Suzi Quatro está en racha y lo sabe y en pleno confinamiento y con la imposibilidad de girar no sé durmió ni mucho menos en los laureles, según declaraciones suyas: ‘Escribí más que nunca, con una actitud guerrera y peleona para con los acontecimientos que estaban ocurriendo…’. Así que ya tiene otro disco entre manos (y otro que viene en camino), que hace el número catorce en su discografía y que hoy cubriremos reseñaremos con absoluta actualidad (hoy no es día de volver a “Can The Can”) ya que The Devil In Me (2021) fue lanzado el pasado 26 de marzo…
¿Y qué esconde el ‘demonio’ que hay dentro de la Quatro?, joder!, ni más ni menos que un feelin’ brutal, una frescura increíble y una colección de canciones diversa y divertida que ha sido compuesta contando ya ¡¡¡con 70 años!!!. Suzi no quiere demostrar que es una diva del Rock, ¡ni mucho menos!, sigue desprendiendo ese feelin’ Detroit irresistible ‘workin’ class’, con un sonido actualizado al nuevo siglo pero tocando todos los palos que domina, oséase, glam rock, hard rock, rock’n’roll, blues, soul y proto-punk con alguna gotita AOR. Esta mujer lo sigue teniendo, ¡os lo aseguro!, con una voz más rasposa por el paso de los años que aporta crudeza y suciedad, tenemos un comienzo de disco muy hard southern potente en «The Devil In Me» para pasarse en un abrir y cerrar de ojos a su trademark glam en «Hey Queenie», «Betty Who?» con excelsa colaboración de la mismísima Cherie Curie (The Runaways) y «You Can’t Dream It» con su aporte jazzy a piano, su sabor negroide y un trabajo con su eterno bajo jodidamente demoledor. «My Heart And Soul» nos devuelve de un plumazo a finales de los 60’s y a la Motown con un soul tranquilito pero rasgado en vocales, muy Bettie Lavette. «Get Outta Jail» y «Do Ya Dance» me vuelven loco, loquito, dos trallazos rebosantes de feelin’ bluesero (el primero) y de funk soul (el segundo). «Isolation Blues» es otra joya, ‘erotic’ blues lo llamaría yo, ¡cómo sabe seducir esta mujer!, pianito, saxo, hammond…¡y su omnipresente bajo!. «I Sold My Soul Today» vuelve a sorprender con un trotón riff musculoso y ejecución super catchy. «Love’s Gone Bad» e «In The Dark» explotan de nuevo su faceta negroide, la Lavette sale de nuevo a relucir con esos vocales de Suzi rasgados aportando las arrugas de la experiencia y madurez alcanzadas. El disco se cierra con el homenaje perfecto a su amada Detroit, «Motor City Riders», un glam rock que vuelve a poner de manifiesto el brutal momento de forma de la Quatro, lleno de energía, de vacile y chulería, de ganas de vivir y celebrar la vida y de referencias y pasión dedicadas al lugar que la vio nacer. ¡Así se cierra un disco mi señora!.
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