Está escrito en la pared. El rock and roll es rebelde y comprometido pero a la vez también divertido. A fin de cuentas pasar un buen rato debe de ser una máxima que ultimamente nos empeñamos en otorgarle una solemnidad que ya pasa de castaño a oscuro. Los Bannanos, power trío madrileño formado por viejos zorros de la escena punk madrileña se echan a la espalda este puñado de canciones que conforman su primer disco y nos lo plantan frente a las narices para que no dejemos de bailar. Lo suyo es un cruce bastardo entre Los Ramones y Los Nikis enfundado en melodías pop y guitarras marcadas y poderosas. Doce canciones como seña e identidad dejando claro que su filosofía está impresa en todas y cada una de las canciones que componen este disco. Lanzado en agosto de este año que nos va dejando ya dejan claro que es espíritu punk lo siguen manteniendo como forma y pensamiento con «Soy rebelde» en el que en un momento he estado a punto de gritar «Hey ho let’s go». Guitarreo propio sin parar con un sonido claro en una producción que ha prescindido de arreglos no necesarios para mostrar lo que tienen que decir.
Este debut de los madrileños es de esos discos que disfrutas sin pretensiones, bueno si, la de aprovechar sus melodías para pasar un buen rato. En estos días en los que mucha gente pretende hacer del rock un doctorado son más necesarios que nunca grupos como Los Bannanos dispuestos a devolver al rock su esencia de sudor y ganas, de guitarras aceleradas y melodías, del un, dos, tres, cuatro y que los watios se desencadenen sin remisión.
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