Con otra portada subliminalmente cachonda (aunque no la más acertada de su discografía), los cachondísimos Steel Panther, se nos presentan, por fin, con su cuarto trabajo titulado Lower The Bar (2017). Que esté haciendo esta reseña en la madrugada de este sábado no creo que sea coincidencia, sencillamente porque los angelinos son la personificación perfecta del concepto ‘Saturday Night’, de la fiesta, del cachondeo y el buen rollo y, todo hay que reconocerlo, del sexo más explícito y guarrindongo. Steel Panther son a la noche del sábado lo que los Beach Boys son al verano, partes indisolubles, asociadas y relacionadas con un concepto, una época del año y, en el caso que nos ocupa, el momento más excesivo y desmadrado de la semana. Here We Go!!!.
Sé que ‘tengo lo que quieres’ honey, no tienes más que ‘catarlo’...
El primer zambombazo que me voló la cabeza fue el imprescindible Balls Out (2011), de inmediato me lancé a por su celebrado debut Feel The Steel (2009) y a partir de este momento me convertí en fan incondicional de Michael Starr, Satchel, Lexxi Foxx y Stix Zadinia. Ese ‘freak metal’ de sus inicios en Metal Shop, Metal Skool y Atomic Punk (bandas tributo) fue puliendo la personalidad de una banda que, si bien nunca se han apartado del componente irónico criticando los tics de las bandas de los 80’s, poco a poco desde 2009 se han ido ganando a aquellos que se pensaban que eran tan sólo la parodia de una época sin más. Hoy en día y para quien suscribe, los Steel Panther facturan canciones infinitamente mejores, más solventes y más epatadoras de lo que lo hacen sus ídolos y ¡ojo! estoy hablando de Jon Bon, Mötley Crüe, Aerosmith, Def Leppard, etc,…
Pasando ya a hablar de Lower The Bar, ya os digo de buenas a primeras que me gusta más que su anterior All You Can Eat (2014). Por alguna extraña razón en All... había temas que no me terminaban de acabar, sin embargo, en éste último todo vuelve a encajar como un guante tanto musical como letrísticamente. Para quien suscribe, intuyo una mirada más allá de los 80’s haciendo clarísimas incursiones en los 70’s, y no lo digo sólo por la curradísima cover del «She’s Tight» de Cheap Trick, no, lo digo también por un corte como «Walk Of Shame» que es purito Aerosmith y «Wasted Too Much Time» con esas guitarras dobladas ‘a la Thin Lizzy‘ o ese Vanhaleniano’ «Anything Goes». Por lo demás, todos los ingredientes continuan intactos y en perfecta forma, la fiesta ochentera de «Poontag Boomerang» y «I Got What You Want», las power-ballad guarrillas y descojonantes caso de «That’s When You Came In» y la tralla glam metal de la mano de «Pussy Ain’t Free» o «Wrong Side Of The Tracks». Me dejo para el final un tema que me ha sorprendido pues se sale un poco del estereotipo sonoro de Starr & Company pero que funciona perfectamente dentro del conjunto, ese no es otro que «Now The Fun Starts», oscurillo y noventero, aportando frescura y cierta evolución en la impoluta e intachable carrera de unos tipos que han venido a este mundo para darnos todo tipo de placeres, sobre todo en una noche como ésta…
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