El pasado sábado 11 de Enero comenzábamos la temporada de conciertos del 2020 acudiendo a la sala La Riviera para asistir al concierto de la veterana banda Saratoga dentro de su gira presentando su último disco “Aeternus” y con el que están visitando la mayoría de ciudades de Madrid y del resto de España. A eso se añadía la oportunidad de ver por fin a la también veterana banda Nocturnia presentando su nuevo disco “La Tempestad” que ya analizó mi compañero Carlos Tizón hace un par de meses.

Después de huir del frío de la calle con la apertura de las puertas de la sala puntualmente a las 7 de la tarde, nos tocó esperar 40 minutos mientras iba entrando el público que cubría un poco más de un tercio de la sala cuando los toledanos salieron al escenario para hacernos disfrutar con el repertorio preparado para esa noche. Nocturnia, banda formada alla por el 2001 actualmente se encuentra formada por el cantante Alberto Symon, los guitarristas y coros Manu Acilu y Javier Villanueva, el bajista y coros guturales César Arroyo, el teclista Jose Gómez-Sellés y el baterista Jose Roldán. Como ya he dicho en la presentación de esta crónica, venían con nuevo disco y comenzaron su actuación con el tema con el arranca el mismo que recibe el nombre de “Siempre Hay Un Lugar”, enganchándolo del tirón con los temas “Sin Olvidar Quien Eres”, “Baraka” y “Mi Voluntad” pertenecientes todos ellos a su anterior trabajo “Tierra De Cobardes” del 2016, en un arranque explosivo que arrancó el aplauso de los presentes. A partir de entonces aflojaron el ritmo de los temas añadiendo una pequeña presentación de cada uno, siendo el siguiente “Tempestad”, que da nombre a su trabajo más reciente, seguido por “Negro Sentimiento” tras el que agradecieron el apoyo de los presentes por su presencia, valorando la actuación de los teloneros de un concierto, al que una gran mayoría suele ignorar acudiendo solo a ver a la banda principal. Continuaron con los temas “Alza Los Puños” e “Hijos De La Derrota” terminando con el público coreando el sencillo estribillo del final, tras el cual la banda se tomó un pequeño descanso para afrontar la recta final de su actuación. La intro de “Héroes De Bronce” reclamo el regreso de la banda al escenario, siguiendo con “Cenizas” que contó con la colaboración del guitarrista Alberto Rionda, cerrando su concierto con “En Busca Del Tiempo”, tema que lleva acompañando a la banda desde sus orígenes en su single homónimo del 2004. Buena actuación de la banda que contó con una hora de actuación para demostrar su gran nivel buscándose un hueco en el panorama actual nacional con su personal estilo con diferentes registros dentro del power metal.

Y le llegó el turno a los madrileños, que jugaban en casa, congregando a casi dos tercios de la sala para disfrutar con los temas más clásicos y los modernos, con la actual formación que se conoce todo el mundo en el que se han unido la veteranía de Jero Ramiro en la guitarra y Niko Del Hierro al bajo, junto con la contundencia en la batería de Dani Perez y la potencia vocal como cantante de Tete Novoa. Arrancaron su actuación con el tema “Una Vez Fuimos Héroes” perteneciente al disco “Aeternus” y del que ya hable en esta revista cuando salió a la venta. Tras una explosión de confeti y serpentinas llego el primer clásico como es “A Morir” perteneciente a su disco “Agotaras” que fue coreado por todo el público presente, al que siguió “No Sufriré Jamás Por Ti” perteneciente a “Secretos Y Revelaciones” y “Maldito Corazón” de “El Clan De La Lucha” con un público entregado que coreaba cada tema animados por el propio Tete Novoa que les cedía la voz arrimándoles el micrófono. La banda continuo con el repaso a su amplia discografía mientras se les veía disfrutar sobre las tablas, haciéndonos volar con “El Vuelo Del Halcón” del disco “VII”, volviendo al presente con “Tres Ahorcados” y un magnifico solo de Jero Ramiro al final del tema. Tete Novoa aprovecho unos minutos entre tema y tema para dedicar el tema “Siempre Hacia El Sol” a sus compañeros de Saratoga después del cual, también dedicaron unas palabras para Nocturnia, antes de presentar al único invitado de la noche, el guitarrista Alberto Rionda, con el que interpretaron “Las Puertas Del Cielo”, durante el cual Tete Novoa fue presentando a sus compañeros con la lógica ovación del público y pudimos disfrutar de un duelo de solos entre Rionda y Jero, terminando el tema con Niko y Rionda tirados sobre el escenario antes de abandonar el escenario para dejar a Dani Pérez a las baquetas con un solo de batería que cerro una parte cañera de su concierto.

Le llegó el turno a las baladas, y Saratoga tiene unas cuantas, haciendo un medley con los temas “Lejos De Ti” y “Si Amaneciera”, con Jero combinando la guitarra eléctrica con la acústica y el público usando las linternas de sus móviles como si de mecheros se trataran por petición de Novoa para iluminar la sala como si de un mar de estrellas fueran, siguiendo la parte más tranquila con el tema “Acuérdate De Mí” que Jero dedico a su mujer y su hija que le han apoyado y siguen apoyándolo.

Volvimos a la tralla con el tema “Tras Las Rejas”, tras el que Tete tuvo unas palabras para los padres que acuden a los conciertos con sus hijos pequeños, con la necesaria protección para sus todavía delicados oídos, dedicándoles el clásico “Vientos De Guerra” seguido de un solo de bajo de Niko Del Hierro enganchando con el tema “Si Tú No Estás”, cerrando el concierto con “Resurrección”.

Pero lógicamente quedaban los bises, y la banda no defraudo eligiendo los temas “Perro Traidor”, “El Olvidado De Dios” con un Tete entregado bajándose del escenario y yéndose a cantar a la zona del público, para terminar con “Como El Viento” tras casi 2 horas de actuación con la banda mostrando que se encuentra en una forma estupenda, a pesar de la gran cantidad de conciertos sobre sus espaldas y los que todavía les espera.

Muy buena manera de empezar la ronda de conciertos que tendremos en la capital y los que todavía quedan por conocer.

by: David Galeote

by: David Galeote

Especie protegida que responde al olor del lúpulo fermentado, navega entre la música clásica y el metal extremo, para amargura de sus sufridos vecinos.

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