Es evidente que series como Vikings o Juego de Tronos han dejado huella en la televisión moderna. Ahora los de Apple TV+ lanzan de la mano de Steven Knight (Taboo, Peaky Blinders) su propia gran epopeya épica. La premisa no es del todo nueva: la humanidad quedó ciega por un virus hace siglos y ahora sobrevive en un mundo entre tinieblas. Sí, recuerda al Ensayo sobre la ceguera de Saramago pero traslada la acción al futuro. El mundo tal y como lo conocemos se desmoronó hace tiempo y los seres humanos viven organizados en clanes, retrocediendo la sociedad al régimen feudal de la Edad Media. En este mundo sin luz han surgido supersticiones y miedos. Es más, la vista es considerada un mito. Como era de esperar, surgieron nuevos señores de la guerra y monarcas que imponen su ley. No es nada novedoso tampoco lo de las intrigas palaciegas y las reinas con comportamientos erráticos. See recuerda a otras series como las citadas al inicio aunque tiene su personalidad propia.
Lo cierto es que los 8 episodios de la primera temporada se ven con agrado y enganchan. Se nota que han contado con un gran presupuesto, 17 millones de dólares por episodio dan para mucho. La calidad técnica de la serie es asombrosa, del guión hablaremos luego. La fotografía y los bellos paisajes naturales canadienses poco tienen que envidiar a films como El renacido. No sé si hay mucho CGI pero no se nota. Esta primera temporada nos ha regalado grandes momentos como el del puente, la balsa o los esclavistas. Los actores cumplen, Jason Momoa está como siempre en su típico personaje de tipo brutote (Conan, Aquaman o Karl Drogo) aunque aquí tiene una vertiente más dramática de la que sale bastante airoso. El tipo no es un actor con muchos registros (ese cuerpazo encasilla) y lo suyo es dar mamporros pero aquí está francamente bien. Una vez más, los personajes más jugosos con diferencia son los villanos. La malvada reina Kane (Sylvia Hoeks, La mejor oferta, Blade Runner 2049) pugna por mantenerse en el poder a toda costa. Por cierto, me pareció muy curiosa su forma de rezar. No puede faltar nunca ese sicario que cumple las órdenes reales con una especial saña y al que nos encanta odiar, aquí tenemos a Tamacti Jun interpretado por Christian Camargo. Por cierto, me hizo mucha ilusión volver a reencontrarme con Jessica Harper (Suspiria, El fantasma del paraíso).
La serie se toma su tiempo en mostrarnos este mundo post apocalíptico aunque se va guardando ases en la manga en forma de secretos que va desvelando a su debido tiempo. El guión tiene detalles que me gustaron como la escritura a base de nudos (aunque no sé si tal cosa sería factible en la realidad). El único y gran problema de See queda al descubierto si desde el inicio el espectador empieza a plantearse ciertas cosas del día a día de una sociedad ciega: ¿cómo es posible que los personajes se hagan tatuajes? ¿Y con qué motivo? Entiendo lo de las escarificaciones, que se detectan al tacto y pueden tener cierto significado como pertenecer a un clan, pero… lo de los tatuajes no tiene sentido en un mundo en el que nadie ve. Tampoco los adornos o el color de ciertas ropas. ¿Y para qué se pintan la cara cuando van a la guerra? Puede que sean costumbres ancestrales sin ningún valor más allá de la liturgia, pero quedan poco verosímiles. Tampoco parecen creíbles algunas luchas tan espectaculares entre personajes invidentes y que no se masacren entre los del mismo bando. Todo ello exige que el espectador rebaje su nivel de incredulidad, solamente así See es una serie totalmente satisfactoria. Hay cosas que chirrían, sí, pero, si consigues pasarlas por alto, puedes pasar un muy buen rato si te gustan este tipo de odiseas épicas. Desde luego, See le da cien vueltas a esa estupidez de The Witcher.
Obviamente, esta entretenida primera temporada está planteada como la presentación de unos personajes y unas tramas que pueden dar mucho juego en el futuro.
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