Se ha hecho de rogar más de lo esperado la adquisición y escucha de este nuevo proyecto del bueno de Alfredo Hernández (Kyuss, Yawning Man, QOTSA, etc,..) pero he de decir que ha merecido muy mucho la pena por muchas razones que más adelante expondré. Para empezar ilustraros sobre esta banda que coge su nombre, Avon, de uno de los primeros ‘hitazos’ de Queens Of The Stone Age. La banda, en formato power trio, está también integrada por dos miembros tan bragados y experimentados en la escena de Palm Desert como James Childs (Airbus, Lakota, etc,…) haciendo labores de frontman y guitarrista y Charles Pasarell (Waxy, Lakota, etc,…) a las cuatro cuerdas. Desde luego que, con semejante ‘curriculum’ tenía que salir por fuerza algo interesante como así ha sido, Avon no es una banda del montón centrada en riffs saturados y abusando del ‘fuzz’ y el Peyote, no, Avon han venido para arriesgar pero también para traernos la vieja esencia 90’s como comprobaréis después del salto…
Vamos metiendo intensidad, por favor, ¡¡¡«GOTTA GO»!!!…
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Bien, en primera instancia (y si has visionado el clip) vas a pensar que están muy cercanos a la idiosincrasia e imaginería sónica de la banda de Josh Homme y no voy a ser yo el que lo niegue, tienen muchos pasajes y melodías que miran de reojo a los ‘Queens’ pero en ningún momento plagiando o mimetizándose más de la cuenta. Avon, para definirlos con la mayor exactitud, vendrían a ser un combo de Desert Rock psicodélico y experimental con una influencia bastante marcada de los sonidos que se parieron a primeros de los 90’s.
No nos encontramos ante un disco redondo, eso está claro, pero me da la sensación de que no han querido buscar algo más allá de crear música honesta y con el corazón porque todo me suena muy expontáneo, con once canciones que no me suenan nada forzadas y con una banda con el objetivo claro de buscar su propia personalidad, sin prisas pero sin pausas, experimentando con sonidos no acostumbrados en el género.
El machacón «Fallen», al igual que el belicoso y agresivo «Smash’em Dow» sacan la vena más ‘árida’ de la banda, «Gotta Go» y «I Would’nt Mind» se nutren de las melodías pegajosas y con intención de single que Josh Homme acostumbra a componer además de que la oscura y melancólica «I’ve Seen Her Face» parece sacada del Lullabies To Paralyze. Las influencias de aquel Seattle exultante de principios de los 90’s se dejan ver también porque «Mad Marco» (la canción) es muy Soundgarden, muy distorsionada y psicodélica en el riff y con una atmósfera Badmotorfinger que abruma…
Una cosa parecida le pasa a «No One But You» que apesta a Screaming Trees por los cuatro costados con esa intensidad emocional que imprimía Mark Lanegan y esa atmósfera bañada en ácido de los hermanos Martin. Las experimentaciones, a mi entender, son la auténtica sorpresa, aquí es donde compruebas que la banda no tiene la intención de nacer estancada ofreciendo más de lo mismo y cortes tan interesantes como el noventero «Yvone The Avon Lady», el atropellado y psicodélico «Everyone For Themselves» con toques épicos, muy Iggy Pop y el semi-acústico soul «Bloodlike Rain» de explosivo final, con la banda echando humo de sus instrumentos, honran a este trío de ases que prometen llevar más allá el típico sonido ‘Stoner Rock’.
Aquí os dejo el cartel con las fechas de su Spanish Tour que hoy mismo, 5 de octubre, comienza…
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