Miedo, desconfianza, pánico. Eso me acusó ver el regreso con un nuevo disco de LAMONT DOZIER , uno de los titanes de la música moderna y más concretamente de la música negra en particular. El hombre del triunvirato Holland-Dozier-Holland, compositores de una de las colecciones de canciones más gloriosas jamás creadas por seres humanos , regresa en el 2018 con REIMAGINATION, que no es más que retomar un puñado de las canciones más manidas, escuchadas e interpretadas de su autor .
Temor, pavor y más desconfianza. Al final uno vence el prejuicio a que ese Reimagination sea una de esas acostumbradas tomaduras de pelo que los artistas nos suelen lanzar en la senectud con el fin de mantener su cuenta corriente, hacerse un par de tours vintage o encontrarse en plena demencia senil por lo que se creen tener años mozos, y mira por dónde uno se encuentra con la mayúscula sorpresa de que el trabajo es irreprochable y magnifico.
Cuesta trabajo pensar que un lp formado por buena parte de las canciones más reproducidas de la historia de la música tenga algo que aportar de interés pues, aunque parezca imposible Lamont Dozier ha conseguido que esta resurrección sea una maravilla . ¿Cómo lo ha conseguido ? Primero, porqué los temas sobre los que se basa son verdaderas joyas y eso facilita mucho; en segundo lugar ha acentuado la vertiente lírica de los mismos sobre la rítmica lo cual los distancia de las primigenias versiones y, en tercer lugar los ha desnudado a base de dar prioridad a su voz en primer plano como a primar al piano y a las guitarras acústicas . Resultado esos temas en su mayor parte pertenecientes a la Motown adquieren una dimensión muy especial
El disco se abre con un Medley dedicado a las Supremes de Diana Ross con el tandem formado por Where Did Our Love Go ?/Stop In The Name Pf Love/Baby love, con la ayuda vocal del ex Hollies y CSNY, Graham Nash que se convierten en 7 minutos de épico orgasmo baladistico . Sólo esta apertura vale lo que todos los lps de Rufus Wainghright y su excesos vocales . Gregory Porter es el invitado en la interpretación del «How Sweet it Is ( To be Loved By You )», que tiene un desarrollo en forma de vocal jazz con solo un mero acompañamiento de un piano lleno de swing . La extraordinaria cantante de blues Jo Harman con su voz a contrapunto con la de Dozier convierten tanto el «Reach Out ( I’ll Be There )» de los Four Tops ( aquí en sobrehumana conversión al gospel ) como en el medley de Martha Reeves formado por «Heatwave» ( en una versión a lo jazz noir ) y «Nowhere To Run «( adaptado como si una Brass Band se tratase ) en dos interpretaciones sensacionales y mágicas. Cliff Richard colabora en ese «This Old Heart Of Mine» de forma absolutamente arrebatadora sin esos manierismos vocales que suele utilizar sino al contrario con voz desgarrada para una versión al piano con un interludio utilizando el «My Whole is Empty Without You», devastadora para cualquier alma con sentimiento. Una verdadera joya que Brian Wilson tendrá muy en cuenta.
Dos sorpresas a continuación una recreación bellisima al piano de una oculta joya de las Vandellas , «In My Lonely Room», ( pura poesía ) con Todd Rundgren a la guitarra y un «Take Me In Your Arms» de Kim Weston con guitarra acústica al más puro folk soul Bill Whiters o Terry Callier que provoca que uno debe recuperar el primero de Kiwanuka. Más acústicos a la guitarra , el «Baby I Need Your Lovin» de los Four Tops en tal vez la más original de las versiones dedicadas a este tema con los vocales de Lee Ann Womack como guinda y el «Bernadette/ Standing In The Shadows Of Love» también de los Four Tops . Esa maravilla de las Supremes que es «Reflections» es reconvertida en un maravilla folk pop de la mano del ex Del Amitri Justin Currie, mientras que Marc Cohn colabora a ritmo de folk rock cual Doobie Brothers en una atractiva recreación del «Take Me In Your Arms» para terminar con la sentida , sensual y elegante interpretación del «You Keep Me Hanging On» con la cantante Rumer
Son los temas del todo conocidos, son canciones eternas, son temas de siempre .Podía ser un mero autotributo a su ego , podía ser un mero divertimento, pero no Lamont ha comprendido que su legado es enorme y lo ha tomado para engrandecerlo por ello tiene sentido esta reimaginación
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