Continuando el viaje en el tiempo a los 80’s, he pensado en unas Criaturas y en una banda que está anclada con gusto y pleno convencimiento también en aquella década y de la que ya os hice una avanzadilla sorpresa en el TOP 2017 de Criaturas Salvajes. No será de AOR de lo que hablemos hoy pero sí de Heavy Metal, de NWOBHM y de ‘Trash’ que también pegaron muy mucho a principios de aquella década y que generaron histerias colectivas en festivales multitudinarios con carreras que hoy están más que consagradas. Pues bien, la banda en cuestión son los suecos de Gotemburgo, Night Viper, y las Criaturas a punto de licenciarse en ‘CxS’, Sofie lee y Jonna. Pon a punto tu ‘Condensador de Fluzo’ y aprieta el acelerador porque vienen curvas espacio-temporales!!!…
La ciudad Gotemburgo lleva ya años siendo cuna del mejor producto Vintage Rock sueco con Graveyard, Witchcraft y Horisont como cabezas mas visibles. Precisamente el germen de Night Viper proviene del actual guitarra de Horisont, Tom Sutton, que ha formado parte de Church Of Misery y ha sido técnico de sonido de Pentagram entre multiples colaboraciones. Su concepto para este proyecto, gestado entre 2014/15, estaba más que claro, esta banda iba mostrar toda la rabia y el empuje del heavy metal clásico (N.W.O.B.H.M.), con la urgencia del ‘power metal’ y la suciedad asesina del ‘trash metal’ contratando para ello a bestias pardas de la escena como la desgarradora frontwoman oriental Sofie Lee y cuatro ‘torres’ de músicos como Emil (guitar), Ruben (bass) y la brutal Jonna (drums). Ya tenemos a nuestras dos Criaturas Salvajes coronadas como tal.
Cuando empecé con la primera escucha de su disco debut, Night Viper (2015), ¡me quedé a cuadros joder!, ¡era más bueno de lo que me esperaba!. Ya había escuchado dos adelantos en «El Behringer…» y me gustaron mucho pero la escucha de todo el álbum fue encabronadamente excitante. En primera instancia tuve la impresión, escuchando a la frontwoman de ojos rasgados, que la otra Sophie, la de los Spiders, se había pasado al Heavy Metal pues sus timbres vocales y la garra de sus gargantas eran ciertamente parecidas por su garra y poderío vocal al servicio de la potencia sónica y los intensos riffs, pero se olvida pronto, los Night Viper vienen de otro palo más extremo y completamente entregado a la religión del Metal, pero de ese Metal ‘Old School’ de finales de los 70’s y el primer lustro de los 80’s en temas como el inicial «Night Viper» o sobre todo dos de mis favoritas, «Run For Cover» y «Wolverine». Los grandes de aquella época se intuían, se palpaba el pestuzo sucio a Motörhead, a los primeros Iron Maiden y Judas,¿ Mercyful Fate quizás?, pero la sensación que tuve en aquellas primeras escuchas, y que sigo teniendo con su reciente segundo disco, editado a finales del pasado año, es estar entre los surcos de…¡¡¡Kill’Em All!!!, porque esto suena crudo, embrutecido y punkarra, se nota la pasión que esta banda profesa por los dos primeros discos de Metallica a pesar de que no son, ni mucho menos, su influencia principal y definitiva.
Exterminator (2017), es el disco de confirmación definitiva de Sofie, Tom & Cia, ¡no tengo ninguna duda al respecto!, musicalmente es arrollador, con riffacos increíbles, con unos ataques a la sexta cuerda fantabulosos, una base rítmica intratable y pétrea, en definitiva, con una colección de canciones tremebunda y muy, muy ‘killer’. Sofie sigue cantando con una garra tremenda, no es tan sucia como en el debut pues no deja lugar a demasiados berridos rabiosos rebajando su ramalazo punk pero la actitud y la furia atacando los temas continúa siendo la misma. En cuanto a Jonna, como siempre implacable, quizás algo más lineal ritmicamente con respecto al debut en donde desmuestra un poco más de variedad baqueteadora pero la tía aporrea como si le fuese la vida en ello, te lo aseguro!. Tom Sutton y los demás están intratables pero, claro, aquí venimos a hablar de nuestras ‘chicas’. Con temas como «Exterminator» o «Summon The Dead», perdón por la expresión, ‘te van a llover hostias por todos los lados’ con ese Trash Metal tan crudo y asesino, se huele a Mercyful Fate en «Never Win» o «Lady Bad Luck», a los Judas del ’78-’83 en «On The Run», lo flipo con un pepinazo rebosante de clase metálica y actitud destroyer como «Ashes». Y aquí paro, ningún tema de relleno, ningún momento para el respiro, ninguna sensación de recreación de una época sin gracia ni personalidad, ninguna intención de abandonar este disco en mucho tiempo. Toca ‘headbanguear’ a saco con la ‘BOLA EXTRA’, rómpete el cuello y explosiona tus tímpanos porque no hay dolor, vas a tener un placer más que inmenso. ¡Que vivan los 80’s ‘trashers’!…
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