Cómo empezar una crónica de uno de los conciertos más surrealistas y extraños en el que he podido tener el placer de asistir. Creo que lo mejor es presentar al artista, el “puto” Frank Suz, uno de esos personajes que lleva “comiendo barro” en grandes proyectos de bandas en ese underground valenciano de principio de siglo (también conocida esa escena como la “baja california valenciana”) bajo el nombre de Suzuki Samurai en importantes bandas como Dr. Voltaje o Babylon Rockets, entre otras.
Si te paras a pensar que hacer en una infernal tarde de calor de un domingo en la capital del Turia, en mi mente nunca estaría ir a un concierto de música industrial y perderme mi habitual liturgia dominguera de “cascarme” un chiringuitazo en plena playa, o un tardeo largo que habitualmente consigue que pueda llegar “jodido” el lunes al trabajo. Pues ese fue mi “castigo”, apostar por la música en vivo, de un proyecto poco habitual de rock patrio y de ahí lo que he comentado antes de que fue un concierto surrealista y extraño por las condiciones de día, hora y por las normas de aforo de las salas por culpa de la pandemia.
Con una 16 Toneladas prácticamente llena, el Sr Suz se presentaba como el nuevo diablo o como un predicador oscuro y cachondo, con su espectacular circo siniestro y lleno de un humor negro que solo puede desarrollarse en la mente de un perturbado, para presentarnos ese increíble trabajo como es “Inferno” y sus corrosivas versiones de ese EP desarrollado en la pandemia “Hits from theCrypt”.
Con la intro del “Tamborilero” y el grupo (Yannick, Paco, Nando y Micky Stoner al glockenspiel) acomodándose en el escenario y saludando a un público que aunque sentado se veía nervioso y excitado, salió el maestro de ceremonias con su habitual estilo para llenar las tablas a ritmo de “La Noche de los Muertos Calientes” con una sección de bajo y batería tremendamente potente que no nos dejaba parar de menear la cabeza, pero (como nota negativa) también ocultaba y se comía buena parte de los sonidos de la guitarra y teclado, aunque ese problema según fue evolucionando el directo, se corrigió completamente.
Continuaron con “Revolución” tema al estilo Suz de auténtica protesta, solo tienes que seguir a Frank Suz en redes sociales y ver que no es de los que siguen el rebaño, continuando con dos canciones de esas que gustan a sus seguidores (sin dejar de dar caña) como son “El Nuevo Diablo” y “No es Pais para Viejos” donde se nota la sintonía de Suz con sus incondicionales, prácticamente amigos.
“Parece que solo hablo de curas”, fue el mensaje previo a “El Predicador”, tema en el que empezó Frank a dejar un poco aparte el sintetizador para empezar a ejercer a tiempo completo de frotman de la banda, con esos meneos descompasados que incomprensiblemente te hacen bailar a ti, algo que no debería de resultar lógico y por lo tanto digno de estudiar en Cuarto Milenio.
Llego el momento The Cult, con esa versión del “Inferno” como es “La Bruja”, tema que si no has escuchado lo mejor es que dejes de leer esta reseña y te pases por una plataforma digital porque en directo solo la degustamos los que estuvimos allí. Así que lo siento, la próxima vez no te quedes en casa.
Y siguiendo con covers y a grito de “Tira Paco”, sonaba el primer tema del “Hits From The Crypt” como es la versión de Randy Newman “Una Jungla ahí Afuera”, para volvernos a activar con un tema al más estilo sonido Suz como es la versión de Siniestro Total “Pueblos del Mundo extinguíos” que finalizó el magistral momento cover.
Volviendo al “Inferno” nos deleitó con “El Rey del Mundo”, para empezar a enfilar el final del concierto y llenar el escenario de sorpresas, la primera la llamada de uno de esos compañeros que tuvo en Babylon o en Voltaje como es Eloy Ibáñez, con un aspecto muy Village People, para tocar la guitarra junto a Yannick en el tema que da nombre al disco (“Inferno”), una de esas canciones para disfrutar y saborear , donde se notó la compenetración de ambos guitarristas.
Cerró el concierto con “Babilonia” y volvió Suz con esos pasos descompasados que se marca en el vídeo, para hacernos bailar gracias, entre otras cosas, al “tarareo” con los coros de Micky Stoner.
Y aquí llega el momento, anunciado al inicio, más extraño que he vivido en un concierto, ya que con la versión del “Rock and Roll” de Glitter y puesto que estaban casi todos los miembros de Jolly Joker por allí, llaman a su cantante Lane Lazy para que suba al escenario y cantar junto a Suz empezando lo surrealista, ya que lo busca a gritos entre el público, lo busca en el camerino, lo sigue buscando por la sala y sin perder el ritmo de la canción, pregunta ¿Dónde está Lazy?, a lo que el respetable contesta: – ¡Se ha ido con Bea!-, entre risas y todo sin parar de tocar la banda y no perder el ritmo, algo que solo pueden hacer gente que tiene “el culo pelado”, como diría Don Luis Aragonés, de tocar en salas como una compenetración para improvisar fuera de lo normal. Por lo que dentro del pequeño caos generado me quito el sombrero. Al final no cantó Lazy, pero Micky Stoner dejó los coros para terminar cantando.
Lo que está claro es que un concierto de Suz es algo diferente, divertido, irreverente y cachondo, pero sobre todo lo que es, es un proyecto de un músico con mayúsculas, donde da igual que toque en domingo tarde o en sábado noche, sabes que te lo vas a pasar de puta madre y como crítica, solo puedo poner que el concierto mejoró mucho cuando el protagonista dejó de esconderse detrás de su Hammond, para convertirse en el maestro de ceremonias, un verdadero frontman, con esos movimientos arrítmicos y esa voz quebrada que hace movernos a su ritmo cuando tiene el micro en la mano.
Por cierto, se despidió con la frase de “Hasta el próximo año”. Si tienes “huevos” después de cómo estaba la gente de excitada al finalizar el concierto, juégatela.
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