Es muy curioso como a veces un nombre puede ayudar a dar valor a algo. Recuerdo aquellos tiempos en los que no existían ni Deezer, ni Spotify ni YouTube y en los que a la hora de comprar un disco buscabas una pista si no tenías muy claro cómo iba a ser la banda o la grabación. Bien el sello que lo editaba, el productor o alguna colaboración, te inducían a hacerte con ese disco. Así pillé yo en su tiempo un buen puñado y aún a veces lo sigo haciendo. Sí, a pesar de todos los avances que tenemos a un solo y jodido click, todavía (pocas eso si) sigo comprando a ciegas. Recuerdo que cuando en 1991 el guitarrista canadiense Aldo Nova lanzaba su cuarto disco «Blood on the bricks». Aldo lanzó su primer disco homónimo en 1982 y consiguió colocar un hit, la canción «Fantasy». Pero curiosamente aquello le trajo problemas y quebraderos de cabeza. Lanza dos discos más en 1983 y 1985 y de pronto parece que se lo ha tragado el mundo, el de las discográficas en este caso. Una serie de líos con los contratos. Aldo no escribía material nuevo porque no quería seguir con el sello Portrait (CBS) y estos a pesar de la sequía del canadiense se negaban a dejarlo marchar. El pez que se muerde la cola.
Por fin en 1991 se punto punto y final a esta situación. Aldo Nova había echado una mano a Jon Bon Jovi en 1981 cuando el de New Jersey estaba dispuesto a comenzar a hacerse un sitio en el negocio. Se conocieron cuando Aldo estaba mezclando su primer disco en At Power Station donde trabajaba Jon. Se hicieron amigos y más tarde Jon iría a Aldo con la demo de «Runaway» para que este tocase la guitarra en ella. Y ahora era Jon quien le devolvía el favor primero fichándolo para su sello Jambco Records y luego componiendo junto a él las canciones de este disco y además facilitando la colaboración en ese aspecto también de Jim Vallance y Rick Hughes -Sword- (los canadienses Sword, una banda de Quebec que comenzó como banda tributo a Kiss y que ya con temas propios que dos discos en 1986 y 1988 y un directo en el Hammersmith Odeon en 2016. No confundir con The Sword de Austin, Texas). También Aldo estuvo implicado en el disco de Jon Bon Jovi «Blaze of glory» que sirvió como banda sonora para «Young Gods II». En esos días Jon Bon Jovi estaba en la cima. Las ventas de «Slippery when wet» y de «New Jersey» los había aupado a lo más alto así que todo lo relacionado con el vocalista acaparaba la atención de los medios y los fans. Lo cierto es que Jon Bon Jovi no tuvo reparos en echar una mano a bandas que consideraba interesantes y que recibieron un empujón de su parte como Skid Row. Bueno, también durante mucho tiempos pensamos que a Cinderella aunque hace unos años Tom Keifer declaró que fue Gene Simmons quien descubrió a su banda.
El caso es que este «Blood on the bricks» se convirtió en el tipo de discos destinado a romper en las FM’s o al menos un año o dos antes lo hubiese conseguido. También es curioso que mientras Jon componía estas canciones ya estaba pensando en un giro de sonido con Bon Jovi que se vería reflejado en «Keep the faith». Así que Aldo Nova se presentaba en 1991 con por fin nuevo disco bajo el brazo. Desde su portada, que personalmente me gusta mucho, tiene ese aire hard rockero de la época y diez canciones con fuerza y melodía. El disco lo abre la canción que precisamente le da nombre. Sección de vientos y riff se enfrentan cara a cara. A pesar de que la producción es un poco demasiado limpia, esas guitarras echan humo. «Medicine man» tiene ese aire que ya habían utilizado para el «Blaze of glory» de Jon Bon Jovi. Aires sureños pero muy regados de hard melódico. «Bang bang» y sus coros es puro ochentas, aunque ya habían despedido la época. Es curioso porque escuchar esta canción en el 91 y la sensación de que se quedaba fuera de sitio y sin embargo lo que la disfruto ahora cuyo valor temporal no tiene importancia alguna. «Someday» es una más que correcta balada con unos coros estupendos a lo Foreigner y una estrofa muy Bon Jovi. Ojo que con correcta me refiero a buena pero es que hablamos de una época en que había unos baladones impresionantes.
«Young love» es puro Bon Jovi. Esos teclados, la estrofa… pero me gusta. Sigue sonando el disco y es el turno de «Modern world», hard rock sin tapujos, sin complejos, de ese que a mi me gusta tanto y a ti si aún estas leyendo esto supongo que también. «This ain’t love» comienza con una talk box y un sonido que se aleja del hard del resto del disco para asentarse en un soft rock más convencional. Ojo a esos teclados iniciales en «Hey Ronnie (Veronica’s song)», una balada en la que se vuelve a notar la colaboración de ambos (Aldo y Jon) para la susodicha banda sonora, porque la canción mantiene ese aire que se acentúa aún más en el estribillo. «Touch of madness» combina acústica y eléctricas, con un buen solo inicial -faceta de la que no he hablado pero en la que destaca mucho Aldo, con unos solos muy efectivos- y un puro sonido hard 80 y ese tipo de estribillo suave que se te cuela y ya no te puedes despegar de él. Cierra le disco «Bright lights» de nuevo fuerte, cañero, potente, muy rockero para poner la guinda a un disco que al menos a mi me sigue sonando muy bien (si no aún mejor que antes). El disco chocó en su día con una crítica musical que ya comenzaba a beber los vientos por lo que venía de Seattle y compañía. Pero quien necesita a la crítica musical.
P.D. Existe una reedición del disco al que cascaron en la portada que Jon Bon Jovi colaboraba en él.
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