El «Tío Pepe Festival» está consolidándose como uno de los eventos veraniegos más interesantes del panorama patrio, pues a su cartel y concepto se le suma el hecho probable de que disponga del recinto con más encanto para estas celebraciones en España. Las bodegas González Byass son uno de esos lugares de gran belleza, peso de la historia y un alto grado de sofisticación, que hacen de la experiencia un cúmulo de sensaciones.
Una hora antes, y en un ambiente distendido, los organizadores disponen de un anexo donde picar algo y beber mientras una banda ameniza la espera para avisar al poco tiempo por megafonía, que queda media hora para pasar al hermoso Patio de la Tonelería, donde se desarrollan los conciertos variando de disposición según el artista que interpreta esa noche.
En el caso de Roger Hogdson, todas las localidades eran sentadas, por lo que el aforo era cercano a las dos mil personas. Un escenario de considerable tamaño combinaba con un acertado juego de luces culminado por unas vides (que para algo estamos en territorio vinícola) a modo de un falso telón. A lo que hay que sumar un buen sonido y una visión plena desde casi cualquier punto del Patio de la Tonelería.
Así que pasadas las 21.30, una locución nos presentaba a Hogdson como vértebra de tres generaciones, y el público se rendía a él con un caluroso aplauso. El ex vocalista de Supertramp aparecía vestido con chaqueta y pantalón blanco, acompañado de una banda de cinco componentes, con tres sintetizadores, donde el protagonista se reservaba el Wurlizer, además de un piano de cola y tres guitarras, dejando para el resto los otros dos sintetizadores, la parte de viento con armónica, fagot y saxo y la base rítmica de bajo y batería.
Fotografías de Miguel Ángel Castaño
Comenzaba fuerte a ritmo de «Take the long way home», del inolvidable «Breakfast in America» que dejaba paso al «School», del «Crime of the century», la otra obra maestra de Supertramp (con permiso del «Even in the quietets moments»).
Tras el intenso comienzo, llegaba «In jeopardy», una de las mejores contribuciones de Roger Hogdson en solitario, subiendo el «climax» con la inolvidable «Breakfast in America» que elevaba al respetable a otra época (no necesariamente peor) para relajar después el ambiente con «Sister moonshine», único tema del «Crisis? What Crisis?». Hubo felicitación a un miembro de su club de fans en España, «Hide in your shell», del «Crime of the century», donde hubo un problema de sonido solventado en segundos. Seguidamente «Along came Mary» fue otro «pildorazo» de su carrera sin Rick Davies.
Tras el intimismo, volvía el éxtasis con «The logical song» y otro corte del «Breakfast in America» como «Lords is it mine». Con el público ya «en efervescencia» se agradecía la pieza propia «Death and a zoo», de corte exótico y sonidos de animales. La preciosa «Even in the quietets moments» fue la última que interpretó de sus discos sin el grupo que le convirtió en leyenda. «Had a dream (sleeping with the enemy)», con reminiscencias californianas y un estribillo que recuerda vagamente a los Beach Boys, fue el siguiente paso para finalizar con «Child of vision» del «Breakfast in America» y la maravillosa «Dreamer» del «Crime of the century».
Se despidieron durante unos minutos para volver a las «tablas» con unos bises sensacionales que se iniciaban con los más de diez minutos de esa joya del progresivo como es «Fool´s overture» del «Even in the quietets moments», con ese inicio de Hogdson al piano que resultó difícil de olvidar, al que se unió otro clásico del mismo álbum como «Give a little bit». Como colofón, la muestra del «…famous last words…» con «It´s raining again» dejó como balance que pudimos asistir a uno de esos directos que recordaremos en años venideros, pues contemplan ya 68 inviernos a Roger Hogdson. Un músico atemporal del pop-rock progresivo al que vimos en un marco incomparable como es un sitio tan bonito, bien organizado y cómodo. La bodega de Jerez de la Frontera. Un diez para los responsables.
Os dejamos el reportaje fotográfico de Carlos Tizón
Gracias por el gran reportaje de Rodger Hodgson y su banda soy un gran admirador de un maestro que con su voz incomparable nos sigue deleitando a quienes nos gusta este genero
Gracias a ti Eddy por tu comentario y tus palabras. Hablar de Roger Hodgson es hablar de una LEYENDA, así en mayúsculas. Un saludo.