Hace unos meses, Riverside publicaron este doble cedé y triple LP que es casi en su totalidad un recopilatorio, en clave electrónica, de temas que se habían editado como extras de sus dos discos anteriores.
Decimos que es «casi» un recopilatorio porque el disco contiene cuatro temas inéditos que no habían visto la luz bajo ningún formato.

El trabajo se puede considerar el epitafio de Piotr Grudzinski, guitarrista de la banda fallecido a principios de 2016. Y tal vez es por eso por lo que el grupo ha decidido publicar un redondo tan heterodoxo, incluso teniendo en cuenta la personalidad de Riverside, un combo de rock progresivo o metal progresivo que goza de su propio sonido, algo que no pueden decir muchos.

En realidad, este plástico no es un disco de rock ni mucho menos de metal, sino un trabajo de música ambient que puede dejar perplejos a sus seguidores pero que hará las delicias de los iniciados en sonidos electrónicos y más o menos espaciales. Hay que decir ya que los temas son casi enteramente instrumentales, lo que los hace aún más extraños al oído del fan medio de Riverside. Y otra característica que puede tirar para atrás a algunos es la larga duración del doble cedé.

¿Por qué han tirado Riverside por este camino? Cabe, también, preguntarse por qué un trabajo electrónico e instrumental en una época en que el metal progresivo y el rock neoprogresivo viven sus mejores momentos y les hubiera resultado más fácil ofrecer material en esas tendencias, porque ya han demostrado que saben hacerlo y muy bien. Tal vez querían ofrecer un homenaje a su guitarrista desaparecido de manera tan inesperada y trágica, porque está claro que en algunas partes de Eye of the soundscape la guitarra adopta un papel protagonista con unos solos íntimos, profundos y ensoñadores. Piotr era un instrumentista de alto nivel, eso está claro, pero en su faceta ambient se le descubren nuevos matices, nuevas habilidades.

Pero es de señalar que, sin ser nosotros unos entendidos en los catálogos electrónicos, Eye of the Soundscape se nos antoja como un excelente disco para acompañarlo de un buen libro; o simplemente como una música hecha para relajarse, que no es poco.

RIVERSIDE – Eye of the Soundscape

by: El Hombre de Arena

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