Ver en directo a Derby Motoretta’s Burrito Kachimba es toda una experiencia. La peculiar combinación de rock progresivo, psicodelia y flamenco de este sexteto sevillano me sedujo desde la primera escucha. En apenas 4 años y dos LPs han conquistado a propios y extraños a base de buenas canciones y directos tan poderosos como el de anoche. Lo cierto es que estos fantásticos músicos derrocharon energía sobre el escenario.
Por momentos pensé que si Led Zeppelin hubieran sido andaluces no hubieran sonado muy distintos de Derby Motoretta’s Burrito Kachimba. La voz de Miguelito García bebe del rock andaluz pero con sus contoneos en escena me viene a la mente Robert Plant. A García le costó arrancar pero fue poco a poco entrando en faena, entregando voz, cuero y alma a su entregado público. La voz le acompañó durante todo el show y él bajó al foso para confundirse con sus fieles en uno de esos baños de masas reservados a unos pocos artistas. Del resto del grupo solamente puedo decir alabanzas, todos con un excelente nivel musical y rebosantes de ganas de pasarlo bien sobre un escenario. Como debe ser.
Sonaron temas de su breve pero jugosa discografía como El Valle, The new gizz, Las leyes de la frontera, Porselana Teeth, Aliento de dragón o Gitana. Todos ellos coreados por sus fieles y felices seguidores allí congregados. Apunta este nombre si no los conocías: Derby Motoretta’s Burrito Kachimba.
Antes de la apisonadora kinki andaluza actuó el grupo zaragozano Salto, al que todavía le falta recorrido para encontrar su verdadero sonido. Son jóvenes y les queda tiempo de sobra, lo que se pudo escuchar ayer no estuvo nada mal.
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