Desde que hace más de tres años anunciaron su gira de despedida, los teutones Scorpions han realizado un par de ellas más, la del pasado año que les llevó, por ejemplo, al Festival de la Guitarra de Córdoba y la de este presente ejercicio que les ha traído a otro lugar de calor extremo estival como es Mérida.

Apenas un par de diferencias entre la anterior «Return to forever tour» y éste «Crazy world tour«. Mismo escenario a dos alturas con enorme pantalla trasera, flanqueada por dos laterales y una más pequeña en el interior de la caja y un set list similar pero donde echamos en falta «No one like you» que sí fue interpretada el año pasado, sustituida por una versión del «Overkill» de Mötorhead, como homenaje a Lemmy, ya que Mickey Dee, es el actual batería de los de Hannover como durante tantos años fue de los británicos. Y ese fue el único «lunar» pues el bajo de Pawel Maciwoda no sonó tan potente como el de Mr. Kilmister. Pero eso fue tras el solo de batería de Mickey Dee, bien avanzada la hora y tres cuartos de duración del concierto, pues comenzaron con uno de sus nuevos temas «Going out with a bang«, que calentó el ambiente para dos clásicos del «Animal magnetism» como «Make it real» y «The zoo» y el «Bad boys running wild«. Instrumental fabuloso el del «Coast to coast«, con el primer momento de lucimiento de sus dos guitarras, aunque acabasen los cuatro (Klaus Meine se unía con una tercera guitarra) en el centro de la pasarela. Tras el «medley» setentero encadenando «Top of the bill», «Steam rock forever», «Speedy´s coming» y «Catch your train«, llegaba el solo de Mathias Jabs rememorando al Uli Jon Roth de esa primera época.

En las pantallas se proyectaban desde imágenes icónicas de la banda, preciosos paisajes o el grupo envuelto bajo la bandera de España, un guiño que gustó mucho a las más de diez mil personas que se citaron ese 14 de julio en el Albergue Municipal «El Prado» y que daba el pistoletazo de salida al Stone and Music Festival, que durante el verano traerá a la ciudad extremeña todo tipo de géneros musicales y que como sean organizados como el del directo de los alemanes, les auguramos el mayor de los parabienes, pues da gusto ver las cosas bien hechas y consiguieron que todos los asistentes pudiesen disfrutar del concierto. Volviendo a materia, siguieron con «We built this house» (en nuestra opinión el mejor corte del nuevo disco) y «Delicate dance» donde se notó un pequeño bajón, que se subsanó pronto con el quinteto en el centro de la pasarela, donde destacaba Mickey Dee con una caja y la divertida Flying V, característica de Rudolf Schenker, acústica con su diseño en flecha para acometer el momento balada y tras la preciosa «Always somewhere«, enlazaban la nueva «Eye of the storm» (aquí echamos de menos el sustituir a «Holiday) y «Send me an angel«. Con el respetable entregado llegaba uno de los momentos álgidos de la noche con ese canto a la paz que es «Wind of change» que dejó paso a «Rock and roll band» y «Can´t get enough», con el antes referido «cover» y solo de batería, dejando paso a la «traca final» con «Blackout», «Big city nights», «Still loving you» y «Rock you like a hurricane», dejando claro que a pesar de la avanzada edad de algunos componentes siguen siendo un seguro en directo. Un pedazo de historia.

Antes de los de Hannover, los locales Bucéfalo, combo local que abrieron la calurosa tarde con sus canciones propias y alguna versión como el «Rocinante» de Asfalto y Medina Azahara con sus enormes temas propios o ajenos como «Necesito respirar«, «Todo tiene su fin«, «Córdoba» o ese homenaje a Triana con «El lago» o «Abre la puerta», se encargaron de prepararnos de forma adecuada a todos los presentes.

by: Jose Luis Diez

by: Jose Luis Diez

Cinéfilo y cinéfago, lector voraz, amante del rock y la ópera y ensayista y documentalista con escaso éxito que intenta exorcizar sus demonios interiores en su blog personal el curioso observador

2 Comentarios

  1. paco

    Yo estuve en este concierto, y si bien estuvieron a un buen nivel, he de decir que les faltó algo de chispa, algo de feeling en el escenario entre los componentes, me da la impresión que la relación de los tres principales componentes no es muy buena, pero bien, es sólo una impresión.
    Mathias no tuvo su mejor noche, estuve en primera fila todo el concierto y las tuvo tiesas con los técnicos de monitorización, al parecer la música en sus auriculares era demasiado alta y no paró de quejarse, no se le vio nada contento, al final del concierto se arrancó los cables del monitor y estos y la petaca volaron por los aires, la cerveza que tenía en la mano corrió la misma suerte, por poco nos cae encima.
    En resumen, buena actuación pero echo en falta el feeling que les he visto en conciertos anteriores.
    Además me llevé una pua de mathias, qué mas puedo pedir…

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    • José Luis Díez

      Muchas gracias por tu comentario, Paco. Una pua de Mathias Jabs siempre es un gran recuerdo de una actuación de unos clásicos como Scorpions.

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