El talento está cerca de casa por mucho que se empeñen algunos en buscar más allá, idealizando propuestas que al final, igual no son para tanto. Gorka Alegre es un clásico de nuestra escena hard rockera, Ñu o Barón Rojo han contado con sus servicios por ejemplo, claro ejemplo de lucha y constancia en un mundo tan complicado como el del hard rock en este país. Zhenx es su nuevo proyecto, para el que ha contando con una banda en la que no se ha parado a mirar pasaportes, solo la calidad. En la batería,Kelly Pascual, en las guitarras Rafa Barreda y Tolo Grimalt y Giovanni Tradardi a los teclados, junto a la voz del tristemente desaparecido y añorado David A Saylor, inmenso vocalista de Push, cuyo fallecimiento nos dejó a todos los que adoramos el hard melódico en estado de shock. Además Gorka no ha dudado en buscar colaboraciones del nivel de David Reece (Accept,Bonfire), Torben Enevoldsen (Fate), Bill Leverty (Firehouse) y Herman Rarebell, que no creo que necesite presentación, más la producción de Carlos Creator. Así que ya os podeís imaginar el resultado de este disco, hard rock melódico de ese que no puedes dejar de escuchar.
Abre el disco «Action», el bajo de Gorka en primer plano, teclados inmensos, Saylor mostrándonos lo que le vamos a echar de menos… «Break away» es muy rockera, escucha esas guitarras a los hermanos Young, coros, estrofa memorable, ufff… Hablando de teclados, los de «Evergrey» suenan a gloria, puro a.o.r., Saylor enorme (como me gusta la voz de David, si lo confieso), melodía de primera, todo en orden y un estribillo fenomenal. Con «Dog destiny» saltan a la palestra Reece y Enevoldsen, muy hard rockera, ritmica. «Distant memories» es un baladón de siete minutos, con momentos progresivos, la guitarra de Leverty y la batería de Rarebell permitanme que insista, David como foco central con su voz. De nuevo los teclados nos elevan a otra dimensión, esta vez en «Jumping off the skyline» pero es que las guitarras no se quedan atrás, hard rock energético y melódico, ¡que maravilla!.
«Injection» es otra pedazo de canción, rollo prog sin pasarse, unos teclados inmensos, en fin, como todo el disco, una maravilla. «On my way» hard rock directo, incluso ese comienzo suena a Guns n Roses, si, escuchad la batería, pero es solo un momento, luego hard a saco. Nos vamos, pero antes la melódica «Turn down the light» te pone los dientes largos. ¡Discazo!, si, así, sin más. Que lastima que David A. Saylor emprendiese su viaje tan pronto, puta parca que nos ha dejado sin un vocalista enorme, pero nos quedan sus discos. Me lo pongo otra vez, en bucle.
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