Lo prometido es deuda. Cuando los Palace Of The King se pasaron por nuestro país hace poco más de un mes fue cuando me puse en serio con ellos y os prometo que no he parado de escuchar su impresionante tercera obra una y otra vez sin descanso. Una, dos veces, incluso hasta semanas con tres o cuatro escuchas hacen de su recién publicado Get Your Right With Your Maker (2018) uno de los discos en los que más a gusto me encuentro entre sus surcos y en uno en los que más me apetece deborar hasta el último detalle. Estos ‘aussies’ son la rehostia, te hacen pasar un rato fabuloso, cachondo, por momentos sexy y en otros completamente colocado de placer setentero…
Conviértete en ‘Tormenta’ y presenta tus respetos en el ‘Palacio del Rey’…
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La banda formada por Tim Henwood (vocals, percussion), Leigh Maden (lead & rhythm guitars), Matthew Harrison (lead & additional guitars), Andrew Gilpin (bass), Sean Johnston (keyboards) y Travis Dragani (drums) han nacido para el rock’n’roll, de eso podéis estar seguros, ¡lo llevan en la sangre! y eso se nota con unas canciones rebosantes de feelin’ setentero y Vintage a medio camino entre Deep Purple, Allman Bros., AC/DC y Bad Company como referentes clásicos a los que yo añadiría su clarísimo ramalazo Crowes, The Four Horsemen y Rival Sons con toneladas de arrojo soulero y cuelgue psicodélico que empasta muy bien con densidades áridas. Formados en 2013, su carrera consta de tres álbumes hasta la fecha, White Bird/Burn The Sky (2015), Vallis Marineris (2016) y el recién sacado del horno Get Right With Your Maker del que me estoy mordiendo la lengua para no haceros la reseña ya!. Temazos como el inicial «I Am The Storm» con ese deje sureño tan hermanos Robinson y sus excelentes desarrollos lisérgicos, el ‘acedeciano’ y festivo «It’s Been A Long Time Coming» que debería de convertirse en el himno indiscutible de este disco, soul funk socarrón a toneladas en «Sold Me Down The River», el explosivo boogie de «A Dog With A Bone» o los aromas souleros y southern de «Said The Spider To The Bird» con los ‘cuervos negros’ en mente. A estas alturas te das cuenta de la categoría de esta banda con esos vocales nasales y agudos de un grandioso Tim Henwood, esos punteos liśergicos y hard de las guitarras, una base rítmica con un ‘groove’ que tira pa’trás y esos teclados puestos exactamente donde tienen que estar.
La cara ‘B’ incide en la psicodelia y mete desierto sin rubor alguno comenzando con la pesada instrumentación de «Move Through The Fire» al que le sigue otro temazo cachondo como él sólo con «The Serpent» que te hará cabezear hasta morir. Vamos con otro de los ‘highlights’ del disco, y ese no es otro que «Horizon», ¡vaya tela!, increíble canción llena de feelin’, de un musculoso riff setentero y con un estribillo absolutamente incendiario. «Fly Like An Evil» tiene oscuridad ‘stoner’ pero también mucha fiesta en su adictivo estribillo, hasta por momentos parece que estamos inmersos en el debut de Marilyn Manson gracias a ese riffaco tétrico. El disco se finiquita con otro picante caramelo de la mano de «Back On My Feet Again» lleno de fuerza e intensidad setentera, llena de macarrismo ‘aussie’ y muy buenos desarrollos hard, stoner y psicodelia. Cierre de auténtico sobresaliente, lo que yo os diga.
Os dejo con el expresionismo del Nosferatu y…’el pelotazo’!…
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