Imagínense sentados en la barra de un bar algo sórdido en un barrio de mala fama, sólo, delante una cerveza tibia que dejó de estar helada hace tiempo. Repentinamente se abre la puerta del bar y entra Marylin Monroe! Guau!… debo estar soñando piensas en tu maltrecha cabeza. Al rato, tras unos bourbons ingeridos uno tras otro para reponerte de la emoción, aparece por arte de magia en el umbral Ava Gardner ! Guau! Esto no puede ser posible… Ambas empiezan a coquetear contigo y te dices; qué carajo, es imposible elegir, un “menage a trois” se impone y empiezas a disfrutar la mejor noche de tu vida. Algo parecido se podría aplicar con estos dos artefactos tan ardientes como son el “Kikc Out The Jam” de Mc5 y el homónimo disco de The Stooges.
Ante de todo decir que personalmente prefiero el de The Stooges y que mi favorito de los Motor City Five es el “Back in the USA”, pero en esto del “VS” el enfrentamiento entre estos dos discos lanzados el mismo año “1969” ,y por la misma discográfica Elektra que buscaba dar aires nuevos a su sello, es inevitable.
El gran y único Lester Bangs se encargó de dinamitar el lanzamiento de disco de los Mc5 tachándolos de “hype” y de ocultar su falta de maestría con sus instrumentos bajo un marasmo de ruido insoportable. La verdad que aquel disco con pretensiones revolucionarias no cambió nada políticamente hablando, pero si que marcó una revolución sónica.
Fue censurado por aquel inocente “motherfucker”, las radios pasaron de pinchar aquello y fue tal fracaso que Elektra los despidió tan rápidamente como los contrato. Curioso que bajo la recomendación de Mc5, Elektra ficho a unos tipos raros medios “nerd” igualmente de Detroit ; The Stooges.
Ambos grupos son como una banda de adolescentes puestos hasta arriba de Quaaludes o de Heroína de baja calidad y con ganas de bronca con el primero que se les ponga por delante. Los dos quieren otra cosa que el rollo “Peace and Love” que festeja aquel año su cúspide y el inicio de su declive en Woodstock.
Hay que incendiarlo todo; grabado en directo los Mc5 destilan mucha mala baba sin dejar sitio para florituras ni otras tonterías, van al grano facturando un trabajo corto, intenso, fulgurante como una batalla cuerpo a cuerpo en una trinchera de la primera guerra mundial; es sucio, violento y todo bajo un ideal utópico y feroz; es el perfecto antídoto para una sobredosis de rock progresivo.
Los Stooges son mas viciosos, te dan la hostia y se quedan a ver como te retuerces de dolor. Desde que suena “1969” te quedas fascinado por la voz de Iggy, cálida y visceral, la guitarra de Ron Asheton retorciéndose copulando con el resto de la banda en una lujuria de ondas que te hacen el cuerpo vibrar. Con “I Wanna Be Your Dog” definitivamente sabes que estos tíos son peligrosos, cuatro inadaptados que disfrutan achicharrando neuronas.
Con ambos discos tenemos las tablas de los diez mandamientos de lo que tiene que tener un disco de rock, es el camino a seguir para muchas bandas venideras que rezaran y se postraran delante de ambas obras maestras.
“Kick out the Jam” y “The Stooges” huelen a asfalto, a malestar, a orgía, a navajas automáticas brillando en la obscuridad de un húmedo callejón. Impresiona aun a día de hoy el malestar de “We Will Fall” o la intensidad de “Motor City is Burning” escuchado a todo trapo. Ese tributo cósmico a Sun Ra en “Starship”, la inmediatez de “Real Cool Time”, “Not Right” y “Little Doll” y por causa de que fueron interpretadas por primera vez en el estudio de grabación.
Ambas portadas perduraran en las retinas de generaciones para la eternidad, la de los Mc5 un patchwork caleidoscopio, un batiburrillo de fotos que refleja perfectamente el furor que escucharemos en los surcos. La de los Stooges mas sobria, lucen acne y cara de estar ligeramente afectados por alguna substancia psicotropica. Tonos marrones para ambos, el nombre The Stooges en amarillo en un simple pero eficaz logo, cuero reluciente y cara de pocos amigos. Aquí empieza todo, con estos dos discos el rock dará una vuelta de tuerca muy importante, pero no nos olvidemos que antes en Tacoma en 1963 unos chavales metidos en su garaje destilaban un tsunami musical… Eran The Sonics.
Son dos grupos tan esenciales para mí, Laurent. Mi favorito de los Stooges es «Fun House»; de MC5, «High Time». Pero tienes toda la razón en eso de la tabla de los diez mandamientos, los debuts de ambos van a misa. Y los Sonics, claro que sí.
Saludos.