Australia ha parido dos de mis discos favoritos de este año. Uno de ellos es precisamente este “Mojo” de Ash Grunwald. El guitarrista afirma que las turbulencias vividas han sido la semilla para dar vida a las canciones que brillan con luz propia en este nuevo álbum de Grunwald. “Mojo” es vapaz de definir y atrapar ese equilibrio entre el blues y el rock que tanto me gusta. Esa simbiosis de padre e hijo que muta a espíritu santo. La fuerza y el dolor capturados en una canción. Pero además no deja pasar la oportunidad de que el calor lo de el soul. Grunwald cuenta con colaboraciones de lujo. Los Teskey Brothers (cuyo disco al final va a terminar siendo el tercero de mis favoritos anuales paridos en Australia) se convierten en banda de lujo para “Ain’t my problem”. Mahalia Barnes me obliga a rendirme sin condiciones cuando la escucho cantar “Human” de Rag n Bone y en Mountain. Repite para unir pasión a Kim Wilson hace lo propio en “Trouble’s door”. Harry James, Angus e Ian Collard ayudan a definir un apabullante “3AM”.
No termina ahí la fiesta. Grunwald rememora “Waiting around to die” de Stevie Van Zandt y para ello alinea en el equipo titular a Bonamassa, Ian Collard y John Teskey. Más covers. “Whipping boy” de Ben Harper donde podemos escuchar a Terry Evans que repite en “Hammer”. Sentido escuchar a Eddie The Chief Clearwater en “How many more”. Kim Wilson vuelve a la palestra para que busquemos la redención en el ritmo de “Goin’ out west”. Ash Grunwald multiplica su amor por S.R. Vaughan y por Hendrix. Yo cumplo penitencia y también reafirmo el mío. Grandes discos para tiempos presentes con el pasado en mente y el futuro en espera. Salve “Mojo”. Adiós 2019.
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