Hoy voy a descubriros (y a descubrirme, todo hay que decirlo) a una banda que ya lleva unos cuantos años en esto y que he descubierto hace pocos días en un blog amigo, ‘Sammy Plays Dirty’. Por la parte que te toca, Sammy, ¡¡¡muchas gracias por descubrirme a SKATING POLLY!!!.
Se forman hace una década en Oklahoma City por dos hermanastras practicamente recién presentadas como Payton Bighorse (izqda.) y Kelli Mayo (drcha.) en una improvisada fiesta de Halloween familiar (Mayo tenía 9 años y Bighorse 14). Muy pronto llegan los resultados, la química compositiva funciona a las mil maravillas encargándose Payton de los parches y Kelly del ‘basitar’, que no es otra cosa que un bajo con tan sólo dos cuerdas en la mejor tradición Presidents Of The United States Of America. Su album de debut, Taking Over The World, salió a la luz en 2010 y ya hizo estragos en todo el estado de Oklahoma.
Su estilo está bien claro y definido por el 70’s punk más primitivo y ruidoso y el rock alternativo de los 90’s muy apegado al movimiento Riot Grrrls por lo que ya os imaginareis que bandas como Bikini Kill, Babes In Toyland, L7, Hole o la P. J. Harvey más peleona de Rid Of Me se fusionan sin tapujos con bandas punk como los Dead Boys, Pistols o los primeros Social Distortion. ¡Pero OJO!, estas step-siblings tienen también mucho de melodía en el cuerpo y en la mente y a pesar de mostrarse muy descarnadas y fieras también tienen un frágil corazoncito powerpop que os puede remitir a combos como Beat Happening, The Breeders o, sobre todo y ante todo, las para mí grandísimas Veruca Salt. ¿Grunge Punk Pop?…. neeeeh!, ‘UGLY POP’ como ellas mismas lo definen.
Con tres discos más como tres soles en su haber, Lost Wonderfuls (2011), Fuzz Steylacoom (2014) y The Big Feet (2016) en donde ya se codean con gente de la talla de Exene Cervenka (X), The Flaming Lips y Veruca Salt que les producen discos y se prestan a colaborar en sus composiciones, llega su último disco de 2018, The Make It All Show.
El quinto trabajo de las de Oklahoma demuestra una madurez brutal que sigue incidiendo incluso más en temas más melódicos, trabajo de coros y en melodías más trabajadas. Grunge Pop hasta las trancas. ¿Han dejado la fiereza y el punch guitarrero?…¡Para nada!, lo que ocurre es que las sutilezas y pasajes más ‘agradables’ también están pidiendo espacio y este es el caso de «Little Girl Blue and The Battle Envy», «Queen For A Day» con la Cervenka presente o «Free Will At Ease». La segunda cara es más furiosa y alocada, empezando por ese pepinazo riot grrrl de «Camelot» que me vuelve loquísimo con los alaridos de Kelly, «They’re Cheap (I’m Free) muy Hole/Nirvana o «Long Ride» tan deliciosamente Breeders. No faltan gemazos powerpoppies como «Hollywood Factory» o «This Vacation», incluso acercamientos Pixies caso de «Flatwound Strings». El disco se cierra con el casi ‘a capella’ «Don’t Leave Me Gravity» en donde desaparecen por completo la rabia y la ‘fealdad’ para acabar con un tema ‘bonito’ y emotivo al piano con Kelly y Payton en una tesitura más intimista y afectada.
Pero no despediré este post en formato melodrama, ¡para nada!…
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