Ejemplo introductorio: si no tienes ni idea de mecánica y tu coche no arranca, cuando alguien abre el capó, toquetea aquí y allá y en tres minutos tu coche ronronea como si nada te dan ganas de gritar: “¡brujería!”. ¿Quién no ha pedido por favor al motor que funcione ante un motor de arranque quejumbroso? A mí me pasa lo mismo con la música. Puedo analizar un disco, un tema, enlazar con otras bandas, con otros estilos… pero la logística de este mundo de cuerdas y tambores es una parte oscura y misteriosa detrás de la tramoya.

Tampoco quiero decir que todo sea mérito mío, apenas hice nada. Un buen día mi amigo Julio me comenta si Suevicha tocarían en Logroño. Hablo con Susie y hay interés, pero hay que cerrar los detalles (ahí fue donde yo me retiré). No he hecho mucho, un par de chivatazos en Facebook y poco más, pero me siento orgulloso de haber colaborado en traer una banda con una receta diferente a mi tierra.

Cartel en mano, 21.30 h. Stereo Rock and roll bar de Logroño, Suevicha + Terzero en Discordia. A las 21.05 salgo de ver ganar al Logroñés (buen presagio de los dioses), acelero el paso para llegar a la hora… y a poco no está ni el edificio. Otro premio Cagaprisas del año y eso que estamos empezándolo, con el culo pelado de llegar pronto a estas movidas para joderme de frío esperando.

Aparecen las Suevicha en grupo. Dentro de las varias voces que hay dentro de mi cabeza, hay una que siempre me bloquea el coco, será la timidez, pero si no llego a ir acompañado, creo que ni me acerco. Ruth con su imagen de pin up y el pañuelo conteniendo sus tirabuzones, me recibe con una sonrisa y me mira directamente a los ojos, pero no de una forma inquisitiva, es más como una primera impresión emocional bosquejada. Alba se queda a mi vera, sin que apenas crucemos miradas, como si nos conociéramos de hace tiempo y habláramos con intimidad. Tere, también más tímida, está frente por frente a mi posición, pero entrega el protagonismo a sus compañeras. También viene un rubiales de metro noventa que parece sacado de Vikings.

—Olek Zaytsev.

—¿Zaytsev como Vasili?

El tipo se queda perplejo y asiente, con una sonrisa de escudo para vencer la intimidad (qué bien lo entiendo).

—¿Pero sois familia?

—A lo mejor mi tatara-tatara abuelo…

Vamos, no me jodas. El hipotético tío abuelo del menda que tengo delante libró a media humanidad de llevar la esvástica en el brazalete, aunque aquí no nos acabamos de escapar de la banderita del pollo. 27 millones de soviéticos dejaron el forro voluntariosamente para romperles el frente a las hordas fascistas en el peor invierno del siglo, y es posible que haya conocido a un pariente del tipo cuyo apellido le daba a Hitler acidez de estómago. Si fuese Oleg, hubiese registrado todos los libros de familia de Moscú a Kaliningrado hasta poder demostrar que me corre la misma sangre por las venas.

El caso es que entro y Susie se me queda mirando. Dos besos y un abrazo breve pero cálido, acompañado de un agradecimiento al oído. Vista en persona, irradia carácter, magnetismo, empatía. Una autentica dama del blues: Ella Fitzgerald, Irma Thomas, Aretha Franklin… esa aura de potencia sonora, capaz de saltarte los empastes con su voz mientras chaquea los dedos.

 

 

Los instrumentos yacen inertes en el escenario, como un volcán inactivo. Valiéndome de mi estatus de bulto sospechoso, puedo observar sin ser detectado y tratar de desgranar su dinámica interna a golpe de vista. Ruth y Susie llevan la parte más dinámica, más extrovertida, mientras que Alba y Tere ponen la calma en el grupo. No es una competencia, es un complemento, se necesitan, son conscientes de ello y cada reconoce y se vale de las virtudes de las demás. Aún no se han subido al escenario y ya irradian esa sensación de banda, de fuerza de grupo.

Somos Suevicha, y hemos venido a que mováis las caderas y el cuello.

Los susurros de Susie sirven de entradilla a los primeros compases de…

Burning love. Cerraba el disco, y abre el directo. tiene un poso de jam session, de improvisación… puedes imaginarte a Albita entrando en el local en plan: “tengo algo”, y a las otras tres cerrando los ojos y dejándose llevar. El cíclico ir y venir de la guitarra se descuelga como barniz sobre un Tápies, acompañada por las maracas de Susie y los platos de Ruth. Diría que la Gibson está echando humo, pero es humo a fuego lento. Burning love más que un estribillo es un mantra, con la voz contundente y cavernosa de Susie recorre los registros más agudos que ofrecen sus cuerdas vocales.

 

 

Mirror and sand. ¡Vaya un arranque! Ruth esta venga a jugar con nosotros. Parece que va a establecer un ritmo monolítico, pero rompe cíclicamente el ritmo con sendos trallazos a los platos. Tiene sabor a rock duro añejo pasado por un tamiz más moderno. Aunque ando jodido, escribiendo como un loco, al levantar la vista veo a Susie. No puede negar que está en su salsa, bailando como Janis Joplin en cada lapso instrumental. Primera gran diferencia con el disco… ¡ese bajo va pateando culos!

Pass away. A medio tempo y jugando con el charles (qué partido saca Ruth al sonido charles abierto-charles cerrado), se presenta este tema de rock contundente a fuego lento, como una lluvia de napalm que se te mete debajo de la piel y no hay forma de aliviar la quemadura.

I don’t care. Con saña y sin hacer prisioneros: charles, bombo, caja y una guitarra a lo Iron Man, pero con una voz de diva del blues. Ojito con ese bajo, eje instrumental entre la fuerza de las percusiones y la distorsión inmisericorde de Alba que, salvando las distancias de los estilos, es la prima de Cazares, el de Fear Factory (el animal que le puso siete cuerdas a la guitarra para sonar aún más cañero). Momento destroyer a lo System of a Down, con una Ruth desatada. Tiene un solo de bajo a lo King noting, un toquecito al charles… y entra la guitarra como un carro de combate.

Don’t tell. Puro Black Sabbath. Si Tommy Iommi ve a Albita y su Gibson arrancando Don’t tell, se le escapa una lagrimita. El estribillo es puro Sabbra Cadabra, tirando Ruth de timbal en cada cambio de tercio. ¡Madre mía que alarido pega Susie en el Don’t tell final!

Like a teen. Momento Deftones en los primeros acordes. Esto es un tema de luxación cervical clarísima. Es como Swerve city, de los mentados Deftones, pero con un poso setentero. Susie ya nos había pedido hacer palmas con el cambio de tercio, cuando el sonido de Suevicha vuelve a la receta primigenia de contundencia pausada. Ventajas de ser un hooligan y recién salido del estadio: silbo, aplaudo e insulto a gritos de una forma natural. Tengo que añadir dos cosas con respecto a este tema, primero: vaya hostias le arrea Ruth al charles abierto en los estribillos y segundo: cuando Susie se exprime la voz, se le va el color a la tele.

Silly fears. Amenazan con un blues a lo Jimmy Reed, pero en seguida aparece la combinación Suevicha. Aquí manda el charles. Tres toques cerrados entre bombo y caja y dos trallazos abiertos. Mucha más presencia del bajo (generalizada, en cada tema, pero hay tramos donde todas las luces enfocan a Tere) en los espacios que deja la voz de Susie, una dama del blues en medio de una banda de rock crudo.

Toxic. ¿En serio? ¿Britney Spears? ¡No jodas! ¡Que baje Muddy Waters y lo vea! No puedo creer que suene a blues… suena a time i son my side, pero la de Irma Thomas, la que deja apreciar la aguja pasando por el vinilo. Hasta el estribillo, que entran timbales y platos, distorsión, bajo tumba-traseros y demás. Han cogido un zurullo popero que no escucharía ni a punta de pistola y lo han convertido en un clásico de nueva hornada, que podría ser una versión de Howling Wolf.

 

 

Astral wave. Aquí llega la artillería pesada. Y encima las gracias nos las dan ellas a nosotros. Sin tiempo para recuperarme de Toxic, Astral Wave estalla como la bomba H. Cualquiera que sepa un poquito de boxeo dice que un buen puñetazo sale de tobillos, rodillas, caderas, torso… pues a Susie le debe salir la voz de los tendones de Aquiles. Albita le ha cogido un aire a Jimy Hendrix debajo de la voz de dama del soul (va a llevarse el título de dama de la jota riojana, pero es que su voz impone ese respeto) que saca Susie.

The wall. Lo bueno es que viene el buque insignia, lo malo es que esto quiere decir que el concierto se nos empieza a escapar entre los dedos. Si a mí cantar suda las narices, lo que me gusta es esto, dice Susie blandiendo su cencerro. No hace falta que lo jure. En los estribillos se descascarillaba la pintura de las paredes de los cacharrazos que le atizaba. Después del estribillo, hacen un crescendo a lo Hocus Pocus que pondría a bailar a Frankenstein (a Karloff, no al de la bata).

Tequila Boom Boom. Esta tiene una bonita historia detrás de su composición, luego cuento más. Al tarareo de Tequila (like si la estás silbando) Alfredo, uno de los barandas del Stereo, les acerca cuatro chupitos de tequila, que la banda comparte en un brindis y celebra con el público. Genuina felicidad. Ruth personifica la expresión sonreír con los ojos con el chupito en la mano, no por el chupito en sí, sino por lo que simboliza, porque saben que tienen una dinámica especial entre ellas, como miembros de una banda, como amigas, como persona y porque sentía, igual que sentíamos desde abajo que esa conexión se extendía al público. En directo, con el bajo erigiéndose poderoso (su ampli me largaba el chorro en pleno careto), aún suenan más a Free speech, de Discharge. Un frenazo blacksabbathiano (Reverte, otro término de nuevo cuño) y la luz estroboscópica multicolor que nos ha puesto a soñar.

 

 

Hurricane. Última parada, la inédita para el final. Mis influencias me la habían brindado con antelación, y al descubrir los primeros acordes siento un poco de pena de saber que a esto le queda un suspiro. Curiosamente su grabación es anterior a Burning Tales, quién sabe si es un descarte del disco, pero podría ser el futuro del sonido Suevicha, a lo Wasted de Pearl Jam, crudo, garajero y vibrante en el hipotálamo. Me han dejado pegado al asiento, bueno, a la barra.

Y llega el momento de hacerme a un lado y dejar a las chicas disfrutar de su momento. Tanto kilómetro, tantas horas en el local, tanto dinero para poder grabar un disquito… qué menos que llevarse un abrazo y un “¡qué barbaridad!”. Las cuatro, por separado, hacen la misma pregunta y exactamente de la misma manera: ¿os ha gustado? Y con la misma mirada directa a los ojos. Respuesta fácil: sí. Respuesta elaborada: joder, qué barbaridad, ¿qué haces con el charles? En el disco el bajo está como sepultado, en directo suenas que lo tumbas. ¡telita la distorsión de la Gibson! ¡qué barbaridad de voceras!

 

ALBITA LES PAUL, SUSIE VICHA, RUTH KALYPSO, TERE RECHE. PUERTAS DEL STEREO ROCK AND ROLL BAR DE LOGROÑO. 13/01/2019.

 

Han pasado casi dos horas, concierto de Terzero en Discordia de por medio, y he tenido ocasión de hablar con ellas por separado. Han dejado de ser las Suevicha estrellas del rock (un poco arquetípico, pero creo que se entiende el símil) para ser cuatro chicas que vienen de Madrid y que tienen la adrenalina por las nubes. Ruth es una mujer sabia, tiene formación y cultura musical para mearme sin problemas. Todo lo contrario, escucha mis observaciones tratando de aprender. Con una perenne sonrisa, le hago una observación sobre las baterías en el disco, un efecto del charles a los platos que se mitiga en directo, y asiente con un Es cierto. A lo Robert de Niro cuando decía lo de eres bueno, tío.

 

 

Cuando uno tiene la oportunidad de hablar con una tía que tiene más kilómetros que las bambas de David Carradine y pasa de veinte mil horas de música en el coco, aprovecha. Le saco un grupo o dos que me molan y me viene con que habla inglés y alemán, ha estudiado psicología, sabe de filosofía… apabulla. Mirando a Zaytsev Jr. Dice:

—Con lo que me mola eso de Ruth Kalypso y éste va y me llama Calippo.

Casi me muero. Una letrita de nada y menudo cambio de rollo. Le ha quitado todo el glamour,

Me cuenta alguna intimidad de la banda, con una naturalidad y un desparpajo que te arranca una sonrisa.

—Susie y yo nos conocemos desde hace la tira de años —cito de memoria—. Y alguna vez que discutimos o tal dices: “zorra, qué mal me caes, pero te echo de menos”.

Por fin, nos reunimos en la puerta. Albita se está quedando como un palo, así que tengo que darme prisa con las preguntitas.

  • Pregunta individual: ¿Cuál es esa primera canción / disco/ grupo que os inspiró para meteros en este rollo?

Ruth (R). Paranoid, de Black Sabbath.

Susie (S). Héroes del Silencio. R.E.M. sunny happy people.

Alba (A). Angus Young.

Tere (T). 091.

(observación del entrevistador). Curioso que Black Sabbath lo mencione Ruth y Albita se incline por Angus Young (no en vano el rollito que se trae con las Gibson) cuando la segunda puede ser la sobrina de Tommy Iommi y la primera tocar Stiff upper lip a todo tren.

  • Otra pregunta individual. ¿A qué edad aprendisteis a tocar?

  1. ¿Hemos aprendido?

(S) ¿Aprender? A mí me falta mucho para haber aprendido.

Bueno, en algún rollo os metisteis.

(S) Con catorce años en el coro de una iglesia.

(A) Con dieciséis.

(T) Digamos dieciséis.

(R) Con veinticinco.

  • ¿Teníais experiencia previa en otras bandas?

(Las cuatro a coro). Sí.

  • ¿Cómo fueron los inicios de la banda? ¿Ha habido muchos cambios de formación?

(S) Ha habido alguno que otro. los inicios fueron que me fui yo a buscar gentuza (sic) a una jam session de stoner, aparecieron dos engendros… (risas por doquier). El primer guitarrista… una regadera, y luego vino Alba, normal.

(R) Hombre, normal… (risas)

(S) No vamos a juzgar el estado anímico ni mental de nadie (más risas).

(T) No somos nadie para juzgar.

(R) A ver, dentro de lo que había, molaba más.

(S) Después de Alba llegó un contrabajista que tampoco cuajó, vino Ruth después del batera que era más raro que la miel y luego vino Tere de la mano de Ruth.

(T) A poner la guinda.

(R) Como nos quedamos sin bajista me escribió ella en plan: Hija de la gran puta, ¿estás buscando bajista y no me llamas? (risas). Y yo: tía, que se me ha ido la olla…Además yo pensaba que estaba super liada porque tocaba en una big band y no tenía disponibilidad ninguna…

(S) Total que al final…

(A) Pues ahí estamos.

 

 

Sois un grupo bastante cohesionado.

(S) Las convivencias hacen mucho.

(A) A ver, es que, o te pegas o te amas. Si no te llevas bien no es viable.

(S) Ruth y yo nos conocemos desde hace un montón de años y antes de ser compañeras de banda somos amigas… yo curraba de camarera y ella en el ropero y la poníamos pedo.

(R) Básicamente era un poco su función. La de Tequila Boom Boom es porque tenemos una amiga, Marta, que me venía cada diez minutos, me ponía un chupito y decía: Tequila Boom Boom y decía yo: “vale”. Y claro, cada diez minutos… luego ponía los abrigos, yo qué sé, los tiraba…

(S) Pero que atinaba.

(R) La verdad es que sí, tengo como un don pedo…

  • Cuando tienes una banda recién nacida, como fue vuestro caso, ¿es fácil abrirse paso de cara a prensa, promotores, managers…?

(S) Pues currando un huevo.

(R) Dando la plasta, spam. Además tenemos muchos huevos, porque nos vamos allá como al más gordo del mundo en plan: Hola ¿qué tal? Esta es mi banda.

(A) Y nos han hecho caso.

(R) Y nos han hecho caso, pero yo creo que por el morro que tenemos.

  • Las letras en inglés, ¿eran una premisa desde el principio? ¿Se alternarán en el futuro?

(S) Cantar con un arrastre de blues tira mucho a cantar en inglés. ¿Si lo haríamos en castellano?

(A) No estamos cerradas, pero no pensamos en hacer canciones en castellano.

(S) De hecho, alguna vez he pensado en cambiar alguna y hacerla en castellano, por probar, pero no te creas que me apetece mucho, porque el rollo Stoner es así.

(A) No te podemos decir que no vamos a hacer algo porque seguramente que vamos a hacer de todo lo que te digamos que no vamos a hacer.

(R) Realmente no nos ha cuadrado porque el origen de esta música viene en una métrica que se ajusta al inglés

(S) Tiene una fonética más fácil para componer.

(R) Y tiene palabras tan concretas para describir cosas tan amplias…

(A) Y además tenemos cierta ambición, nosotras sabemos que la solución aquí no está.

(S) Y la idea es irnos…

(A) Si nos llaman de algún lado…

(R) México.

(A) O Francia, u Holanda…

(R) Pero México, sobre todo.

(S) Sí, sí, tequila.

 

 

  • Vamos a entrarnos en Burning Tales, vuestro primer trabajo. ¿Salisteis contentas del estudio? ¿Habríais metido alguna canción más? ¿Os gustó el trato a cada tema?

(A coro y con contundencia) Sí. Pues sí.

(S) Sí porque el productor que trabajo con nosotras es un champion. No sólo hizo Burning Tales, sino que veníamos de hacer los singles, entonces estuvimos grabando y en la mezcla nos pegamos de hostias porque el que nos grababa era más pop que otra cosa, y según fuimos con Javier Escudero, que es el que nos grabó el disco, le dijimos lo que había, nos cogió y…

(R) En serio, ¿eh? Cinco minutos. La misma canción que estaba mezclada de antes, se sentó en la mesa hizo… (Ruth imita mover los niveles de una mesa de mezclas), le hizo tres cosas… Magia.

  • No hace mucho que Burning Tales ha cumplido el primer aniversario. Ahora que podéis verlo con un poco de perspectiva ¿Cómo valoráis su aceptación?

(S) De puta madre.

(T) Muy bien.

(R) Cojonuda.

(A) Muy contentas.

(S) Hay gente que se gasta un pastizal en las distribuciones. Nosotras con humildad…

(R) Nos han contactado en Rusia. No tenemos ninguna queja.

  • Por un lado, tenemos el disco con los temas “enlatados”, por el otro, los directos ¿Ha sido cómoda la transición a través del local de ensayo?

(S) Ha sido más bien al revés. Somos de fluye-fluye.

(R) (Risas) Es nuestro lema.

(A) Nosotras teníamos una base en directo y desde ahí hemos grabado. Ha sido más bien al revés.

(S) Cada vez que miramos un concierto, qué tipo de concierto es, qué temas tocamos, qué apetece más… pero vamos, que siempre ha sido el Flow.

(R) Sí, porque cuando vamos a hacer un concierto que es donde nos han dicho los mejores piropos, siempre nos dicen que en directo molamos muchísimo más que en el disco, y es el mejor piropo que te puedan echar siendo músico.

Aprovecho para señalar a Tere, que me sonríe, y califico el sonido en directo de más “entero” que el disco.

  • Centrándonos en el concierto de esta noche ¿habíais tocado antes en Logroño, en el Stereo? ¿Cómo habéis sentido al público?

(S) No, nunca. Nos hemos desvirgado.

(A) Todas vírgenes.

(S) Para ser entre Burgos y País Vasco, bastante caliente (risas).

Ahí saco mi orgullo riojano. Tenemos la herencia y la cultura mezclada, pero no somos ni navarros, ni vascos, ni castellanos ni maños. Ni mejores ni peores, diferentes.

(R) Nos habían advertido que a lo mejor estaba un poco frío, pero qué va…

(S) Habéis dado palmas, así que perfecto.

  • Hemos hablado de los orígenes y del presente de Suevicha, hablemos del futuro. ¿Qué hay en el horizonte de la banda? ¿Tal vez un disco nuevo?

(T) ¡Sí, hombre!

(S) Y conquistar todo lo que se pueda.

¿Hay fecha?

(S) We’re working on it. (algo se dice de marzo, pero lo añado yo)

  • ¿Planteáis alguna evolución en la banda? ¿Derivar a otro estilo? ¿Tomar otros ingredientes?

(A) Estamos tan locas que lo que salga, saldrá.

(T) No lo necesitamos, va saliendo solo.

(S) Lo del fluye-fluye no es coña.

(R) La peor pregunta que nos hacen en cualquier entrevista es “¿cómo componéis?”. Pues vamos, y tocamos y pasan movidas. Grabamos todos los ensayos, hasta lo que hablamos entre canciones.

  • ¿Tenéis más fechas a la vista en esta gira?

(S) 20 de enero Gruta 77; 16 de febrero Bilbao. 6 de marzo en Valencia.

  • ¿Qué tal os lleváis con las redes sociales? ¿Cómo es la interacción con el público? Recordadnos enlaces, por cierto.

(S) ¡Somos adictas! Trabajamos mucho, porque el curro que lleva…

(A) A mí no me gusta, a Tere le gusta menos también… Ruth y Susie disfrutan más…

(T)   https://www.facebook.com/suevicha

https://www.instagram.com/suevicha/

https://suevicha.bandcamp.com

https://www.youtube.com/channel/UCZx0nTcUqHPxuCRDbMKqtaQ

  • Creo que está todo. Pasado, presente y futuro de Suevicha, desde la intimidad del local hasta una sala abarrotada. Si tenéis algo que añadir o comentar, hablad ahora o callad forever.

(S) Pues liarla muy parda. No hay más.

(R) Lo que disfrutamos el proceso, no hay mejor manera de expresarlo. Creo que si no nos lo pasáramos tan bien, desde el local sola, que nos lo pasamos pipa, a una sala, que nos lo pasamos pipa, o en el coche, que también nos lo pasamos pipa… sé que en un escenario si no tienes algo especial con la que tienes al lado se nota, y creo que nosotras podemos contar muchas cosas.

 

 

 

 

 

by: Teodoro Balmaseda

by: Teodoro Balmaseda

Escritor de ficción y crítico desde la admiración. Si te gustan mis reseñas, prueba 'Buscando oro' en tu librería o ebook.

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