Si mal no me equivoco, a las reseñas de los discos de Lex Lüger, El Lobo en tu Puerta, Dunna, Stoneville y Red N’ Rebel se les une una de las que más impacto ha causado en un servidor tanto por el factor sorpresa como por la clase y la contundencia que atesoran. La banda que hoy se estrena en Rock, The Best Music (¡y ya era hora!) son los bilbainos Cobra pues se marcaron a finales de aquel fatídico marzo ‘20 un soberano discazo que no podía dejar pasar de ninguna de las maneras. Sí, casi no llega a tiempo pero lo importante es que llegue y si lo hace volándote la tapa de los sesos con todos los discos que se han pasado por aquí pues para qué os voy a contar. Ha llegado la hora de rendir pleitesía y adoración a uno de los discos nacionales definitivos del pasado año, prepárate porque la Cobra está a punto de atacarte con Fyre (2020)!!!…
‘No hay milagros’ en la máquina bilbaina, tan sólo mucho trabajo, dedicación y pasión!!!…
Como es la primera vez hay que poner las cosas en su sitio, el proyecto Cobra (se agradece ese guiño a Stallone y a su peli del ’85 tanto en el nombre como en el nombre de su sello, ‘Marion Cobretti Records’) está formado por músicos muy curtidos en la escena vasca, tanto es así que David González (bass, Berri Txarrak), Josu Luengo guitar, Evirus69), Haritz Lete (vocals, Kokein) y Ekain Elorza (drums, Morgan) siempre están bien liados con sus propios proyectos y es por ello que la banda se toma siempre su tiempo para activar ‘la Cobra’ espaciando sus discos desde aquel The Strong Arm Of The Rock (2007) y continuando con Thriller! (2011), Riffyard (2016) y el disco que hoy nos ocupa, Fyre (2020).
Repasándome un poco por encima sus discos, he de comenzar la crítica afirmando rotundamente que estamos ante el disco más cuidado en melodías, elaborado en instrumentación y poliédrico en estilos de los vascos. Una colección de diez canciones absolutamente apasionante, encendida y dedicada en cuerpo y alma para hacerte vibrar en cada una de las escuchas que hagas. Si en sus comienzos eran el Stoner/Sludge con gotitas Metal los estilos predominantes, en Fyre lo cierto es que han añadido hard rock, retazos punk, gothic rock y momentos hasta thrash metal e incluso noise. The Almighty, Uzzhuaïa, Down, Sabbath, Red Fang, Turbonegro, Helmet, Biohazard, The Cult y muchos otros te van a venir a la cabeza en algún momento pero esto es para los neófitos, los que ya les veníamos conociendo de hace un tiempo sabemos que Cobra son un híbrido tan personal como adictivo del que muy pronto te olvidas de referencias y encasillamientos innecesarios sintiendo en tus carnes descargas incontroladas como «Emeral City» y «New Old Days», este último tan cercano a aquellos Helmet de Betty. El inicial «Firebird» no abre el disco de forma floja precisamente, sino con una garra descomunal que hace de antesala al stoner metal de «No Miracles». «Parasites» es, quizás, mi tema favorito del álbum, un acojonante derroche de poderío, aridez, riff grandioso y una base rítmica hormigonada destacando el bajo de David. En el tracklist han metido dos temas cantandos en vasco, el más melódico y de cierta melancolía «Oroiminduak» y el claramente rock gótico «Legarreko Kanpaiak». No me querría dejar la furia y virulencia que se desprende de «We Are Next» o el hard rock metal anglosajón con «Letdown» y decantación hacia la banda de Ricky Warkick. No destripo más, que lo hagan los Cobra pues ellos bien saben administrar su ‘veneno’…
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