Diferenciamos dos etapas en José Luis Garci, separando sus interesantes trabajos para televisión. Una primera, que contaba los problemas de la España de entonces que iría desde «Asignatura pendiente» hasta «Asignatura aprobada», con títulos tan señeros y renovadores en el cine español como «Solos en la madrugada», «Las verdes praderas», los dos «El crack», «Sesión continua» o su Oscar con «Volver a empezar», y una segunda con cintas de época marcadas por la nostalgia que comenzaría con «Canción de cuna» hasta este «El crack cero», con un inicio notable con «El abuelo», la maravillosa «You´re the one», la incomprendida «Historia de un beso», «Tiovivo» y «Ninette», con las más irregulares «La herida luminosa» y «Luz de domingo» y sus últimas y fallidas «Sangre de mayo» y «Holmes & Watson. Madrid days». Imagino que visto que estaba perdiendo el favor de la crítica y del público con estas discutibles producciones, ha apostado por uno de los mejores largometrajes de su estupenda filmografía. Es más; «El crack» no solo nos parece el mejor filme de Garci sino una de las cinco mejores películas españolas de todos los tiempos, lista que compartiría con «Historias de la radio» de Saenz de Heredia, «Calle mayor» de Bardem, «El verdugo» de Berlanga y «La caza» de Saura y en la que aparecerían discutiendo el puesto «La torre de los siete jorobados» de Neville, «Cielo Negro» de Mur Oti, «Surcos» de Nieves Conde o «El viaje a ninguna parte» de Fernán Gómez.
Lo curioso es que «El crack cero» no es solo una precuela de la historia de 1981 sino una cinta de época, de un tiempo que nos suena a añejo, en los últimos estertores de un franquismo que agonizaba y que vuelve a estar de moda camino de medio siglo después de muerto el dictador. Sobre eso, hay una impagable escena donde al escuchar por Radio nacional la muerte de Franco, Areta responde a la pregunta de qué pasará ahora, una sentencia lapidaria advirtiendo que nos volveremos a pegar como siempre u ocurrirá un milagro y por una vez nos pondremos todos de acuerdo. Una de las muchas frases sensacionales que dice el Germán Areta, interpretado de forma admirable por un Carlos Santos que hace que olvidemos el enorme papel de Alfredo Landa, acompañado de un reparto que funciona a la perfección, tanto en la parte masculina con Miguel Ángel Muñoz en el inolvidable papel de Miguel Rellán, Pedro Casablanc, Ramón Langa o Andoni Ferreño y en la femenina con Luisa Gavasa, Patricia Vico, María Cantuel, Macarena Gómez o Cayetana Guillén Cuervo. Un reparto, que como todo en «El crack cero» suena a añejo, a teatro… a nostalgia. Una película deliberadamente antigua, que glosa un pasado que no va a volver. Otro tiempo ya olvidado, con citas a escritores y cineastas, a la cockteleria, al tabaco y a deportes en vivo como el fútbol y el boxeo. Tiempo perdido en estos años digitales de prisa e inmediatez. Areta afirma que la principal virtud de un detective es la paciencia. Garci, como el personaje de Anton Walbrook en «La ronda» de Max Ophüls vive mejor en el pasado y nos ofrece un compendio de emociones que a una parte de los espectadores encandilará y a otros les parecerá de otro tiempo, aburrido y sin acción. Nos incluímos en los primeros y degustamos ese retorno al pasado, un tiempo que aunque no hayamos vivido consideramos nuestro y hasta perdonamos el tono literario del guion del propio Garci junto a Javier Muñoz.
Creo que fue Francisco Umbral, el que tras el estreno de «You´re the one» definió a Garci como el anti- Almodóvar, por la forma opuesta de acometer su cine, aunque el manchego también se ha acercado a la nostalgia en su extraordinaria «Dolor y gloria«. Al final todo nos acerca al tiempo donde fuimos felices y donde la memoria, esa artera compañera de viaje, nos hace idealizar momentos importantes de nuestra vida. Fernando Pessoa o el Gustave Flaubert de «La educación sentimental» sabían de esto y José Luis Garci es un discípulo perfecto de estos dos titanes de la literatura, un cineasta valiente que nos ofrece una dosis de realidad y amargura a los que no terminamos de entender este mundo de hoy en día, donde no se leen, escuchan o ven clásicos en el segmento joven de la sociedad. Como Chateubriand en sus «Memorias de ultratumba» somos de un tiempo que tiende a desaparecer.
¿Quien es el saxofonista del tema principal de la banda sonora de «El crack cero». La música y el piano es de Jesús Gluck, pero ¿quién toca el saxo? ¿Por qué no figura en créditos?
La verdad es que ni idea. A ver si alguien nos arroja luz sobre esta pregunta. Muchas gracias.