magnífica forma de acabar una noche increíble de un combo que, a buen seguro, veremos en recintos de mayor aforo en un próximo futuro aunque tocar en la Sala Milwaukee es hacerlo en uno de los locales más bonitos de España, al que agradecemos las facilidades dadas igual que a Lestrato Rock Conciertos.
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