El Tío Pepe Festival ponía el punto final a esta edición de 2021 con un evento especial: un homenaje al compositor jerezano Manuel Alejandro, repasando su trayectoria llena de célebres canciones que han trascendido el acervo popular en las voces de gente como Raphael, Nino Bravo, Julio Iglesias, Jeanette, Plácido Domingo o Rocío Jurado. Un mundo alejado del rock que solemos destacar en la revista y próximo al pop, flamenco o lo que de siempre se ha considerado música ligera en aquellos programas musicales de hace décadas cuando la televisión se arriesgaba apostando por este mundo que amamos.
Debemos reconocer que aunque este sea un estilo alejado de las pretensiones de Rock, The Best Music sí hemos decidido desde hace años no ceñirnos al rock y acercarnos a otros ritmos como son el jazz, la clásica o la ópera. Y de esto último había un tanto en este homenaje a Manuel Alejandro pues todas las composiciones estaban interpretadas por la solvente Orquesta Sinfónica de Málaga, bajo la batuta del maestro Francisco Javier Gutiérrez Juan y a las teclas el excelente trabajo del pianista de la vecina localidad de San Fernando Javier Lavilla. Además entre los protagonistas destacaban los nombres del tenor jerezano Ismael Jordi, al que hemos visto en varias ocasiones en unos cuántos Teatros de Ópera, como sucede con la soprano granadina Mariola Cantarero que sustituía a Ainhoa Arteta por la enfermedad de la vasca. A ellos se sumaban grandes voces de la copla, el flamenco o el pop como Laura Gallego, Manuel Lombo, David De María, Joana Jiménez o La Macanita.
Un espectáculo de dos horas y media que comenzaba con una obertura orquestal enlazando algunos de los temas más representativos de Manuel Alejandro como “Digan lo que digan” o “Soy rebelde”, con imágenes del homenajeado con estrellas de la canción. Ocho minutos de bellos pasajes dando paso a la primera aparición de Mariola Cantarero que acometía una curiosa versión del “Se nos rompió el amor”, popularizada por Rocío Jurado, donde la soprano demostraba su poderío “belcantista” llevándola a su terreno y convenciendo a los presentes. De ahí, con las solas notas del piano del maestro Lavilla llegaba el primer momento intimista con “Vibro” (más Rocío Jurado) donde a partir de la mitad del tema se convertía en un dueto con la presencia de Manuel Lombo, alguien de origen flamenco aunque su carrera la haya fusionado con la música melódica o el pop, en línea con la fusión de estilos del directo que nos acontece. Ya sólo en el escenario de la Bodega Las Copas llegaba “Te estoy queriendo tanto”, cuya primera voz fue la de Raphael en los setenta. El “show” continuaba con la cantante de copla Laura Gallego que demostraba que las comparaciones con Rocío Jurado no son exageradas con su versión de “Señora”, con unos arreglos orquestales magníficos (una constante en todo el concierto), enlazando con el desnudo piano en el Frente a frente” de Jeanette. De nuevo, con la orquesta, la presencia de Ismael Jordi nos dejaba impresionados con su forma de entender el “Dueño de nada” que cantaba José Luis Rodríguez “El Puma”, dando paso a más Rocío Jurado en la voz de otra “coplera” de altura como Joana Jiménez enlazando “A qué no te vas” y “Ese hombre” (una de las letras con más inquina que se puedan escuchar). De ahí a alguien que jugaba en casa como David De María con la versión orquestal del “Qué sabe nadie” de Raphael y a piano con la inmortal balada “Procuro olvidarte”. De nuevo, con Mariola Cantarero sobre las tablas llegaba “Viva el pasodoble” que en su voz de soprano y orquesta nos recordaba algún buen momento vivido con la zarzuela, lo que nos hizo esbozar una sonrisa recordando el pasado. Más clásicos con las solas notas del piano de Jesús Lavilla y la voz de Laura Gallego acometiendo “Voy a perder la cabeza por tu amor” que ha sido cantada hasta por Bunbury, además de Julio Iglesias, José Luis Rodríguez “El Puma” o María Jiménez, continuando el intimismo la jerezana con “Si a veces hablo de ti”. Y tras quedar todo a oscuras durante unos instantes llegaba el momento flamenco con La Macanita, acompañada de cajón, guitarra y tres cantantes para llevar a su terreno “Háblame del mar, marinero” y “Que no se rompa la noche”, encandilando al numeroso público que casi llenaba el recinto de la Bodega de González Byass.
Como un inicio a una segunda parte, la Orquesta Sinfónica de Málaga iniciaba un preludio de “Yo soy aquel”, bien conducido por Francisco Javier Gutiérrez Juan, al que se le vio disfrutar durante toda la velada, para dejar paso a Ismael Jordi cantando “Sevilla”, enlazando con un dueto con Joana Jiménez del “Todo se derrumbó dentro de mí” popularizado por Emmanuel. Ya con la sola presencia de la sevillana sonó en la noche jerezana “Amor mío” sustituyendo la voz masculina de Raphael. En ese momento abandonaba el director musical la escena para dejar paso a las notas de Jesús Lavilla y el temple de Manuel Lombo en un momento intimista de tres baladas seguidas con “El amor acaba”, “Esa mujercita” y “Cuántos años”. Momentos de reflexión donde llegamos a la conclusión que Manuel Alejandro es especialista en escribir al desamor, a los amores acabados, a lo que pudo ser y no fue pues más de la mitad de sus composiciones giran sobre esa idea. Y es que las músicas populares como la copla, el tango o el fado siempre han tenido ese componente melancólico o trágico.
Ya acercándonos al final los seis intérpretes, con los arreglos orquestales dedicaban una canción de despedida cada uno con “Mi amante amigo” en la voz de Laura Gallego, “En carne viva” en la de David De María, “Lo siento mi amor” por Joana Jiménez, “¿Qué tal te va sin mí?” por Manuel Lombo, “Ave María” por Mariola Cantero y para redondear “Digan lo que digan” por un pletórico Ismael Jordi. Como fin de fiesta llegaron dos bises: muy bonito quedó el “Soñadores de España”, primero con las tres voces masculinas y luego las femeninas y todos juntos esa inmortal canción de Rocío Jurado que es “Como yo te amo” que dejó el buen “sabor de boca” en los asistentes y concluyó una noche para el recuerdo.
Fotografía de Silvia Salado
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