Ray Davies, el dueño y señor de los Kinks, regresa a la escena con no se si llamarla segunda parte , continuación o segunda etapa de su periplo por la experiencias y sonidos de los USA con el sostén , una vez más, de Bill Shanley y el grupo Jayhawks . todo bajo el título de Our Country. Americana Act II .
Sin duda esta vuelta a tal febril actividad debe ser saludada con el afecto que bien merece. He de reconocer que la primera parte, en contra de lo mucho leído sobre la misma, no me había parecido cosa sublime, sino que gozaba sólo una clasificación de notable con momentos excelsos por lo que tampoco esperaba mucho más de esta continuación, ya que normalmente ya se sabe que segundas partes no son buenas algo que se confirmó pues este segundo acto de la americana dispone de demasiadas aristas que perjudican su contenido.
Nada que objetar a las decisiones del artista de incluir fragmentos recitados, pero seamos sinceros afean el producto final ( porqué no en un libreto ) dando un aire cansino al comienzo de un buen montón de temas ( odio ese formato de cuentacuentos ). Por otra parte ya se sabe que es un disco tendente a los sonidos americanos, pero a diferencia del primero de los sets en esta ocasión hay demasiadas reproducciones de sonidos añejos demasiado tópicas y con una producción cuestionable que nada aportan ni en absoluto cautivan, así el swing de «A Street Called Hope» suena a rutinario, «Back in The Day», con similar sonido 50’s es un pastiche poco agraciado , «The Empty Room» con sonido Nueva Orleans es una más de los 10.000 mil millones de imitaciones de ese sonido y el soul de «March of the Zombies» es correctito sin más. Las recuperación del «Oklahoma USA» del Muswell es carente de frescura que sólo sirve para añorar la original, si bien en contraposición el otro rescate The Getaway del Other People Live’s con su hincapie en fornidas guitarras si es acorde a su leyenda y a la banda que le acompaña en este disco.
En el haber positivo que también lo hay , «We will Get There» una preciosidad folk rock;» Bring Up My Baby» transita cual nana country ;» Calling Home» y sus armonías vocales, «Lousianna Sky» , su registro más conseguido de lp en su afán de reproducir los sonidos del Mississippi ; T»he Big Weird» y su funk soul ardososo y ese «Muswell Kills» su retorno alegre a los Kinks años 70, como más destacadas.
Inferior a mi gusto a su predecesor por previsible y la existencia de meritados problemas que a mi juicio presenta, pero con todavía con cierta magia en su cuerpo como para comprender porqué es uno de los más grandes autores de obras de arte musicalizadas, si bien podía volver a su país y ofrecernos un paseo por el mismo que creo iba a ser más inspirador
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