Tres años después de su sonado debut homónimo de 2018 que les puso en el candelero por méritos propios, llega el difícil segundo disco de los de Estocolmo titulado Second Gear (2021), pero claro, para una banda underground como los suecos, con una repercusión modesta y limitada a la escena, lo de sentirse presionados no ha ido con ellos y han facturado un nuevo LP que supera con creces su opera prima con una mejorada y más matizada producción a cargo del prestigioso y veterano Robert Pehrrson Humbucker en su propio estudio, metiendo punteos en algún tema, así como también Joseph Toll (VOJD, Tribulation) en el aspecto vocal apoyando el grave vozarrón de la Lindhult.
El disco abre fuego a fuerza de bombo y caja para desplegar toda su electricidad high energy con el inicial «Sell Your Soul» pero ya te das cuenta de que esto no sólo va de sonido Detroit y Nicke Andersson style, los fraseos, los riffs, la actitud, todo apesta a heavy de sabor añejo, ese que se gestaba entre finales de los 70’s y principios de los 80’s. Johanna apabulla, aplasta y destruye con sus acometidas vocales (y sus guitarrazos) y así sigue siendo en los siguientes «The Devil’s End» y «Run For Your Life» clarísimamente imbuídos por la NWOBHM inglesa y algunas guitarras dobladas ‘a la Phil Lynnot’. «Mean Machine» es más Heavy Rock que el infierno, con una ejecución menos urgente pero no menos dañina. Llega el death punk aturbonegrado de «Hey!», vuelve la energía y la urgencia kamikaze pero con coraza metálica. ¡Punk Metal a toda hostia babies!. «Dust On My Boots» continua por derroteros action rock y death punk y, de nuevo, vuelvo a resaltar la labor de la Lindhult a los vocales pero también la de la banda pues todos se escucha clarito, clarito dando la impresión de estar tocado con frescura y expontaneidad en el estudio. Impecable Humbucker en este sentido. «Beat The Demon» devuelve la religión heavy y la ‘épica’ death punkarra a la paleta sónica de Cobra Cult con un final de auténtico infarto decibélico. «Hit The Stage» cierra el disco y las hostilidades no se relajan lo más mínimo, un trallazo que vuelve a presumir de adictivas melodías, magnetizantes estribillos, una base rítmica demoledora y unos guitarrazos que atruenan. Perfecto broche de tachas y pinchos para cerrar un artefacto como éste. Si te lo flipaste con el disco de Electric Hydra… ¡¡¡con este te lo vas a gozar de lo lindo!!!…
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