Sí señor, los de Melbourne, The Casanovas, han vuelto a brillar de nuevo con jodida luz propia con el disquito que se acaban de sacar de la manga (de incendiaria y nostálgica cover para quien suscribe) con el irónico nombre Reptilian Overlord (2020) que alude y guiña su ojo claramente a ‘Diana’, ‘Señora Suprema Reptil’ y a V, aquella mítica serie alienígena (y una de mis favoritas de la época) de ‘lagartos’ de los 80’s. Nada podía fallar con este ‘envoltorio’ porque el ‘reptil del rock’n’roll’, Mr. Tommy Boyce, ha vuelto con energías renovadas para darnos otra lección de ROCK con mayúsculas…
Dale a los ‘Disturbios de Hollywood’ y percibe la electricidad y la energía de los aussies!!!…
No han tenido una carrera muy regular los de Melbourne pues, desde sus comienzos allá por principios de siglo y encadenando tres excelentes discos (Keep It Hot (2002) y All Night Long (2006)) que los catapultan a lo mejor de la escena australiana con singelazos como «Shake It» y abriendo en su pais para The Datsuns, Black Crowes, Motörhead y The Darkness entre muchos otros auguraban un inmejorable futuro, sin embargo, sus obligaciones paternas, la finalización de la carrera de arquitectura de nuestro protagonista y, sobre todo sus problemas con algun que otro ex-manager se vuelven muy serios teniendo que volver a tener ‘trabajos normales’. Retorno en 2015 con Terra Casanova que muestra nuevos bríos compositivos dejando pasar el ‘Americana’ y el powerpop dejando un poco de lado el high energy. La mala suerte se vuelve a cebar con Tommy y con la banda pues éste padece una enfermedad rara que los vuelve a parar dos años hasta que en 2017 vuelven de nuevo para presentar un disco que habían sacado hace dos años…
Y bien, llegamos a la actualidad con el cuarto trabajo de The Casanovas con este Reptilian Overlord (2020) que me tiene sorbidito los sesos y el corazón. Un discazo de tomo y lomo, diez canciones como diez soles, diez composiciones que podrían funcionar cualquier de ellas como single. La vuelta a la electricidad y la inmediatez es un hecho con un tracklist vitalista y socarrón, con sus guiños habituales a Cheap Trick («Bulleproof») y AC/DC («Red Hot») pero también a Hellacopters («Hollywood Riot»), Turbonegro («St. Kilda Is Fucked») e incluso a The Hangmen en temas más oscuros como «Lost And Lonely Dreams» y «Mid-Life Crisis». En conclusión, un disco para gozar, para disfrutar de la VIDA que falta nos hace, un álbum perfecto para soñar con un verano que viene ‘libre de bichos’…
Llego tarde pero aún así no me resisto a decir que este es posiblemente mi disco preferido del 2020.