Rodrigo Sorogoyen es sin ninguna duda uno de los directores españoles más en forma. Con una breve pero sólida carrera, Sorogoyen me parece de lo mejor de la reciente camada de directores españoles. Ya me dejó perplejo con Stockholm para seguirme fascinando con Que Dios nos perdone y El reino. Quizás Madre fuera un paso en falso, la idea de su excepcional corto quizás no daba para un largo. Lo que es indudable es que una vez más Sorogoyen ha dado en la diana. El paso a la televisión se ha saldado con un notable alto, sus complejas historias se benefician del mayor metraje que el medio televisivo permite. Esta historia de Antidisturbios (de Movistar+) hubiera sido un crimen comprimirla en 2 horas.
Antidisturbios es el fenómeno televisivo español del año con el permiso de Patria. Pero si en Patria predominan el dolor y la contención, en Antidisturbios reinan la tensión y el ritmo. Ya desde la primera escena Sorogoyen nos mete de lleno en un complicado desahucio. El grupo de 6 agentes de antidisturbios de la policía nacional no son perfectos ni están cohesionados a muerte pero forman un equipo. Algo es algo. Cada uno de ellos tiene su propio arco argumental y un innegable interés. El guión de Sorogoyen e Isabel Peña es un excelente ejercicio de narración que rebosa tensión y veracidad por los cuatro costados. No quiere eso decir que todos los antidisturbios sean como los retratados en el film, estamos hablando de ficción, señores, esto no es un documental. El guión elabora una trama ficticia tomando como punto de partida elementos de la realidad de este país (o lo que sea) llamado España en un momento muy concreto, Agosto de 2016. Algo que no es baladí. Había un gobierno acorralado por su financiación ilegal y la ultraderecha no era el tercer partido en número de diputados. Quizás Antidisturbios venga a explicar el origen de ciertos cambios.
Como en El reino, Sorogoyen parece haber escrito el guión usando los titulares de los periódicos. Incluso no resulta difícil adivinar en quien está inspirado cierto condecorado ex policía especializado en grabaciones. Lo que hace grande a Antidisturbios es su notable capacidad para conectar con la indignación del espectador. Antidisturbios no es una lección de historia aunque sí apela a la conciencia colectiva de este país indignado pero incapaz de actuar. Sirva de ejemplo la escena del puerto, con un único plano Sorogoyen nos introduce en otro conflicto en el que la participación de los antidisturbios fue fundamental. No sé si habrá una segunda parte, realmente no es necesaria, pero hay material de sobra.
Sorogoyen plasma una radiografía de la sociedad española y algunos de sus problemas: desahucios, inmigración, pelotazos inmobiliarios , corrupción, etc. En el epicentro de todo ello se encuentra el grupo de antidisturbios que deben hacerse cargo de controlar unas situaciones que ellos no han provocado. Ellos vienen a ser quienes deben hacer el trabajo más ingrato, convirtiéndose en los perros de la granja de Orwell: los encargados de hacer cumplir la ley en las situaciones más extremas. Ello no implica que no tengan sentimientos ni que las peculiares características de su trabajo no les afecten. Pienso que el guión acierta de pleno en el retrato de sus protagonistas, evitando estereotipos y humanizando a este colectivo bastante desconocido y poco tratado en el cine en general. Que inspectores de homicidios ya conocemos bastantes. Escenas como la citada del desahucio, la manifestación o la de los alrededores del estadio de fútbol están escritas y rodadas de manera impecable. Sorogoyen consigue meter al espectador en la curtida piel de estos de policías mientras notamos la creciente tensión que se apodera del ambiente. A todo ello contribuye una vez más la música electrónica de Oliver Arson, quizás en algunos momentos demasiado cercana al universo Lynch/Badalamenti pero siempre efectiva.
Todos los parabienes del guión y la forma de rodar se vendrían abajo sin unos actores que hicieran creíbles estas situaciones y estos diálogos. Y que me parta un rayo si el reparto de esta serie no es inmejorable. No solo tenemos a excelentes actores ya consagrados como Rául Arévalo o Roberto Álamo, sino que supone la confirmación definitiva a Hovik Keuchkerian (La casa de Papel), Álex García, Rául Prieto y Patrick Criado. Todos ellos están soberbios en sus complejos personajes. Todos ellos se meten en la misma furgoneta cada día pero sus motivaciones e intereses son muy distintos. Sin embargo, quien se lleva realmente el gato al agua es Vicky Luengo quien, con su expresiva mirada, le roba la función a tanto macho alfa. Luengo es la verdadera revelación de la serie.
Sinceramente, no se pierdan los 6 tensos e incómodos episodios de Antidisturbios.
0 comentarios