Se pueden contar con los dedos de media mano las ocasiones en que las bandas de Suiza se han pasado por esta casa y, a pesar de ser un país ciertamente pequeño, existen muy buenas bandas y hoy es un día perfecto para traeros una venida desde la capital, Berna, que me está robando el corazón desde hace semanas y que me sirve para volver a inaugurar otra trilogía Stoner celebrando la estabilidad de estos calores que ya tuestan nuestra piel y calientan nuestra cerebro. Ladies & Gentleman, con todos ustedes, los ¡Hot Running Blood!…
Parece ser que los suizos harían cualquier cosa para ‘COMER’…
Formados en 2010 y con una carrera discográfica irregular (que no de frecuencia en bolos por toda Europa), su discografía se limita en estos diez años a tres discos, su debut homónimo, Hot Running Blood (2010), Love Is Blind (2013) y, tras algún parón medio oficial en donde sus integrantes se aventuran en nuevos proyectos sin éxito, vuelven a resurgir con fuerza y determinación a principios de este 2019 con su tercer trabajo, Rock’N’Roll Is Dead, Long Live Rock’N’Roll (2019). Los parámetros estilísticos se cimentan en un Stoner’N’Roll con toques alternative rock, alma bluesera y algunas incursiones en el Grunge y el Stoner Punk. La escucha del disco se hace muy agradable, no son un muro de sonido al uso, cuidan mucho el riff’n’roll pegadizo, las melodías en los temas y estribillos y son exquisitos en los ‘background vocals’ acercándose muy mucho a esas armonías facturadas por Alice In Chains. Además, la voz del cantante por momentos te recordará a Layne Staley, en otros a Josh Homme (sobre todo en falsetes) y, bueno, para mí su referencia principal es el mismísimo Mike Patton con esa voz nasal tan reconocible. Instrumentalmente, su referencia principal son los QOTSA, hay queda «Fame & Honour» (muy Alicia en coros) aunque el Desert Rock y los desarrollos áridos Kyuss/Brant Bjork dejan su impronta en «You», «Gun In Your Hand» o el perfectamente currado «Rich & Fat», así como el Stoner Punk hace lo propio en «On A High» y el blues en «Blaming Guns» o en el pegadizo blues pop final de «We Need To Talk» en donde la sombra de Homme vuelve a asomarse traviesa. En resumidas, un muy buen disco, sin mimetismo innecesarios, asimilando influencias para crear un ente propio y muy personal. Aquí mismo tenéis la jodida prueba…
0 comentarios