Decidimos ir a este festival una semana antes de su comienzo por lo que no solicitamos acreditación y sólo deseábamos ir como público pero como nos ha gustado tanto la propuesta no hemos podido evitar escribir esta reseña como modo de dar a conocer este Milagre Metaleiro que tanto nos ha interesado. Eso sí, como reverso oscuro no hemos podido ver a todas las bandas y las fotografías han sido tomadas desde el público con una vetusta cámara de móvil por lo que pedimos disculpas y prometemos hacer las cosas más en condiciones el próximo año.
El Milagre Metaleiro Open Air es un festival con solera pues esta edición sumaba la decimocuarta. Organizada por una asociación sin ánimo de lucro casi siempre ha sido gratuito pero desde el pasado año cobran una entrada simbólica ya que han dado un paso adelante programando nada menos que tres días con múltiples bandas internacionales y una importante representación de bandas españolas y portuguesas, que para algo se encuentra en la región lusa de Lafoes, en concreto en el pequeño pueblo de Pindelo Dos Milagres, cerca de la población de Sao Pedro Do Sul y del turístico y recomendable vista de Termas de Sao Pedro Do Sul, la mayor ciudad balneario portuguesa. Zona que se encuentra a una hora y cuarto de Oporto y dos de Salamanca.
En cuanto al recinto, la Asociación Cultural Milagre Metaleiro ha decidido cambiar de ubicación llevando el evento al Parque Empresarial, situado a las afueras de Pindelo Dos Milagres para así ofrecer mejor zona de acampada y mayor espacio para ver los conciertos. Precios más que populares en bebida y comida que se puede disfrutar en su amplísima carpa techada (por lo que es relativamente sencillo encontrar algo de sombra en las horas de más calor), bastantes puestos de merchandising, baños y duchas limpios y dos escenarios pegados en forma de cueva y ubicados de tal manera que el sol apenas molestaba al público en ninguno de los directos. En organización apenas le podemos poner un pero.
El público se comportó, y eso que era bastante numeroso. Sorprendió la cantidad de mosh pit, levantando grandes polvaredas en el suelo de tierra, y crowd surfer, que finalizaban siendo recogidos por el competente y paciente personal de seguridad, que se vieron. Quizás como mejora faltaron alguna pantalla para que todos pudieran ver mejor a las bandas pero imaginamos que el coste será inasumible pues recordamos que el precio del abono es ínfimo y los de la restauración de amigo. Dicho todo esto vamos a intentar sintetizar las tres jornada.
Día 25
Por desgracia, escuchamos a Voidwomb en la lejanía pues teníamos que recargar la pulsera contactless con la que se pagaba todo y comprar la camiseta pues como se preveía se agotaron rápido. Por lo que pudimos oír black/ death desde Portugal en una media hora que seguro que no olvidan. Tras ellos, los suecos Frantic Amber en formato cuarteto con tres criaturas salvajes (según la definición de nuestro compañero Pupilo Diltado) y chico a la batería. Guitarrista zurda y death melódico a lo “sonido Goteborg” que gustó en sus cuarenta y cinco minutos con temas de sus dos álbumes y sus singles “Angel maker” y “Black widow”, En su debe el teclado grabado.
Tras ellos, en el escenario 2, Hadadanza desde Alicante con una interesante puesta en escena circense y música de corte folk con flauta, pito y violín. Nos recordaron a los primeros Saurom y a pesar de que empezaron con problemas de sonido (la inicial “Que empiece la función” no se escuchó la voz) se repusieron y dejaron buenas sensaciones en sus cuarenta y cinco minutos con cortes como “Farlequín” o los finales “Bebe con nosotros” y “La fiesta de los espítitus”.
Y de nuevo al primer escenario para ver las evoluciones de Angus McSix, banda suizo- germana que transitan entre el power metal y el hard rock como parodia de los grupos épicos. Grandísima puesta en escena, con el cuarteto vestido entre los héroes griegos y personajes de “El Señor de los anillos”, otra guitarrista zurda que no paró de sonreír y canciones que entran a la primera como “Masters of the universe”, “Sixcalibur” o con “Eternal warrior” nos hicieron vivir uno de los momentos del Milagre Metaleiro enviando a un tipo subido en un hinchable en forma de unicornio a por una cerveza para la sedienta guitarrista. Además aderezado en el escenario por figuración disfrazada en forma de mago, orco o dinosaurio. Fueron geniales animando y con interesantes y coreables melodías. La pena es que además del teclado llevaban el bajo grabado. Lo que nos parece intolerable.
Y cambio al segundo escenario con los valencianos Opera Magna en cuarenta y cinco minutos donde siguen con su power metal sinfónico, con temas basados en el universo de Edgar Allan Poe como “El corazón delator” y celebrados como la inicial “Del amor y otros demonios” o el cierre con “La herida”. Vimos estupendo de voz a José Vicente Broseta en ese tono tan personal que se gasta y agradecemos el teclado en vivo.
Uno de los platos fuertes de la primera jornada eran los teutones Orden Ogan. Quinteto de power metal con doble bombo. Vestían de negro riguroso con el cantante con un guardapolvos acorazado en los hombros. Era su primer concierto en Portugal y se les veía contentos aunque no cumplieron del todo la hora y cuarto que tenían programada con un repertorio con mayoría de su último LP “Final days” (iniciaron con “In the dawn of the Al” y siguieron con “Inferno”, “Heart of the android” y “Let the fire rain”) aunque finalizaron con “The things we believe in”.
Blame Zeus es una curiosidad en el cartel pues transitan entre el stoner y el blues comandados por Sandra Oliveira. Grupo de la vecina Oporto que estuvo correcto en su actuación con canciones como “Lust” o “Left for dead”. Unos a los que seguir la pista.
Y ya de noche le tocaba el turno a Therion que entraba a ritmo de una grabación del “Así habló Zaratustra” de Richard Strauss y el “O Fortuna” del “Carmina Burana” de Carl Orff ya en directo. Formato de bajo, batería, y las dos guitarras (una de ellas la de su líder Christopher Jonsson), con la voces de Thomas Vikstrom y la soprano Rosalía Sairem. Por desgracia, teclado grabado. Los suecos hicieron un buen repaso a su discografía desde su excelente “Vovim” con “Birth of Venus illegitima” o “The rise of Sodom and Gomorrah” hasta sus recientes “Leviathan” con “Tuonela” y Leviathan II” con “Litany of the fallen”. Sin olvidar su mejor época. La de “To Mega Therion”, “The blood of Kingu”, “Asgard” o “Lemuria”.
Entre los cabezas de cartel, donde se fue bastante gente, les tocó animar al personal a Shutter Down, un cuarteto portugués que tocan un irresistible hard rock. Melódicos y pegadizos recordaban bandas ochenteras como Skid Row o Bon Jovi.
Y como principal reclamo del viernes les tocaba a Moonspell, la banda lusa más celebre en el heavy metal. Al tocar en casa prepararon un set list local con múltiples guiños a su país con “Finisterra”, “Alma Mater” con bandera y pantalla de Portugal, cantadas en la lengua de Pessoa “In tremor dei”, “Em nome do medo” y “Todos os santos”) aunque empezaron con “Opium” y “Extinct”, sonando clásicos como “Night eternal” o el anunciado final con “Full moon madness”. Como sorpresa de su último “Hermitage” decidieron tocar “The hermit saints” y no los singles “The greater good” o “Common prayers”. Siguen siendo un seguro en directo, tanto la voz de Fernando Ribeiro (al que no habíamos visto su nuevo “look” con pelo corto), la guitarra de Ricardo Amorim o el teclado y guitarra de Pedro Paixao, los más antiguos de la formación. Fueron los más aclamados de este día.
Para cerrar el quinteto Graveworm con su black metal sinfónico con doble bombo desde Italia.
Día 26
Al llegar tarde de comer en Sao Pedro Do Sul no pudimos ver ni a Resurge ni a Arenia por lo que la primera agrupación del día fue Xhamain, metal gótico con voz femenina de estética de dicho movimiento y banda de luto riguroso con camisetas sin ninguna referencia musical. Bajo con cinco cuerdas y gaita dando un toque folk de su Galicia natal.
Ravenblood es un quinteto de death metal melódico, vestidos también de negro, voz gutural y doble bombo desde Barcelona.
El thrash metal llegaba con los portugueses Toxikull. De corte angelino muy a lo Anthrax aunque se atrevieron con una versión del “Killed by death” de Motörhead. Nos dejaron las mismas buenas sensaciones que como cuando los vimos en Sevilla teloneando a Crystal Viper.
Y el hard rock melódico llegó con los suecos Eclipse, comandados por el excelente vocalista Erik Martensson. Sin duda fueron los que mejor sonido tuvieron en el festival. Era su primera vez en Portugal (aunque anunciaron que no sería la última) en un repertorio basado en su último disco “Wired” (comenzaron con “Roses on your grave”, tocando “Run for cover”, una muy cantada por el público “Saturday night (hallellujah)”, “Things we love” y “Twilight”) y clásicos de los nórdicos como “Got it!” o “Viva la victoria”. ¡Qué facilidad tiene Eclipse para crear estribillos coreables!
Esperando comer algo nos perdimos a Aktarum para poder llegar a buen sitio para ver a dark Tranquility en su último concierto en Europa antes de ir a América. Los suecos sonaron fantásticos, con un Mikael Stanne perfecto de voz. Y aunque echamos de menos las guitarras de Christopher Amott (antes de Niklas Sundin) su nueva formación sonó compacta y los nuevos temas del “Atoma” fueron bien defendidos como la inicial “Encircled”, la canción homónima o “Forward momentum”, junto a grandes melodías como “Monochromatic stains”, “Phantom days”, “Terminus”, “The dark unbroken” o final de antología con “Thereln”, “The final resistance” y “Misery´s crown”. Demostraron ser un seguro en directo (y los hemos visto en múltiples ocasiones) y los reyes del death metal melódico y del sonido Goteborg.
A Bliss of Flesh les tocó la desgracia de tocar entre Dark Tranquility y Stratovarius, por lo que mucha gente abandonó el recinto pero aun así funcionaron con su black/ death metal desde Francia.
Y Stratovarius fue una de las pequeñas decepciones del evento. Llegaban de cabeza de cartel con Timo Kotipelto a la voz y Jens Johansson a los teclados como antiguos estandartes de la formación finesa. Les veía felices de regresar a Portugal y comenzaron fuerte con “Survive” y “Eagle heart” pero con “Speed of light” tuvieron un problema de acople que aunque lo resolvieron les hizo no sonar del todo bien el resto del concierto sonando el doble bombo por encima del resto de instrumentos. Aun así mantuvieron el tipo y temas como “Black diamond” o la final “Hunting high and low” ayudaron a evitar el desastre. Siguen siendo reyes del power metal europeo pero han tenido conciertos mejores.
Agotados tras los finlandeses nos fuimos a descansar perdiéndonos a Sacred Sin, con los que nos disculpamos al igual que con el resto de grupos que no pudimos ver.
Día 27
La última jornada comenzó con Erzsebet y Enchantya a lo cuáles no pudimos ver pero sí escuchar al estar en una barbacoa en la parte de las autocaravanas (aprovechamos para saludar a nuestros amigos Manu, Elena, Iván y Miguel por su invitación). Los primeros eran black metal sinfónico desde barcelona y los segundos doom gótico desde Lisboa, ambos con vocalista femenina. Nos fastidió perdérnoslos. Así que los primeros en poder asistir “in situ” fueron Dark Embrace, cuarteto gallego descubierto por mi mujer Silvia y recomendado por Javier Gordon ,dueño del mítico pub metalero Black Widow de Coruña, al que enviamos un fuerte abrazo. Lástima los “sampleados” de teclado y bajo porque su propuesta es magnífica con guitar hero como solista, una voz con tres registros y temas estupendos como la seminal “Time will tell”, “Let the blind to see”, “metal is religion” o la final “Dark heavy metal”, toda una declaración de intenciones del tipo musical de Dark Embrace. Una de las sorpresas agradables del Milagre Metaleiro.
A pesar de ser sólo las 18:30, ya aparecía uno de los grupos importantes como eran los alemanes Serious Black. Power metal con exceso de graves y dónde sólo se escuchaba la batería en sus primeros compases con “Akhenaton” y “Trail of murder”. Luego mejoraron algo el sonido finalizando con “High and low” y entre medias un par de versiones, siendo lo más divertido al tocar el “Rockin’ in the free world” de Neil Young no siendo reconocido por la mayoría de asistentes. Nos recordó hace casi una década un concierto de Volbeat en el Leyendas del Rock cuando tocaron el “Ring of fire” de Johnny Cash con el mismo éxito entre el público.
Boisson divine divirtieron con su folk metal desde Francia aunque detrás pareciera que traían la bandera danesa y sirvió de antesala a otros teutones como Grave Digger con su heavy metal clásico. Buena entrada con “Lawbreaker”, temas como “Dia de los muertos” y final por todo lo alto con “Excalibur”, su conocida “Rebellion (The clans are marching)” y “heavy metal breakdown”.
Lujuria vinieron a agradar con guiños a Portugal. Sexteto compacto, con teclado y doble bombo y un Óscar Sancho con su voz batrácica y sus discursos sentando cátedra (en esta ocasión sobre el precio de los festivales, de la comida y la bebida. Ya puestos podría haber hablado sobre la gasolina o la subida en la alimentación).
Y tras ellos, el cabeza de cartel del domingo como era Cradle of Filth., de los que te puedes esperar lo mejor o lo peor porque los hemos visto conciertos infames y otros geniales. Este fue de los buenos. Todos maquillados con Marek Smerda a lo Hellraiser y dani Filth bien de voz en los dos registros, ayudado por los coros y el teclado de Zoe Marie Federoff. Gran puesta en escena con pasarela a dos alturas y concierto corto de poco más de una hora, diez temas comenzando con “Heaven torn asunder” y “Gilder cunt” y finalizando por todo lo alto con “Born in a burial down” y sus conocidísimas “Her ghost in the fog” y “From the cradle to enslave”. Gran sonido el de los británicos.
Y de uno de los comerciales del Black Metal al mismo tipo de estilo con los sevillanos Hate Legions, en formato quinteto aunque en el pasado eran un trío. Una banda que es todo agresividad encarnado en Chico tocando su bajo como si de una guitarra se tratase. Tras tal oleada blackera estábamos tan agotados que preferimos terminar el festival. Un descanso que hizo que no viésemos a Gigatrón al haberlos disfrutado en numerosas ocasiones en el pasado. Seguro que Charlie Glamour y los suyos estaban encantados de cerrar tras tres días de teloneros. En otra ocasión.
Un Milagre Metaleiro 2023 que nos ha colmado plenamente. Una propuesta genial y accesible a la que a buen seguro repetiremos en la edición de 2024. Deseando estamos con ver con que nos sorprenden.
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