Es de agradecer que un tipo como Alice Cooper sepa tras tantos años renovarse sin dejar de lado el hilo conductor, rodearse de buenos músicos y darle un lavado de cara a sus temas.
Acudí a Madrid a ver al Coop otra vez, ya que lo había visto otras veces bastante espaciadas entre ellas, por lo que tenia algo de miedo que el tiempo no le hubiese perdonado como a muchas viejas glorias. Lo primero fue la satisfacción de volver a ver a un núcleo de amigos siempre fiel a la primera fila y otros que por razones de la vida debía verlo desde el espacio reservado a asistentes con minusvalía; a todos ellos gracias por su cariño.
Black Stone Cherry salieron puntuales y como una locomotora lanzada sin control, salieron a “deguello” y no pararon tras discurrir su hora de concierto. Perfecto en su cometido de calentar una sala casi llena, pero en donde se había tapado medio graderio con unas lonas negras para tapar la falta de un lleno completo. Pero hubo muchísima mas gente que la ultima vez que el músico de Detroit había actuado en el Palacio de Vista Alegre.
Los Black Stone Cheery desgranaron su repertorio mas inmediato: “Burnin’” , “Me and Mary Jane”, “In my Blood”, etc… Tanto John Fred Young en la batería como Ben Wells ofrecieron espectáculo en el escenario, uno parecía a “Animal” de los Muppets aporreando como un demente su batería y el otro saltando y brincando de un lado a otro del escenario. Lo dicho no podía haberse buscado mejor telonero para ir calentando una sala repleta de fans de Alice Cooper.
Un Alice que salio a las 21h exactas tras la caída del telón y arrancando con “Feed My Frankenstein” seguida por un “No More Mr Nice Guy” y un “Bed of Nails” que fue uno de los temas mas coreados de la noche. El concierto desde las primeras filas sonaba muy bien, la elección de los temas era acertada, aunque eche de menos “Only the Woman Bleed” y “Elected” (todo no puede ser) la guapa Nita deleitaba al respetable con sus poses y su estilo shredder. He de reconocer que la moza no me disgusta aunque evidentemente prefería mil veces cuando era Tommy Hendricksen el que tocaba y o Ryan Roxie.
Legamos al ecuador del concierto con un “Poison” igualmente muy correado y llego el momento de Nita y su solo, cosa que la Strauss hizo sin grandes abusos (menos mal) moderándose en su virtuosismo y con ello dio paso al siguiente tema “Roses On White Lace”. Pero a partir de “Devil’s Food” junto al “Black Widow Jam” que Alice aprovecha para tomarse una pausa, el sonido empezó a ser menos compacto y mas una mescolanza en donde ya no se distinguía como anteriormente a cada miembro. Alice salio de nuevo a escena con “Steven” con unas deficiencias en su micro rápidamente resueltas, pero ya dejo de sonar igual de bien que en los inicios del espectáculo, Nita empezó a imponer su sonido mas “heavy” a los temas y se podía escuchar algunos comentarios como que aquello sonaba demasiado “heavy” y que ese lavado de cara a temas como “Dead Babies” y “ I Love The Dead” no les sentaban muy bien. También fue el momento en que entramos en la parte más del show mas visual con la aparición de Calico Cooper y toda la parafernalia; Guillotina, bebé gigante , etc, etc.
Con “Teenage Frankestein” llegamos al final, y tras un breve parón salen de nuevo para rematar la faena con “Under my Wheels” y un excelente y festivo “School Out” con explosión de confetis, globos gigantes que el publico se encarga de hacer botar mientras la banda termina su hora y media de show ente burbujas, serpentinas y mucho buen rollo! Lección de lo que tiene que ser un concierto de rock festivo por un señor de 71 años.
Alice Cooper se paso el concierto dando paseos por una tarima situada en la primera línea del escenario en donde se juntaban prácticamente todo el rato los músicos junto a su jefe. Una imagen muy poderosa y muy visual, en donde cada músico con su propia personalidad y típicas poses deleitaban al personal. Hubo dos partes en el concierto, la parte mas concierto con un sonido mas Hard y como protagonista las canciones y una segunda con un sonido mas heavy y como protagonista la parte mas visual; me quedo con la primera.
Para terminar, no quiero dejar pasar por alto comentar lo de esos pobres chavales que se pasean con litros de cerveza a sus espaldas esta muy bien, pero no tiene sentido que cada dos temas te lo veas pasando entre el publico o que en pleno tema final estén metidos en todo el meollo molestando la visión y cortando el rollo. Muchos se mosquearon y expulsaron a mas de uno de manera educada pero con bastante descontento.
El concierto estuvo fantástico, desde el primer acorde de los Black Stone Cherry hasta el final. Pero lo de los chavalitos paseándose con los dispensadores de cerveza por las primeras filas en momentos clave jodía bastante. Menos mal que a nadie se le fue la olla.