Saratoga sigue resistiendo el paso del tiempo como uno de los estandartes del heavy metal alejado de las modas hecho en este país. Más de tres décadas de música, de conciertos, de desafíos al tiempo y caprichos de los gustos. Heavy metal con mayúsculas. Embarcados en la gira de presentación de «XXX», recalaban en Madrid, en La Riviera, y jugando en casa, plasmaban este documento en directo para el que además invitaron a amigos como Jorge y Carlos Escobedo, Victor y Pablo García, Leo Jiménez o Pepe Herrero. Tras una tensa cuenta atrás, se lanzan a por todas con «Tras la rejas» mostrando la contundencia de la que hacen gala desde siempre, con dos figuras imprescindibles del heavy metal de este país como son Jero Ramirez y Niko del Hierro, junto a Jorge Garrido y Tete Novoa. A estas alturas no creo que nadie tenga dudas de lo que se va a encontrar cuando se enfrenta cara a cara a Saratoga, porque aquí nunca hubo trampa ni cartón, ni brindis al sol buscando un lugar que no fuese el suyo propio.
Comprobar lo contundente que suenan canciones como «A morir», «No sufriré jamás por ti» con Niko del Hierro tomando protagonismo en las voces junto a Novoa o ese himno llamado «Maldito corazón». Otra de esas canciones señeras de Saratoga es «Perro traidor» en la que aparecen es escena los hermanos Escovedo y puedes sentir como La Riviera se viene abajo. Después de la subida llega el momento de poner algo de calma y sentimiento en el ambiente con «Lejos de ti» brillando Novoa y su interpretación vocal junto a esa inmensa guitarra de Jero. Vuelve la fuerza por lo grande con «Las puertas del cielo» que da paso a otro clásico del grupo, «Mi ciudad» al que se unen los Warcry, Victor y Pablo García.
No deja de ser emotiva la subida al escenario de Leo Jiménez para interpretar una durísima, guturales incluidos, «Vientos de guerra» y es que el vocalista es parte fundamental de la historia de Saratoga. Leo permanece en el escenario al que se une su compañero en Stravaganzza, Pepe Herrero para una emotiva y emocionante «Si amaneciera», una de las baladas fundamentales del heavy metal de este país, pese a quien pese. El concierto continua sin bajar la intensidad ni un solo instante, treinta años dan para mucho y más cuando se tiene tanto que decir. Sin lugar a dudas una noche que a muchos nos hubiese gustado poder disfrutar in situ, pero que afortunadamente tenemos disco y dvd para recrearla todas las veces que haga falta.
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