Pobre Ryan, denostado, criticado y poco a poco olvidado. Rey en su día, desterrado hoy. ¿Qué le queda a aquél cuyo nombre cuesta pronunciar?: el perdón. Sin embargo para perdonar se necesita un acto de contrición y en el mundo de la música, como en los demás aspectos de la vida sólo se obtiene mediante una manifestación expresa de arrepentimiento y de enmiendo.
Cierto que de todos es conocido que en Ryan Adams es la cuestión personal la que le condena al destierro, si bien es verdad que antes de que llegase el maremoto vital tampoco es que llevase una última trayectoria acorde a su status .
RYAN ADAMS comenzó el año pasado en su camino de redención propia con «Wednesday «, un disco acústico, íntimo y de contrición . Un trabajo de artista que se presenta humilde con la cabeza gacha por no poder levantar los ojos al exterior, pero con un resultado final un tanto plano y poco convincente. Unos meses después parece que ha optado por sacar adelante su «honor» para ver si recupera favores. BIG COLORS supone rebuscar entre un montón de las heredades musicales del artista para abrazar sonidos de indudable preferencia pop o pop rock que hasta la fecha había tocado un tanto tangencialmente o de forma de divertimento (ese 1989 podría ser el precedente más claro a este Ryan de Big Colors). Ello supone que si uno desea escuchar al Ryan más al uso mal lugar este para reconciliarse
«Big Color»s es un disco de pop rock así de claro. Ryan rescata sus composiciones con raigambre en la música que sonaba en sus traslados a la escuela con 15 años y que algún modo le hace añorar otros tiempos , que decir sino de «Manchester» (una canción fascinante ), pero que parece firmada por Marr/Morrisey en veta pop , o ese Power que es puro Billy Idol ; «I Surrender» o «Summer Rain», que bien podrían figurar en la BSO de un filme de John Hughes al lado de un tema de los Simple Minds , ese «Do Not Disturb» que es Brian Ferry, o la preciosa «Showtime», llena de cuerdas dónde Adams mira a esos Bunnymen tan crooners. Por supuesto aun hay un poco de canciones intimista de corte folk como «Fuck The Rain», como «What Am I» , o «In It For The Pleasure» , aunque pensándolo bien… ahora que el folk es pop ,y si no que se lo pregunten a los que alaban a Lana del Rey o a la Taylor Swift , sin duda podemos concluir que en un arriesgado movimiento de contorsionismo extremo , Ryan ha decidido que volvamos la vista hacia el un tanto de forma radical , lo que no se si le dará resultado cara al publico y seguidor que pudiera quedarle, pero en mi caso, sin duda ha tenido fruto, pues me ha mantenido pegado al visor disfrutando como se balancea por esa estrecha cuerda que le sostiene en el abismo y sin duda, ego te absolvo a peccatis tuis in nomine patris et filii et spiritus sancti.
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