El contable es la típica película norteamericana que pide al espectador un gran esfuerzo para resultar creíble. Su trama es de lo más inverosímil, sin embargo, si pasas por alto este importante detalle, puede hacerte pasar un rato entretenido. A mí me pasó, el film me entretuvo a pesar de lo endeble de su propuesta y verle constantemente las intenciones. La verdad es que me resultó difícil de creer el personaje de Ben Affleck, una especie de autista que no sólo es un genio de los números sino también un letal asesino. Algo así como el personaje de Dustin Hoffman en Rainman pero criado por Rambo. Ya sabemos que los americanos son expertos en rizar el rizo. Uno no puede dejar de pensar que el mérito de que el film no naufrague completamente recae en la eficiente dirección de Gavin O’connor, responsable de otra película aparentemente insufrible que para mí sorpresa me dejó un estupendo sabor de boca, Warriors. O’Connor parece tener la facultad de entretener y hacernos olvidar premisas del todo inverosímiles. De hecho, una vez más estamos ante el típico film de acción con toques de drama de persona con problemas que supera todas las adversidades y encima es un genio en más de un aspecto. Para más inri tenemos a al típica figura paterna, militar de carrera nada menos, que forja a base de disciplina el carácter de sus hijos. Todo un drama repleto de efectivas escenas de acción que acaba en un supuesto giro argumental que vemos venir desde lejos y fracasa en su intento de sorprendernos. Una pena que el guión sea tan previsible, tras una más que aceptable presentación de personajes y un buen ritmo, el contable se desinfla rápidamente entre persecuciones, luchas cuerpo a cuerpo y tiroteos varios.
Tampoco juega a su favor la interpretación (por llamarlo de alguna manera) de un Ben Affleck tan inexpresivo como viene siendo habitual. Reconozco que este tipo me gusta mucho más cuando se pone detrás de la cámara. La verdad es que Affleck lo intenta pero no da el pego como persona con problemas. Me gustaron mucho más los secundarios, ahí están J.K. Simmons, John Lighgow o Anna Kendrick intentando dar coherencia a unos personajes que no hay por donde cogerlos. Sin ir más lejos, Anna Kendrick interpreta a la típica damisela desvalida metida con calzador que nuestro héroe debe proteger. Vaya novedad.
No es El contable un gran film, ni siquiera una buena película, como mucho estamos ante un pasatiempo aceptable que se olvida inmediatamente.
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