Por motivos personales ayer solo puede llegar a tiempo para el ultimo tema de Dark Tranquility que había reunido un buen numero de fans en primera fila, y se notaba que el publico estaba ya bien preparado para ver y oír a una vieja y entrañable banda como la de Magnum, que ofrecieron un buen show plagados de grandes temas de su inconfundible Hard/AOR/Prog rock. Bob Catley con una voz algo ronca supo gestionar un buen concierto, fue estupendo entremés para prepararte para unos excelentes Opeth que lamentablemente no disfrutaron de un horario para su propuesta musical, oír esas joyas que son «Ghost of Perdition», «Demon of the Fall» y/o «Deliverance» bajo un sol de plomo no condiciona mucho la verdad sea dicha. Michael estuvo muy socarrón haciendo gala de su humor y sabiendo muy bien que es lo que quería el personal: temas guturales y ver a Rainbow. El mismo es un gran fan de Blackmore, y no dudo en elogiar a su héroe de juventud.
Y Llegó el turno a ver al hombre de negro de hard rock, el brujo, o el mago oscuro, como muchos le han apodado. Para mi que accedió a venir a tocar a este festival en gran medida porque está en las faldas de una colina con un castillo que lo corona y, evidentemente, por el dinero que le ofrecieron.
Flanqueado por el teclista Jens Johansson de la banda Stratovarius ademas de haber trabajado con Yngwie Malmsteen, Dio,etc… el vocalista Ronnie Romero chileno afincado en Madrid y antiguo vocalista de la banda Lord of Black. El batería David Keith que viene de Blackmore’s Night y el bajista Bob Nouveau, un tipo que solo le he pillado la pista por haber tocado en un disco de Mink DeVille bajo el nombre de Bob Curiano. Su mujer Candice, la Yoko Ono del Heavy para muchos, y Lady Lynn.
Había muchas dudas sobre el duro papel de Ronnie Romero. Remplazar gargantas como la de Dio, J.L Turner y Graham Bonnet no es algo fácil. Pero desde el primer minuto de “Spotlight Kid” se esfumaron los temores para la mayoría, Ronnie cantaba y hacia su papel de frontman más que bien, hasta tal punto que en “Stargazer” hubo momentos que parecía el mismísimo DIO.
Blackmore estuvo muy cercano y bromista con el publico, dirigiendo con algún que otro gesto brusco a sus músicos y ofreciendo lo mejor que sabe hacer con su straocaster crema. Se le escuchó algún que otro fallo y se le notó con mucha menos destreza que antaño, pero nadie se lo tuvo en cuenta gracias a un set list perfecto que nos hizo corear canción tras canción. Si bien la puesta en escena era mucho más modesta que la de los Scorpions, las imágenes proyectadas en la gran pantalla situada en el fondo del escenario fueron mas que suficiente para ilustrar tanta composiciones emblemáticas. “I Surrender”, “Mistreated”, “Man on the Silver Mountai” , “Since you Been Gone” hizo que se le saltaran las lagrimas a mas de uno.
Un concierto 100% buen rollo, con una comunión perfecta ente publico y banda , Romero supo ponerse al respetable en el bolsillo sabiamente, siempre siendo muy cómplice con el señor del escenario: Mr Ritchie Blackmore.
Dura tarea tocar tras tan grandioso bolo, le tocaba el turno a The Darkness y muchos aprovecharon para descansar las piernas y reponer fuerzas, su propuesta musical es agradable pero no pasa de allí. Justin Hawkins sudo la camiseta y ofrecieron un buen espectáculo aunque le falta algo, algo de personalidad diría yo.
A continuación y con el recinto ya algo vació salio Michael Monroe que, a semejanza de Mick Jagger, parece haber hecho un pacto con el diablo. Pura adrenalina, una bestia parda sobre el escenario que es su casa, estaba en todos las partes, brincando, sudando, extasiado, algo increíble, lastima que fuera ya un plato de ultima hora, porque pillo a mucha peña cansada o que ya se había ido. Michael ofreció uno de los mejores show de todo el festival, actitud y puro Rock and Roll salvaje, el de verdad , el que se forjó en la calle. Cuanto le deben los Motley Crue , Guns and Roses y consortes. Este tío es, fue y sigue siendo una maquina sobre las tablas, a base de canciones pegadizas y con garra y una presencia escénica que mas le gustaría a muchos.
En cuando el festival, el sitio es idóneo, aunque la cuesta para subir al castillo se hace dura a cierta hora de la noche, la tierra del suelo al final se convierte en una inmensa nube de polvo, que si le añades el viento llega a ser mas que molesto. El sistema de pago de las bebidas y comida con las pulseras es practico aunque algo discutible, ya que lo mínimo para rellenarla es de cinco euros, pero hay bebidas como el agua que solo valen dos euros, si rellenas cinco te sobra un euro que es el pago del vaso. Pero si después quieres solamente un agua no puedes rellenar con dos euros! Obligándote a recargar otros cinco euros. Buen sistema el del “cashless” pero no tiene que haber un mínimo de relleno.
En definitiva ha sido un muy buen festival y es un placer poder ver todas esas bandas juntas. Para su segunda edición habrá que revisar algunos fallos.
Para mi humilde opinión hubo dos grupos que se salieron. UFO el primer día y Rainbow el segundo. Lo de poner a Darkness después de Rainbow fue un fallo garrafal. Michael Monroe se lo curró mucho más.