Un historia bien sencilla y repetida en múltiples ocasiones : Jovencita, o no, de pasado trágico y totalmente desconocida, que tras ser escuchada en un garito por observador sagaz, se planta en un estudio de grabación deprisa y corriendo, y graba uno de esos artefactos llenos de crudeza y sin ningún tipo de lujos que causan sensación.
La artista es BETTE SMITH quien desde su Brooklyn, se ve trasladada por el sagaz JIMBO MATHUS hasta Mississipi para grabar JETLAGGER , uno de los grandes discos del año 2017.
Conociendo la carrera de Jimbo Mathus, podrán imaginarse que no se ha andado con medias tintas: brutales destellos de crudeza guitarrera, blues abrasivo y soul ardiente al servicio de la voz de BETTE SMITH, rasgada y potente como si de la enorme Betty Davis se tratase. No cabe duda que con temas como la excelsa y salvaje versión del I Found Love de los Lone Justice, el soul del single Manchild, la explosión funk de la versión de Isaac Hayes del Do Your Thing, el excelso rock and soul de Jetlagger; la ardorosa Flying Sweet of Joy, cuando una persona arropa a su hermano enfermo hasta su muerte cantándole canciones de Bill Whiters, dispone de un aura sobrenatural y eso es algo que se puede comprobar en el alma que subyace en todo este trabajo debut, que a buen seguro se va a convertirse en una necesidad, para todo aquél que desee embriagarse de soul con enormes sumas de rock.
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