El Museo Thyssen de Madrid nos ofrece la posibilidad de admirar la obra de uno de los pintores figurativos más importantes del siglo XX como es Lucian Freud.
Dividida en varias salas se nos muestra una buena representación de sus cuadros, desde sus primeros trabajos, pasando por los retratos que le hicieron célebre, sus desnudos o sus famosos retratados, como el propio Barón Thyssen o el barón Rostchild. Una selección que parte de sus inicios en la década de los cuarenta hasta entrado el siglo XXI aunque apenas haya muestra de la década de los setenta.
Una exposición del Thyssen junto a la National Gallery de Londres donde se intenta homenajear al artista por el centenario de su nacimiento pues lo hizo en 1922. Un autor que supo compaginar lo clásico con lo moderno, con una pincelada llena de color pero donde ofrecía puntos de vista diferentes como en el contrapicado en su célebre autorretrato con sus hijos o en el picado de una mujer tumbada en el suelo de su habitación.
Cuadros como ese donde el propio Freud aparece de pie, en sombra en una habitación mientras su mujer se encuentra postrada en la cama. Un misterio, que de forma novedosa, nos anuncia la separación.
Un espectáculo pictórico que se puede disfrutar desde el 14 de febrero hasta el 18 de junio y que nos trae a un pintor fundamental dentro de los figurativos. Quizás el nombre más importante junto al de Francis Bacon. Dos nombres que me han atraído desde hace bastantes años: Bacon desde que lo descubrí con un cuadro suyo en el Reina Sofía que me hizo indagar en su obra, más después de ver la irregular película “El amor es el demonio” de John Maybury a finales de los noventa y Lucian Freud tras una visita a Londres, poco tiempo después de la apertura de la Modern Tate, donde dos cuadros suyos me dejaron impresionado, uno de ellos se puede ver como es el “David and Eli”, un desnudo masculino con perro blanco, animal que también aparece en “Chica con perro blanco”.
Una relación que ha continuado durante estos últimos veinte años y que con esta magnífica exposición retrospectiva culmina una parte de mi educación sentimental. Pues el arte no deja de ser un diálogo entre artista y espectador. Una forma espectacular de incluirnos en el mundo privado de alguien tan genial que incluso pagaba sus deudas con cuadros a su corredor de apuestas. Impresionante. No se la pierdan.
0 comentarios