Hace tres semanas pude disfrutar de una actividad de directo de auténtico infarto y lujo. Todo comenzó el jueves 22 de febrero en el Loco Club de Valencia con un doble cartel de escándalo con los consagrados gaditanos THE ELECTRIC ALLEY y los siempre efectivos y cada vez más asentados en la escena valenciana, FOURSOME ARTIFACTS.
He de decir que tuve el privilegio de asistir a la prueba de sonido de ambas bandas y aquello ya presagiaba en ambas una velada gloriosa para el Rock’N’Roll. Agradecido tanto por poder asistir a la previa como por poder departir tranquilamente con algunos miembros de las bandas antes de la apertura de puertas a las 20:00.
Minutos después de las 20:30 comenzaban los de Dai Berenguer su habitual descarga de sonidos a medio camino entre el Grunge y el Rock Alternativo de los 90’s y el Rock Americano más árido y polvoriento. Se les nota seguros, con unas ganas inmensas de gustar, tienen en Sixteen Days (2023) un disco redondo entre manos y se divierten encima de las tablas. Lo dan absolutamente todo tanto instrumental como interpretativamente con gemazos de la talla de «Sexy Thing» o «Across The Water» de su anterior disco, Songs For The Sun (2020), pero aquí venían para abrir para los gaditanos y la columna vertebral de su setlist se centró en el citado Sixteen... Trallazos infalibles de la talla de «Hey Now» o «Another Day in Heaven», singles rotundos y siempre disfrutados al máximo como «16 Days» o «Heartbeat», cortes de una intimidad realmente epatadora en directo como «Long Ago» o su habitual cover del icónico «House Of The Rising Sun» de The Animals, popularizada por Dylan, conformaron un setlist directo a la yugular y ganador de principio a fin. Y digo ganador porque cerrar con la energía ‘in crescendo’ de «More Than I Can Say» se me antoja como el perfecto broche de Oro en el formato reducido que les tocó aquella noche.
Turno para los cabezas de cartel de la noche, THE ELECTRIC ALLEY. Muchos de mis compañeros de webzine han hablado maravillas durante todos estos años de los gaditanos, el Comando Madrileño-Andalúz en concreto, como es obvio, y era hora de resarcirme con una de las bandas más intensas e interesantes de nuestro panorama rockero nacional.
Para empezar, diré que estuvieron fabulosos, sublimes diría yo, el nivelazo que se gastan es de auténtico escándalo, no sólo por su profesionalidad y capacidad interpretativa y de ejecución, sino porque se notan que aman la música que tocan, que viven y respiran el Rock’N’Roll hasta las últimas consecuencias, con una pasión descomunal. En definitiva, que lo que aconteció hace tres semanas va más allá de ser un buen concierto. ¡¡¡Fue ESPECTACULAR JODER!!!
El primer tramo fue jodidamente intenso, como no podía ser de otra manera presentando su acojonante Apache (2023). Abriendo con los tres primeros temas, el homónimo «Apache», «Hurricane» y «One Lasting Light», nada podía fallar… ¡y nada falló!, todo lo contrario, empezaron muy alto y el concierto fue subiendo incluso más en intensidad. Jaime Moreno derrocha actitud, maneras y alma con ese chorro de voz tan privilegiado que tiene. Seguimos. El sureño «Standing», del debut Backwards State Of Society (2013), sonó de auténtico lujo y fue conectado a la perfección con otra joya southern de Apache, «What’s Going On». Del citado debut no podían faltar «Up in Flames» y su siempre celebrado «No Control», ya en los bises ambos y con este último como antesala al ‘Medley de Zeppelin’ que siempre suelen realizar como ‘grand finale’.
El segundo y el tercer álbum de los de Cádiz también tuvo su representación, así, del Get Electrified! (2015) tuvieron su momento de gloria el tema homónimo, segundo en bises, con un derroche de energía quasi high energy rock’n’roll y uno de mis favoritos de la noche, «Last Letter», el sugerente y erótico “Can We Have Some Love Between Us», de clara inclinación soulera, e «Eagles Fly Solo» (también perfectamente ubicado en bises). Turning Wheels (2018) brilló también con luz propia, aunque en este caso con tan sólo dos temas, «Celebration» de aromas ‘aussies’ y el excepcional «Thunderbird or Vulture». De Apache no me quiero dejar los dos temas que tanto y tan bien fueron ejecutados, ahí estuvieron el poderoso «Make It Through The Night» y la cadencia épica y el clasicismo de «Fireworks». A destacar el estratosférico nivel de ejecución guitarrístico de Nando Perfumo… ¡vaya tío! Y como amantes del Rock’N’Roll más inmortal y legendario, se marcaron un «Cowboy Song» de Thin Lizzy entre medias de todo su arsenal que no desentonó en absoluto (más bien lo contrario) pues la hicieron suya como si de un tema propio se tratase.
Y hasta aquí he llegado. Creo que mis argumentos sobre lo vivido han quedado perfectamente plasmados, una banda que lo tiene absolutamente todo, que sigue con un hambre de escenario descomunal, que se nota que el estar encima de las tablas es su hábitat natural y que tiene una discografía a prueba de bombas no podía bajar del sobresaliente en Rock’N’Roll… ¡y a fe que os confirmo que consiguió MATRÍCULA!…
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