Los amigos de SLAVES TO ROCK nos envían la crónica de IRON MAIDEN en Madrid.

Después de haber disfrutado de la descarga de la Doncella en el Firenze Rocks, no podíamos perdernos la fecha que más cerca nos quedaba, así que nos embarcamos para Madrid, única fecha en nuestro país, en el estadio del Atlético de Madrid, el recién estrenado Wanda Metropolitano, un estadio espectacular y bien comunicado, esperando poder colocarnos más cerca de la acción para ver a IRON MAIDEN en todo su esplendor.

Con una entrada cercana al sold out, mas de 50000 almas según la organización, se acompañaron de SABATON y GOJIRA, encargados de caldear la ya de por si elevada temperatura del recinto. Debido a una pésima organización en la entrada, con una cola kilométrica para acceder a la pista, nos perdimos unos cinco temas de SABATON, una pena ya que dejaron claro su calidad y que van subiendo puestos poco a poco en este océano lleno de tiburones.

Si pudimos constatar la magnífica acústica del recinto, al menos desde nuestra posición, que no es habitual en estadios de fútbol, ya que no están pensados para ello. SABATON fueron los encargados de abrir lo que prometía ser una gran noche y los suecos, como suele ser habitual, no defraudaron. Ghost División  fue el primer tema y a partir de aquí, la banda liderada por Joakim Broden y Pär Sundström aprovechó el poco tiempo que dispuso para ofrecernos un setlist con la mayoría de sus éxitos. Swedish Pagans, Carolus Rex  y Night Witches  sonaron contundentes y la gente las disfrutó esperando la parte final donde SABATON dejó para el final sus temas más emblemáticos, Primo Victoria, Shiroyama  y como remate To Hell and Back. Una gran actuación demasiado corta para una banda con un futuro muy prometedor.

GOJIRA, la banda francesa de los hermanos Duplantier,  vinieron al Wanda dispuestos a descargar lo mejor de su repertorio. Su actuación fue muy bien recibida por el público y todos los temas sonaron muy compactos demostrando la calidad de los de Bayona. L’ Enfant Savage, Flying Whales , Silvera  o la última de la noche Vacuity  entre otras, hicieron que los allí presentes disfrutaran a lo grande mientras se preparaban para el plato fuerte de la noche.

Alrededor de las nueve de la noche, empieza a sonar el ya clásico Doctor, Doctor de UFO, que nos avisa que The Legacy of the Beast va a empezar, y al ver asomarse el hinchable del spitfire por detrás de la casi oculta batería de Nicko, el estadio ruge con ganas.

No hay sorpresas en el listado de temas, la teatralidad de esta gira impone un orden estricto para que los golpes de efecto cumplan su cometido. Como anuncia Bruce en su primer speech con el público, empiezan con un bloque dedicado a la guerra y a la lucha por la libertad, compuesto por  Aces High, Where Eagles Dare, 2 Minutes To Midnight, The Clansman y The Trooper.

A continuación aparece la catedral para dedicar el siguiente bloque a la fe, Revelations, For The Greater Good Of God, The Wicker Man, Sign Of The Cross y Flight Of Icarus, con Bruce armado con lanzallamas y la figura gigante de Ícaro, al estilo de la portada del single del mismo nombre.

Momento para los clásicos, por si no habíamos tenido suficientes (¿cuándo lo son?) Fear Of The Dark, The Number Of The Beast y Iron Maiden, da paso al único bis de la noche, The Evil That Men Do, la recuperada  para alegría de todos Hallowed Be Thy Name, tras las acusaciones de plagio y la cabalgada final Run To The Hills, con la banda al completo sonrientes y agradecidos con el publico por su respuesta y agradecidos todos por su dedicación,  la batería sonó con mucho empaque, Dave haciendo que lo difícil parezca fácil, Adrian con su sobriedad y buen gusto de siempre, Janick, al que se le ha dado más tiempo de solos, haciendo piruetas, el envidiable estado vocal de Bruce y qué decir del jefe, Steve marcó el ritmo sin descanso y disparó su bajo constantemente al respetable.

Hay un momento de incertidumbre, ya que las luces no se encienden y pasan unos segundos interminables, en los que se llego a escuchar “¿te imaginas que hoy tocan una más?” pero no tuvimos esa suerte, al ritmo de Always Look On The Bright Side Of Life de MONTY PYTHON, nos despedimos del estadio, esperando que vuelvan el año que viene con la segunda vuelta de esta espectacular gira.

TEXTO: Metalmaniac y Ziltoid.

FOTOS: Metalmaniac

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1 Comentario

  1. Miguel Ángel

    Buenos días,
    Creo que sería bueno que en el artículo se volcase alguna de la múltiples valoraciones que pueden encontrarse por la red sobre la acústica en general. Puede que en la zona de pista se escuchase bien, pero lo de las gradas fu inaceptable de todo punto, máxime teniendo en cuenta el precio del evento. No puede quedar una valoración de buena acústica en pista como único comentario sobre el sonido. Gracias

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