La carrera del texano John Lee Hanckok comenzó con “El novato”, un habilidoso producto Disney sobre segundas oportunidades en el deporte por antonomasia en Estados Unidos pero queda marcada con su segunda “El Álamo: La leyenda”, uno de los mayores fracasos de taquilla de la historia (las célebres box office bombs). Algo de lo que poca gente podría recuperarse pero tras cinco años de parón consiguió que su figura emergiese con “The blind side”, una modesta película sobre fútbol americano que logró una candidatura a mejor película al Oscar y el galardón para Sandra Bullock. Desde entonces ha dirigido tres películas, destacando “Al encuentro de Mr. Banks” y su mejor obra “El fundador”.
Un realizador que siempre se ha rodeado de estrellas, sacando partido a sus intérpretes, pues a pesar de sus descalabros artísticos o recaudatorios, nadie puede objetar nada a sus repartos, que por norma general, suelen funcionar bien. Con “Pequeños detalles” sucede lo mismo, pues la terna protagonista es convincente y con seguridad lo mejor de la cinta, pues tenemos a dos ganadores del Oscar como el siempre efectivo Denzel Washington en un papel que borda y a Rami Malek dando la réplica, acompañados por otro secundario “oscarizado” como Jared Leto, con otro papel agradecido. Un reparto creado para el lucimiento, pues el guion, del propio Hankcock, parece que está escrito para que los personajes puedan ofrecer todos sus registros interpretativos, diálogos supuestamente profundos, silencios y miradas. La base es un “thriller” sobre asesinos en serie, mil y una veces visto. No ofrece nada nuevo pero resulta entretenido y posee cierto ritmo narrativo aunque Hanckock prefiera ofrecer una realización mecánica, sin demasiado riesgo para que no eclipse a sus “estrellas”.
Aquí tenemos a un detective joven y un policía que no ha ascendido por su carácter, a pesar de sus evidentes dotes para la investigación, que intentan descubrir a un psicópata serial que ha matado a unas cuantas mujeres. El más veterano intenta demostrar su teoría mientras expulsa a sus “demonios interiores” por un caso similar del pasado. Una vez que aparece el homicida. Comienza un juego de “gato y ratón” entre los agentes del orden y el inteligente homicida. En la cinta se notan ecos de los “thrillers” de los noventa y, apurando mucho, hasta del “Harry, el sucio” de Don Siegel, aunque lejos, muy lejos del resultado de la película protagonizada por Clint Eatswood. “Pequeños detalles” son algo más de dos horas que se ven con cierto agrado pero que seguro que se olvida al poco tiempo de salir de la sala o apagar la televisión. Un producto no original que aporta poco al género y donde John Lee Hanckock “juega la baza” de su estelar reparto.
En el capítulo técnico, como ocurre desde el “Seven” de David Fincher, otro de los referentes de “Pequeños detalles”, la fotografía de John Schwartzman acaba resultando demasiado oscura y fría, acompañado de la minimalista banda sonora de Thomas Newman, lo que tampoco ayuda a un mejor resultado final. Un intento de reverdecer un género “en capa caída” que tan solo ha tenido un ejemplo virtuoso, pero fue en televisión con la posiblemente cancelada serie «Mindhunter», otra genialidad donde se nota la mano en la producción de David Fincher, del que todavía un correcto artesano como John Lee Hanckock está lejos, Pues “Pequeños detalles” sin ser un descalabro total, ni otro “bomb office bomb” como el de “El Álamo: la leyenda”, sí nos resulta insuficiente. Otra película más dentro de un género que ha ofrecido maravillosos títulos y mucha mediocridad aunque ahora sea difícil de filmar por la ola de puritanismo actual, pues los “serial killers” suelen funcionar mejor, a nivel cinematográfico, cuando asesinan solo mujeres, como es el caso de “Pequeños detalles”. Es algo más sencillo de escribir pues es más contundente para el espectador, como sucedía en “El silencio de los corderos”, otro ejemplo de “thriller” por el que no pasa el tiempo.
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