Este libro es una consideración teórica de las maneras en que el neoliberalismo, una forma particular de razón que configura todos los aspectos de la existencia en términos económicos, está anulando silenciosamente elementos básicos de la democracia.
Hoy, cuando Francia se debate entre un liberal y una… persona con los idearios de Lepen. Hoy, cuando los EEUU, de la mano de Trump, están intentando rescatar políticas que parecían olvidadas. Hoy, cuando la Pérfida Albión se siente orgullosa de dar el paso del aislamiento más absoluto, puede ser un buen día para reflexionar sobre las advertencias que Wendy Brown nos hace del rumbo que ha tomado nuestra sociedad en temas económicos en su libro “El pueblo sin atributos”, otra de esas apuestas a las que nos tienen acostumbrados los de Malpaso.
Una apuesta por dar luz a la argumentación a lo largo de trescientas doce páginas de un libro que, sin duda no va a figurar en la mesita de noche de Alber Rivera, como tampoco de ningún miembro del gobierno de la nación. Más de trescientas páginas en las que Wendy, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de California, como si de un cirujano se tratase, bisturí en mano, se encarga de diseccionar, y de poner encima de la mesa, todas las miserias que se ocultan detrás de esa farsa que nos venden de que papá Estado no debe interferir en la economía y dejar que los mercados se regulen por si solos, para mostrarnos, con una argumentación de esas que ante ellas no puedes más que asentir con la cabeza, que es al revés, y que el neoliberalismo lo que hace es entrar hasta la médula la de la sociedad para que sean los actos del Estado los que pongan sus prioridades y todas sus mecanismos para dotar a la economía el status de modelo a seguir.
El capitalismo no sólo venció al comunismo: también está derrotando a la democracia. La razón neoliberal -hoy ubicua en los despachos gubernamentales y los centros de trabajo, en la educación y la cultura, en el hogar y en una amplia gama de actividades económicas- está configurando todos los aspectos de la existencia en términos económicos y transformando al ciudadano en un simple y explotado homo economicus. ¿Puede la democracia sobrevivir en esas condiciones? ¿Estamos todavía a tiempo para tirar del freno de emergencia antes de que el neoliberalismo lo arrase todo?.
El pueblo si atributos, a lo largo de sus trescientas páginas, es un apasionado trabajo donde filosofía, política y economía se mezclan de la mano de Wendy Brown para hacer una de las más acérrimas defensas que uno recuerda en los últimos tiempos de la democracia. Una acérrima defensa de unos valores que la sociedad de dotó para mantener un equilibrio social y, que ahora, varios decenios después, vuelve a estar en jaque, y está vez el enemigo no llega haciendo ruido con sus tanques y ejércitos, no, está vez se nos presenta de manera mucho más inteligente. Ahora sólo falta dar respuesta a la pregunta que Wendy nos formula al inicio:
¿Estamos aún a tiempo de echar el freno antes de que el neoliberalismo acabe con todo?
