Seleccionado en la sección oficial del Festival de Cannes, éste largometraje titulado “El sueño de Gabrielle” no hubiese conseguido semejante reconocimiento de no poseer nacionalidad gala y estar protagonizado por una estrella como Marion Cotillard, pues no nos engañemos ya que estar en la terna por un galardón del prestigio de la Palma de Oro, es un acicate y un marchamo de prestigio e igual que sucede en San Sebastián con las producciones españolas en Cannes muchos productos que no están a la altura acaban compitiendo por un premio que les queda lejos. Y en eso los franceses suelen ser bastantes “chauvinistas”.

“El sueño de Gabrielle” es un melodrama basado en una novela  de la novelista italiana Milena Agus que fue superventas en Francia. Uno de esos dramas con sorpresa que tanto abundan en nuestras librerías y que por desgracia, o por suerte, no suelo leer. Uno de esos múltiples productos de “usar y tirar”, que no marcarán la historia de la literatura pero que tienen múltiples seguidores. Esta versión cinematográfica imagino que intentará trasladar a imágenes  el “negro sobre blanco” de “Mal de piedras” (título original tanto en su versión literaria como del filme) pero confío en que el libro por lo menos sea entretenido, porque de lo contrario no entendería las enormes ventas, pues esta adaptación es plúmbea, aburrida hasta la saciedad y sus dos horas acaban siendo un suplicio para el espectador. Algo que resulta inadmisible en una película, por muy bien ambientada en los años cincuenta que esté o que Marion Cotillard esté excelsa, llevando ella sola todo el peso del metraje.

Buena parte de culpa del desaguisado es de su realizadora Nicole Garcia, de la que vi en su día la mediocre “Place Vendome”, donde solo destacaba su actriz protagonista, en ese caso Catherine Deneuve. El error de Garcia es doble, primero como guionista junto a Jacques Fieschi, guionista que tuvo cierta repercusión en los noventa por los “libretos” de dos maravillas de Claude Sautet como “Un corazón en invierno” y “Nelly y el Sr. Arnaud” y el gran apoyo que brindó a Cyrill Collard en “Las noches salvajes”, único film del realizador francés antes de morir de SIDA en una de las mejores cintas de contenido gay que he visto nunca, o por lo menos de las más sinceras (ahora que se conmemora el “día del orgullo”). Parece mentira que alguien así escriba una historia tan lineal, sosa y con tan poco argumento, cuyo empeño parece ser llegar como sea a la sorpresa final, aunque el culpable máximo sea su directora Nicole Garcia que se limita a una dirección académica, discursiva en grado sumo y que se limita a intentar reflejar el estado nervioso de su protagonista, aunque lo que vemos es a “una loca” que manifiesta su trastorno. No hay más. Por lo menos en “El lado bueno de las cosas” de David O. Russell  permitían que los personajes evolucionasen (aunque no sea de mi agrado el resultado final), teniendo ciertos puntos en común, ya que lo que aquí se cuenta es la vida de una mujer que en el día más importante de su hijo, abandona todo al ver donde vive un antiguo amor y empieza a rememorar un “flashback” donde vemos su inestable mente, hija de unos terratenientes que le casan con un capataz español, encargado de dirigir al resto de compatriotas que llegan a la campiña francesa en busca de trabajo y huyendo de la dictadura franquista. La joven empeora y acaba en un sanatorio donde conocerá a un apuesto oficial del ejército por el que perderá el poco juicio que le queda, al atenderle de su “mal de piedras”. Encima la señora no sale muy bien parada del triángulo amoroso, pues acaba siendo un ser egoísta, caprichoso y que se enamora sin más razones aparentes que la compañía que presta al soldado. Es todo discursivo pero no se explica nada del romance, solo vemos los efectos devastadores del “amor fou” y como pretende dejarlo todo por esa pasión desenfrenada, aunque lejos estamos de poder entender sus reacciones, cosa que no ocurría ni en Ibsen, con Nora o Hedda Gabler, en la Ana Karenina de Tolstoi o en la Emma Bovary de Flaubert, aunque estas eran obras maestras y “El sueño de Gabrielle” solo un estomagante ejemplo del peor cine francés. La nota viene, como dije antes, por la buena ambientación y la siempre acertada Marion Cotillard. El resto, mejor olvidarlo pronto.

EL SUEÑO DE GABRIELLE – Nicole Garcia

by: Jose Luis Diez

by: Jose Luis Diez

Cinéfilo y cinéfago, lector voraz, amante del rock y la ópera y ensayista y documentalista con escaso éxito que intenta exorcizar sus demonios interiores en su blog personal el curioso observador

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas entradas

Últimos comentarios

Te puede interesar

El pingüino

El pingüino

Parece que desde hace un tiempo está de moda realizar “spin off” de célebres villanos pero sin la necesidad de presentar al héroe principal, cosa que resulta algo raro. Y así podemos seguir las evoluciones de Venom sin Spiderman, del Joker sin Batman y ahora del...

Tulsa King (Temporada 2)

Tulsa King (Temporada 2)

En el desenlace de esta segunda temporada de “Tulsa King” suena el “Learning to fly” de Tom Petty and the Heartbreakers. Poco puede existir más americano que las inmortales composiciones del músico californiano. Algo que le viene genial a las temáticas utilizadas...

El asesino del juego de citas

El asesino del juego de citas

Parece claro que el morbo es algo que interesa al espectador actual por la cantidad de películas y series de televisión que giran en torno a asesinos en serie. En este caso, se nos presenta a Rodney Alcala, un brutal violador y homicida que no se tiene claro cuantas...

El método Knox

El método Knox

Hasta la fecha la única incursión en la dirección de Michael Keaton había sido en el 2008 con la mediocre “Caballero y asesino”. Esta “El método Knox” es bastante más interesante al contarnos un thriller sobre un asesino a sueldo que tiene que solucionar su vida y la...

Solo asesinatos en el edificio (temporada 4)

Solo asesinatos en el edificio (temporada 4)

Es sorprendente la capacidad que tiene la serie “Solo asesinatos en el edificio” para superar las limitaciones de su propuesta inicial pues que en el edificio Arkonia sigan existiendo muertes y no decaiga el humor es extremadamente complicado. Y eso que en la segunda...