Allá por 2008 Trent Reznor decidió dar un necesario descanso a Nine inch nails. Tocaba buscar nuevos horizontes, sobre todo cuando la fórmula estaba dando evidentes signos de agotamiento. Durante un barbecho que duró 5 años, Trent Reznor se alió con Atticus Ross y juntos compusieron las excelentes bandas sonoras de tres películas de David Fincher: The social network (por la que ganaron un globo de oro y un Oscar, nada menos), Girl with the dragon tatoo y Lost girl. Además juntos colaboraron en el proyecto How to destroy angels, algo que empezó como un regalo de Reznor a su esposa, Mariqueen Maandig.
Sin embargo Reznor decidió volver a resucitar a Nine inch nails en 2013 con Hesitation Marks. Parecía como si NIN se hubiera domesticado, el sonido industrial típico del grupo estaba ahí pero había perdido pegada. Para esto, mejor no haber vuelto, la verdad. Posteriormente Reznor y Ross se concentraron en las bandas sonoras del documental Before the flood y el film Patriot’s day. En octubre de 2016 Reznor contestó a un twit de un fan que se quejaba que el año acabaría sin un disco nuevo de NIN. Reznor contestó que no estuviera tan seguro de ello. Y así fue, el 23 de diciembre se publicó el EP Not the actual events.
Not the actual events fue descrito por Reznor como un disco poco amistoso e impenetrable. Nada hacía suponer que esta vez la furia original de NIN estuviera de vuelta, pero así ha sido. Not the actual events es su mejor trabajo desde With teeth (2005). Puro rock industrial. Pura tormenta sónica llena de capas y más capas de infernales sonidos. Quizás la inclusión de Atticus Ross como miembro oficial de NIN haya sido el aliciente que Reznor necesitaba o simplemente los astros se han alineado. Sea como fuere, Reznor suena más inspirado y atormentado que nunca. Hay pasajes realmente caóticos que se alternan con exquisitas melodías que recuerdan a sus mejores trabajos. Ya desde el tema inicial Branches_Bones tenemos claro que la rabia ha vuelto. Una sensación que se confirma con trallazos descomunales como The idea of you o She’s gone away. Por otro lado, Dear world nos recuerda a la vertiente más techno de Reznor y podría perfectamente haberse incluido en el repertorio de How to destroy angels. La pesadilla acaba con la claustrofóbica Burning bright (Field on fire) que fue elegida como presentación. La sensación tras la escucha del EP es de un reconfortante aturdimiento, algo que uno ya no pensaba que iba a sentir con un trabajo de NIN.
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A todo ello ha contribuido sin duda el hecho de que Reznor ha sido siempre un genio en el estudio y aquí lo demuestra una vez más. Por algo es el responsable tras el cristal de joyas como el Antichrist Superstar de Marilyn Manson o el propio The Downward spiral. El sonido del disco es desgarrador cuando debe serlo y atmosférico cuando toca. Quizás estemos ante su trabajo más inspirado en cuanto a producción en mucho tiempo. Parece que Reznor le ha vuelto a coger el gusto al rock tras tanto tiempo realizando bandas sonoras. Este disco suena directo e inmediato, sin cortes que supongan una merma de calidad. Incluso valoro como algo positivo que se hayan decidido a lanzar este disco como un EP, mejor pocos temas que tener que aguantar minutos y minutos de relleno.
Not the actual events nos devuelve a NIN con los colmillos afilados y ganas de morder.
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