La serie «The bear» fue la gran sorpresa del pasado 2022 (sin duda entre lo mejor filmado para televisión). Además visto el éxito y las expectativas abiertas en su conclusión esperábamos esta continuación que, sin duda, mantiene el tono, elevándolo en algunos capítulos.
“The Bear” es ya un fenómeno por lo que tenemos algunos cameos y secundarios de envergadura. A los conocidos de Jon Bernthal y Oliver Platt se suman Jamie Lee Curtis, Bob Odenkirk y Olivia Colman en varios de los mejores. Porque es que “The Bear” siempre ofrece algunas genialidades en alguno de sus episodios. En este caso para el recuerdo queda la inenarrable comida navideña de “Los siete peces”, rodado de forma tan precisa en edición que recuerda al inolvidable plano secuencia del séptimo de la primera temporada. Además de por su espectacular puesta en escena es el primero en ambas temporadas que dura más de una hora (recordemos que en el serial los capítulos apenas llegan a los treinta minutos). Junto a este portento de montaje tenemos otros dos magníficos como son el aprendizaje en Copenhague del pastelero y el del primo en un restaurante de lujo en Chicago.
Y es que en esta ocasión, Carmy y Sydney intentan transformar la cocina de su local de un honrado sitio de bocadillos a un restaurante de Estrella Michelín. Ahí surgen los problemas no sólo con la composición del menú sino con la enorme burocracia y los problemas económicos derivado de ello. Ahí entra el personaje de la hermana que entra en el negocio familiar para llevar las cuentas, lo que resulta un acierto porque tenemos otro personaje nuevo con el mismo nivel de estrés pero otras motivaciones pues ella está casada y a punto de tener un bebé. Quizás el rol que falla más es el de Sydney pues en la anterior temporada ofrecía un gran arco dramático y en esta se les ofrece demasiado peso pues parece poder tratar de igual a igual a Carmy, lo que es algo ridículo en cuanto a talento y experiencia pues recordemos que el chef había llegado rebotado como mejor cocinero del mundo mientras que la joven ayudante era una inexperta con muchas ganas. Quizás es el único borrón pero se olvida pronto por su gran puesta en escena.
Y es que en ese punto el producto de Christopher Storer es irreprochable, con planos milimetrados, pocos escenarios pero utilizando cada rincón para crear tensión en los personajes y, por supuesto, en el espectador. Prueba de ello es la entrada del final, filmado en plano secuencia entre la tranquilidad de los comensales y el lío tremendo de la cocina, pasando de una estancia a otra con facilidad y de forma adecuada. Para ello es fundamental el montaje, en la línea de los marcados por Damien Chazelle.
Y se mantiene la pléyade de actores encabezados por Jeremy Allen White, junto a Ebon Moss Bachrach, Ayo Edebiri, Lionel Boyce, Lisa Colón- Zayas a los que se le suman Abby Elliot como la mencionada hermana y Molly Gordon como interés romántico (otro de los puntos menos interesantes).
“The Bear” es alta televisión, un producto que engrandece la pequeña pantalla y lo mejor es que todavía ni ofrece síntomas de agotamiento y deja una grandes expectativas para próximas andaduras.
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