El año pasado, la actualidad de una banda como The Capaces pasaba por celebrar su 20º Aniversario y cerrar un ciclo en su carrera publicando el disco que reseñaré un poco más abajo, pero esta pandemia lo retrasó todo y han tenido en ‘barrica’ su nuevo artefacto hasta que en noviembre empezamos a disfrutar del primer single y el último día de enero del presente año daban un concierto de presentación (+ entrevista) del álbum (sin público obviamente) en los estudios Stonebox de la Ciudad Condal. Solo había que esperar un poco más para poder descubrir lo que se han traído entre manos estos cafres del punk’n’roll…
El 24 de febrero llegó el ansiado momento y no he querido tardar más de lo necesario para hablaros de su último disco, Zoetrope (2021). Si alguien se pensaba que los barceloneses iban a bajar la guardia en estos últimos tres años estaban más que equivocados, la máquina de matar sigue ajustada y engrasada al milímetro para cercenar miembros y aplastar cráneos con diez temas (+ Intro) de auténtico infarto. Zoetrope está concebido como una obra conceptual de concepción circular utilizando el icónico ‘Zootropo’ como símbolo del ciclo de la vida y la muerte, como metáfora de que todo nace pero todo también muere, quizás, en el caso de la banda en particular, sea una manera perfecta de cerrar ese ciclo que la banda siente como ‘cerrado’ (las canciones se compusieron y grabaron en 2019) en su carrera a la espera de acometer nuevos retos…
El séptimo disco de The Capaces se abre, como ya es costumbre en ellos desde su anterior album, Rawness, con una sofisticada ‘intro’ a piano, “Daedalum”, tranquilita y sosegada como si de la calma antes de la jodida tormenta se tratase. Sí, The Capaces son ‘capaces’ de demostrar mucha sensibilidad cuando quieren. «The Wheel Of Life» está dividido en dos partes; la primera sigue calentando motores poco a poco con una instrumental a medio camino entre los Turbonegro de Apocalypse Dudes y cierta atmósfera Spaguetti Western, la segunda parte, ahora sí, las hostilidades se precipitan con un puñetazo supino en nuestros tímpanos, muy ‘hellaca’ él y la banda echando humo y a toda máquina. No se amilana para nada «Insight», un trallazo que se introduce con los aporreos brutales de Beddy y se desarrolla con flamígeros guitarrazos que remiten al «Powertrip» de Dave Wyndorf. Brutal. Llega «Primitive», certero primer single con esa mezcla tan genuina y única de speed rock’n’roll. Es el puto himno de este disco, lo tengo pero que muuuy claro, Martillo y la banda acometen la ejecución del tema de forma kamikaze, con pundonor, pasión y rockeando hasta el puto límite humano.
«Burning The Days» es el corte más ‘relajadito’, se baja un pelín en velocidad aunque no en actitud dando cancha a una de las intenciones claras del tracklist y esa no es otra que facturar su disco más Rock’N’Roll. Átense lo machos porque viene una triada de temas punk’n’roll no apto para cardíacos abriéndose con el asilvestrado «The Fall» con la Fontana dejándose literalmente sus cuerdas vocales, ¡vaya FIERA!, le sigue el también speed rock/street punk virulento de «Bleack Shores» con una batería absolutamente machacante que nos deja casi exhaustos hasta llegar a otro tema demoledor, «On My Way», un corte muy rock’n’roler en su esqueleto pero ejecutado con el volumen al putísimo 11. «The Devil’s Wheel» va cerrando el círculo, comienza tranquilito en los primeros compases para abofetearte sin piedad una y otra vez, un temazo explosivo y, de nuevo, con mucho de rock’n’roll básico en sus surcos, eso sí, tocado por el puto diablo con unos alaridos finales de Martillo que le ponen a uno ‘gallina de piel’, ¡¡¡lo juro!!!. Ahora sí, Zoetrope se cierra de forma instrumental con «Solstice» volviendo de nuevo al lejano Oeste en una composición claramente deudora de los westerns de Morricone y que hace parar el artilugio circular e hipnotizante del Zootropo…
¡¡¡Y qué directo de presentación por Tutatis!!!…
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