Lo que debemos aprender,
ya lo conocimos en la niñez.
Ser felices, disfrutar con amigos
de un triunfo, esas tardes
interminables de verano.
Ahora hay mil cursos de coaching
que nos enseñan a recuperar lo que
nos han quitado en silencio, sin apenas
haberlo advertido.
El hombre no es tan tonto,
aprende pronto la felicidad,
igual que un niño aprende
rápido a tocar un instrumento.
Nos han engañado con la felicidad.
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