En estos tiempos de inmediatez absoluta, donde es tan sencillo tener al alcance de la mano cualquier disco o canción, suele ser un nombre el que juegue a favor de que te decidas a dar una escucha a esa grabación en vez de aquella otra. En mi caso, uno de los muchos que cumple ese cometido es Mr. Luther Dickinson. Tanto con los maravillosos Mississippi All Stars como por supuesto con The Black Crowes y todo lo que se involucra el fantástico guitarrista. Un tipo que no solo toca como los ángeles, con un gusto exquisito, sino que además es todo un conocedor de la música de raíces americana como ya ha demostrado en más de una ocasión.
Para esta, une fuerzas con Colin Linden, otro que tal. El canadiense ha trabajado con la flor y nata del country y el folk. Músicos a los que admiramos como Lucinda Williams o Bob Dylan, además de formar parte de Blackie and The Rodeo Kings y además presenta el TV show Americana. Este «Amour» rescata del baul de la historia viejas canciones de country, blues, folk, R&B y rock, como un paseo guiado por la música que tanto nos gusta acompañado de una serie de vocalistas de Nashville, Rachal Davis, Ruby Amanfu, Billy Swan, Sam Palladio y Jonathan Jackson. A Luther y Colin les acompañan The Tennessee Valentines, que son Dominic Davis al bajo, Bryan Owings a la batería, Fats Kaplin al violín y acordeón y Kevin McKendree a los teclados. Diez canciones que ya han sido versionadas otras veces por muchos artistas pero que Colin y Luther han decidido no remitirse a simples copias de las originales sino a transformarlas con su propia personalidad. La importancia -lógica en este caso- a las guitarras en un aspecto diferenciador. Escuchar ese sonido inicial de «Careless love» en formato instrumental y el sonido de cadenas acompasando es simplemente genial.
Imposible que no se te vayan los pies con «Don’t let go» y su ritmo contagioso. Llegamos al blues -siempre el blues- con «Honest I do» , intensa, acogedora, igual que pasa con la intimista «Careless love» que vuelve a sonar ahora ya con la voz de Rachael Davis, aunque todo sea dicho me gusta mucho más la que han grabado solo instrumental. «Crazy arms» suena genial gracias al trabajo vocal de Sam Palladio y al violín de Fats Kaplin. «For the good times» es pura dulzura con Ruby Amanfu bordándolo. «Lover please» cuenta con el dueto de Billy Swan y Rachal Davis moviendo sus voces sobre el acordeón de Kaplin. «What I am living for» vuelve a poner los sentimientos a flor de piel, un magnífico lento repleto de feeling. «Dearest darling» pone ese punto profundo, casi tribal. «I forgot to remember to forget» pone punto y final a este estupendo disco para escuchar mientras ves el sol ocultarse en el horizonte.
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