Me gusta, me gusta esa mezcla de música alternativa con los gritos guturales. Algo que tiene mucho sentido. Porque a pesar de que somos todos diferentes, funcionamos igual. Lo que quiere decir que nos duelen las mismas cosas, solo que no reaccionamos de la misma manera porque nuestra personalidad, afortunadamente, sí es distinta.
Neptune tiene un sonido muy coherente, porque las emociones hay que expresarlas. Y si algo da rabia, hay que expresarlo con rabia. Estamos en la música, no en otro arte.
Por poner un poner, la poesía ahoga estas emociones de rabia, distanciándose de la causa, para favorecer la precisión en la imagen, para ser preciso con la realidad. Aunque cuidado con hacerlo para esto, insensatos; hay que distanciarse de verdad. El abismo tiene ojos, o mejor dicho, mirada, que es un órgano más complejo. Pero como digo, estamos hablando de música, y las cosas son diferentes.
Lo que más me gusta de la música, es que, por esto, es un arte que se tatúa sónicamente en tu corazón. Porque además de contar, muestra las emociones. Y esto se graba instantáneamente. Sobre todo, cuando está bien hecho.
Nuestros Welcoming, nos dicen en su primera canción Bitter Air, que han sido obligados a aterrizar, y nos revelan, acertadamente, que alguien no puede haberse alejado solo, por sí mismo, hacia lo desconocido.
Existen fuerzas —unas negativas y otras positivas—, que nos gobiernan. Por lo que como mucho, solamente podemos cabalgarlas lo más diestramente posible. El ritmo de Bitter Air, pasa de la lentitud a la prisa, de la calma a la furia. Un debatirse interno entre muchas emociones para acertar con las decisiones.
The Unknown es la siguiente melodía, que nos relata que Welcoming están entrando en el desarrollo metafísico del mar. Ahí es nada. Hay muchas formas de subsistir en este medio. Nadando hasta llegar a la orilla, dejarse flotar, hundido, como una medusa hasta fundirse con el medio, o preguntarse el porqué del agua, y el porqué de esos porqués, lo que implica, también, sangrar. The Welcoming nos dicen que todos estamos a la deriva, nos avisan de nuestra ilusión de esa vida en la que parece que no pasa nada. De nuevo esos guturales expresan urgencia en el aviso. Me dicen que es necesario despertar cuanto antes para no perder ese legado que nuestros padres han dejado con su sudor.
Euolgy nos cuenta una historia de alguien con el alma atormentada que ha sido obligado a remover el mundo. Alguien valiente que ha aprendido negativamente de su pasado para solucionar las cosas. Alguien que sigue durmiendo, no obstante. Como arrastrado por el río de la vida, sin opción. Pero The Welcoming no son conformistas y no aprueban este final. Y lo demuestran con esos gritos que rompen un destino irreparable cantando al unísono al viento, soltando los cuervos de la justicia.
The Incident es la melodía lenta que comienza como el sonido con el que se comunican las ballenas. Una voz locutada alerta de algo, nerviosa. Quizá el aviso de una pequeña conjura de necios. Esta canción instrumental nos prepara para el siguiente y último corte. Song and Memory. La última canción de este EP. Que es un llamamiento a todo aquel que se encuentre en las mismas. Todo está ahogándose en el mar. Es una premonición, un destino fatal para la humanidad que vive en la tierra que se pisa. ¿Te unes a The Welcoming y su Neptune? Yo ya lo he hecho.
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